Pirates and Dragon

Malas ideas

— Sigo diciendo que es una pésima idea — comentó Seonghwa.

— Ya nos quedó claro que piensas eso desde la décima vez que lo dijiste — hablé cansado — Pero es una decisión ya tomada, mañana tocaremos tierra firme, iremos a la tienda y seguiremos, te guste o no.

Pude ver gestos de molestia en su rostro y como asentía frustrado pese a eso.

Sabía tan bien como yo que ahora que conoce nuestros planes no lo dejaremos ir y solo quedaba seguir mis órdenes.

— Iré por un poco de agua, capitán — dijo entre dientes y salió del camarote.

Solté un suspiro cuando escuché sus pasos alejarse.

¿Por qué mi corazón se siente más pesado luego de discutir con él?

Apenas lo conoces, compórtate.

— ¡Capitán, dragón a la vista! — gritó Yeosang, entrando a mi habitación.

Lo que me faltaba.

— Quiero a todos en posición de ataque y esperen a mi señal — ordené saliendo con Kang siguiéndome.

Al salir a cubierta no pude ver nada más que oscuridad y cuando me fijé en los chicos parecían estar igual de desconcertados que yo.

— ¿Dónde está el dragón? — les pregunté.

— No lo sé, escupió algo como una llamarada violeta, se metió en ella y luego no lo vimos más — respondió San.

Con que se puede volver invisible... eso es malo.

— Revisen todo el barco con las armas arriba, quizás aún esté aquí — ordené, sacando mi espada de su estuche.

— Capitán, no hay señal de Seonghwa-hyung — avisó Yunho desde las alturas.

Un temor se apoderó de mí y empecé a buscarlo por entre los chicos.

Tenía razón, no estaba.

— Tal vez el dragón... — escuché que murmuraba Wooyoung.

— ¡Vayan a revisar todo el Aurora ya! — grité sin poder controlarme y los chicos hicieron una venia y se fueron con sus armas arriba.

Si esa bestia le hizo algo, aunque sea un rasguño a Seonghwa, lo asesinaría.

No puedo perder a nadie más, ya tuvimos suficiente con lo de Mingi.