~EPILOGO~

1.3K 113 0
                                    


/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/



La oscuridad reinaba en ese pequeño callejón, nada se veia, era como estar a ciegas. Un chico de no más de 20 años, se encontraba tomado y algo drogado, mal augurio para el pobre, que no se percató de la presencia de alguien más detrás de él. De un momento a otro el chico estuvo contra la pared mientras era tomado del cuello quitándole la posibilidad de respirar. Trato de gritar pero su voz no salía, trato de forcejear pero tampoco podía, la fuerza del extraño que lo tomaba del cuello era más grande que la de él.

Una mordida increíblemente dolorosa se posó a un costado de su cuello, haciendo que gritara de dolor como nunca antes. El dolor de la mordida empeorar cuando alguna sustancia parecida al acido empezó a recorrer su cuerpo, era como fuego, doloroso, muy doloroso. Luego todo fue oscuridad, el extraño había matado al chico con una mordida. El extraño dejo caer el cuerpo del chico ahora muerto y se limpió los labios con un pequeño pañuelo que tenía en su bolsillo.

--Debió ser doloroso—Uno voz profunda y grave lo exalto. El extraño volteo a todos lados buscando al dueño de esa voz, pero no veia nada, y era extraño tomando en cuenta de que era un vampiro y podía ver en la oscuridad. El inmortal se puso alerta, listo para atacar si esa persona se atrevía a atacar—Tranquila, no te hare nada. Solo vengo a proponerte un trato—Eso confundió a la inmortal que dejo de ponerse alerta y busco con la mirada a quien sea que estuviera con ella.

--No hago tratos con fantasmas—La inmortal estaba por irse.

Camino hasta el callejo donde la luz de los faroles reinaba y dejaba ver todo lo que pasara. Frente a ella, apareció un hombre, de nos mas de 25 años, cabello negro que llegaba hasta su cuello, ojos de un hermoso color negro. Traía una gabardina negra que llegaba hasta las rodillas, y adentro de esta traía puesto un traje color vino con corbata negra, y zapatos de charol negros. Todo en el irradiaba peligro, frialdad, impotencia y tenacidad, que hasta cierto punto causaba admiración, la inmortal no quería ni verlo pues tenía la idea de que probablemente acabaría mal, por eso lo rodeo y paso de lado.

--Yo no me iría si fuera tú, Victoria—La inmortal se quedó de piedra, ¿Cómo esa persona sabia su nombre? La inmortal volteo quedando frente a él, pero a una distancia muy considerable.

--¿Cómo sabes mi nombre?—Pregunto con miedo y duda.

--Yo se muchas cosas, de todos y de todo—Sonrio—Pero te aseguro que eso no te interesa en lo más mínimo, en realidad te interesara saber que puedo ayudarte con tu venganza—Victoria lo miro sorprendía ante eso. Nadie, sabia sobre su plan de venganza por la muerte de su pareja y hermano de esta, algo pasaba con ese tipo y debía averiguarlo.

--¿Cómo sabes eso?—

--Te lo dije, yo se muchas cosas, asi que ¿Qué dices? ¿Hacemos un trato?—

--No, ¿Cómo saldrías tu beneficiado en esto? Ni siquiera conoces mi razón—

--O por su puesto que la sé, y si salgo muy beneficiado en esto, porque tú quieres matar al responsable de su muerte, y yo también lo quiero ver muerto, eso nos une en esta venganza—

--¿Y quién es, según tú, el responsable de su muerte?—Victoria no confiaría tan fácilmente en el, apenas lo había visto hace pocos minutos, nada bueno podría salir de esto.

--Alessandro Daliso, el nieto de Alessandro y Mellea Daliso, y pareja de uno de los vampiros del clan Cullen—Sonrio con arrogancia.

Esa noche Victoria hiso un trato con un desconocido, que en realidad le ayudaría de mucho mas, que un simple vampiro, la inmortal tendría su venganza y el desconocido su gloria, algo malo se presentaba para la familia Cullen y algo más grande para Alessandro Daliso.


Continuara. . .



/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/

PRESA Y CAZADOR [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora