PRESA Y CAZADOR [1]

CAPITULO - 2

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Edward Cullen, había visto a la persona más hermosa de todo el mundo. Ese chico de piel blanca, cabello negro como la noche, ojos oscuros casi negros, y ese hermoso sonrojo hiso que todo su mundo se volviera de color, era simplemente hermoso y perfecto, jamas había visto a un ser como el en ningún lado; ni siquiera Rosalie o Tanya se le comparaban con él. Es que simplemente era bello y perfecto, no había palabras que lo describieran mejor, y Edward estaba más que seguro de eso.

Tuvo la gran suerte del que chico hermoso fuera con él en Biología, y que Bella fuera su amiga, asi podría averiguar quién es, ya que trato de meterse en su mente pero no había nada, era como con Bella y eso hasta cierto punto no le gustaba para nada, pues él quería saber quién era, que le gustaba, que no, y absolutamente todo de él, necesitaba saberlo, no, quería saber. Edward aprovechando que Bella se sentaría con él en clase, decidió hablar con la chica para preguntar sobre él, pero primero debía hacerle platica a Bella y asi poner su plan en marcha.

—Hola—Saludo primero el, ya que sería mejor no empezar a levantar sospechas sobre su plan—Perdón por no a verme presentado la semana pasada—Mostro una pequeña sonrisa—Soy: Edward Cullen, tu eres Isabella Swan ¿verdad?—Bella quedo en estado de shok, Edward Cullen le estaba hablando normal y no la miraba como si quisiera asesinarla, eso era bueno, o eso creía ella.

—Solo Bella—Dijo en automático la chica. El profesor dio indicaciones sobre lo que harían ese día, alegando que se hacían bien el trabajo se ganarían una cebolla de oro—No estabas—Dijo la chica curiosa luego de que Edward le diera el microscopio.

—Amm. . . tuve algunos problemas personales, por eso no pude venir—Bella no dijo mas ya que de todas formas no era de su incumbencia y Edward no parecía del todo concentrado en ella, ya que de vez en cuando miraba a la mesa de aun lado como si mirara a alguien más y la chica sabía a quién miraba.

Bella se hiso muchas preguntas, pero la que más llamo su atención fue ¿Edward está interesado en Ale? La chica Swan jamas se imaginó que a Edward le vinieran los chicos, porque vamos, el chico tenía a todas las chicas babeando por él, y valla decepción que se llevarían al saber que Edward estaba interesado en su nuevo amigo, que ahora que lo piensa no hacen tan mala pareja, serian la pareja del año. Pero, o sorpresa Bella no sabía si a Ale se le dieran los chicos, si fuera asi, ya tenía a su nueva pareja favorita del año, solo rogaba a los dioses que a Ale le gustaran los chicos y que su nuevo sueño se volviera realidad

—Se llama Alessandro, de cariño Ale. Viene de Londres—Dijo Bella llamando la atención del chico.

—¿Que?—

—El chico que estas mirando, asi se llama—Valla Edward era muy obvio en cuanto a su interés por el chico.

—Perdona, es curiosidad por saber quién es. Ya sabes. . . chico nuevo, curiosidad latente—Bella sonrio y al pasar las horas de clase ninguno de los 2 dijo más quedando en un silencio cómodo no como el del primer día de clases de Bella.

Al finalizar la clase hubo problemas, el equipo donde estaba Ale también respondió correctamente, asi que tuvieron que llegar a un acuerdo donde solo la chica que se sentó a lado de Ale quiso quedarse con la rara cebolla de oro, por eso se la dieron. Las últimas clases Edward no dejo de pensar en el chico nuevo y lo hermoso pero a la vez misterioso que era y Alices como su hermana favorita y que lo conocía mejor, se dio cuenta.

—Te gusta—Aseguro ella, con una hermosa sonrisa

—Tal vez—

—No es un "Tal vez" es un "Si me gusta". Vamos Edward ¿Me vas a negar que no te le quedaste viendo durante todo el almuerzo y que además tampoco dejaste de mirarlo cuando entro a la oficina de las secretarias?—Por muy tonto que suene, su hermana tenía razón, Edward había caído cautivado por los rasgos delicados de chico nuevo, y cada vez que lo veia esa chispa de querer protegerlo siempre se hacía presente en él, hasta el punto de que tuvo que merodear en la mente de quien sea para poder verlo por lo menos unos segundos—Desearía poder verlos—Eso llamo la atención de Edward.