Trillizos ★ jaedo.

⌗𝟑𝐎.

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Jaehyun soltó una gran bocanada de aire observando como su hermano se marchaba.

—¡Jaehyun, CEO de los imbéciles! ¿Por qué aceptaste?—Le gritó Hwasa jalando al castaño con enfado de la camiseta. —¡Hace un momento echamos a perder la maldita cita! Idiota, eres un idiota.

—¡Pégale de nuevo!—Sugirió Jeffrey uniéndose a ella con el mismo enojo también, Taeyong trató de apartar a ambos de su jefecito. —¿Cómo pudiste unirte a Jaehyuk? ¡Mal hermano!—Le dijo jalando sus oscuros cabellos, Jaehyun se quejó mientras trataba de esquivar los golpes de ambos.

—Joder, par de críos. ¡Suéltenme!

Jaehyun hizo sonar el claxon del automóvil para calmarlos, Taeyong fingió hacer bocanadas de aire para explicarles como respirar y calmarse.

—Sabemos como respirar, Taeyong. Ya cállate. —Pidió la pelirroja regresando a su lugar, Jeffrey repitió la misma acción y miró de mala manera a su hermano mayor.

—Escuchen, yo no quería que pasara todo esto. —Expresó girándose para observarlos a los tres con seriedad, se tocó el puente de la nariz masajeando con frustración. —¿De verdad creen que estoy contento por tener que actuar como retrasado sólo para hacer quedar bien a Jaehyuk?

—Contento de tener una cita con el bomboncito de Doie. —Susurró Jeffrey con sarcasmo, sus labios estaban abultados en un puchero por el enfado. —Esto no es justo, Jae. Es trampa que te hagas pasar por Jaehyuk.

—Tú hiciste trampa primero, hace unos momentos atrás saboteamos la cita de Jaehyuk. ¿No lo recuerdas?

—¡Creí que estabas de mi lado, Guaguasa!

—Es Hwasa, mocoso. —Aclaró malhumorada, después se cruzó de brazos y miró a Jaehyun. —Además es cierto lo que digo, hiciste trampa primero.

—¿Y qué haremos, jefecito Jae? Saboteamos la cita de su hermano, bueno ahora es su cita.

—¿Haremos, amiguito?—Cuestionó Hwasa entre risas escandalosas, Taeyong se encogió de hombros asintiendo. —Harán ustedes porque yo ya cumplí con lo que debía.

El castaño recargó su cabeza en el volante por décima vez en el día, cerró sus ojos agotado y maldijo frustrado.

—Es un desastre, nunca debí hacer todo esto. —Murmuró con cansancio, Hwasa lo observó extrañada y con su dedo índice picoteó varias veces la espalda del castaño.

—¿Te estás haciendo el loco? Porque si es así, debes saber que está funcionando.

—No, Hwasa. Todo esto es un error, probablemente Doyoung ahora tiene una desilusión y mala impresión de Jaehyuk cuando él es un buen tipo.

—¡Ni tan buen tipo, eh! ¡Le presté uno de mis jerseys favoritos de los dodgers y jamás lo devolvió!—Expresó el cenizo para deshacer un poco el ambiente tenso que había en el automóvil.

—No es momento para bromear, Jeffrey.

Taeyong le dedicó una sonrisa al cenizo y le susurró que no era un buen momento.

—¡Por dios, Jaehyun! No puedo creer que en lugar de mover tu amargado trasero, estés aquí perdiendo más tiempo con tus lloriqueos. —Le dijo la pelirroja zarandeándolo, Jeffrey soltó unas cuantas risas antes de unirse al igual que Taeyong.

—¿Qué dices?—Preguntó levantando su cabeza del volante, miró con confusión a Hwasa.

—Que si arruinaste la cita de tu hermano entonces vuelve a arreglarlo.