Beatriz.
Inestable, vulnerable, mal hablada e infeliz.
Beatriz, enamorada de una canción de cuna, con el cabello sobre los párpados la mayoría del tiempo y sin calcetines en los pies. Con el reloj volteado de cabeza y el rostro lleno de ojeras. Beatriz con un pincel que tantas veces ha lanzado al suelo, con un suéter que le llega a los muslos y una taza de café.
Beatriz me cuenta las pestañas, siempre un número diferente. Se enreda entre las sábanas y se ríe de un mal chiste. A veces va, a veces viene, cuando llora y cuando teme, cuando ríe y me sostiene. Beatriz, que no es de nadie ni siquiera suya.
Víctor. Con un libro sin epílogo ¿Hace realmente falta? No lo creo, no cuando me han dicho tantas veces que el final es definitivo. Plantarle el fin a un libro... No es realmente la última página.
Beatriz duerme de día, pinta de noche, dibuja en lápiz y sobre mis costillas con sus dedos. Víctor no fuma, no le gusta salir, escribe con tinta y sobre sus labios cerrados. Beatriz que calla y que ríe, que sueña y no vive.
Grita, pinta, canta, suena, baila y escribe un libro...
¡Hola!, hasta aquí está bonita historia.
La autoría original decidió que tendría un final abierto.
Espero les haya gustado, si quieren leer la original esta en el perfil de Byun-Bacoon1
Muchas gracias por leer.
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Pinceladas sabor chocolate||JayKe (Adaptación)
Roman d'amourJake pasa sus tardes buscando musas en un café cerca del estudio que le sirve como hogar. Siempre pidiendo un café americano con dos de azúcar, una cámara en mano y un lapicero junto a un bloc de notas. Jay entra al mismo café de la mano de su novi...