La Chica Semitransparente Parte III: Tú Eres Mi Música.

Verdad.

Las doce de la tarde de un sábado. A pesar de la hora, el clima era frío pues diciembre había llegado. Aún no había nieve pero, seguramente, no tardaría en llegar. En la entrada del área comercial, una chica pelimorada espera por alguien. No era muy común que esperará por alguien pero ahora, esa la situación. A lo lejos, vio venir a una castaña acompañada de un chico de baja estatura.

- ¿Qué hace Mineta aquí? - Preguntó Kyoka asqueada.

- No me agrada tampoco. - Respondió Uraraka. - Pero él tiene algo que decir al respecto también.

Los tres se dirigieron a un local de comida rápida. Mientras esperaban por su orden, vivían un momento incómodo puesto que nadie hablaba. Kyoka jugaba con los cubiertos, Uraraka veía techo sin sacar sus manos de la bolsa y Mineta observaba a través de la ventana.

- No tengo mucho tiempo, así que comenzaré yo. - Dijo Mineta ansiosamente. - Jiro, yo tuve la culpa de que Uraraka besará por error a Midoriya. Yo lo estaba buscando a él por algo que Kaminari me hizo.

- ¿Entonces Uraraka no lo hizo a propósito? - Preguntó extrañada la pelimorada.

- ¡Claro que no! - Exclamó Mineta. - Ella te explicará eso pero lo que tengo que decir tiene que ver con Kaminari. El me amenazó al escucharlo hablar. Verás, hablaba consigo mismo, yo también lo hago y tal vez ustedes también pero, esto era más enfermo.

El pelimorado les explico cómo Kaminari hablaba consigo mismo, pero, lo más extraño, es que Mineta decía que es como si hablara con otro Kaminari, con la dualidad de su alma. Kyoka menciono el por qué no lo comentaba con el profesor o incluso con algunas autoridades pero alegaba que no le creerían. Aún asustado, el pelimorado se fue del local dejando a las chicas solas.

- No se que pensar... - Decía la pelimorada confundida.

- Eso decía yo. - Comentó Uraraka. - Tienes que alejarte de él y rápido. Cuando se trata de su música, es alguien muy orgulloso, no quiere que nadie más se interponga. Yo lo entendí después del primer golpe.

- ¿Él te golpeaba?

- Cada que tenía una idea para una canción. Y tú, no debes pasar por lo mismo.

Su comida llegó poco después. Kyoka observaba a Uraraka. Pudo notar que estaba rota mentalmente pero también arrepentida. Sus ojos que durante mucho tiempo denotaban felicidad, ahora estaban tristes. Ahora solo sonríe ocultando su tristeza, se notaba también más delgada por una leve desnutrición y un cansancio notable.

- Lo sé, me veo horrible. - Dijo Uraraka sintiendo la mirada de Kyoka. - No recuerdo si quiera cuando deje de dormir bien. Ahora, deja que te diga algo más.

- Uraraka, no creo que... - Comentó Kyoka antes de ser interrumpida.

- La música de ambos, en especial "Desfile"... Fue ahí que deje ir mis sentimientos hacia él. Kaminari, me visitó diciendo que tenía un plan para separarlos. Fui a advertirle sobre eso... Y pues pasó lo que pasó.

Kyoka prestaba atención a la castaña. Podía notar que no mentía. No sabía por que, pero la pelimorada sentía que Uraraka la veía a ella como una amiga, pues le contaba todo lo que no había sacado en un tiempo. Jiro sentía su dolor y entendía que ella y Uraraka no eran tan diferentes después de todo.

- ¿Por qué me dices esto? - Preguntó Kyoka conmovida.

- Por qué se que puedes retomar tu camino. - Fue la contestación. - Cuando hable con Deku y pedirle que trabajaramos juntos después del surgimiento de ZUTOMAYO, pero él fue muy directo: "Kyoka es mi música". Todavía puedes volver a ser feliz y tal vez...

- ¿Tal vez?

- Tal vez podamos ser amigas.

Al terminar de comer, Kyoka tenía que ir a su primera sesión de fisioterapia, Uraraka decidió acompañarla. Es aquí que comenzaron a hablar no de Kaminari ni de Izuku, sino como amigas. Había risas, burlas, buena convivencia, etc. Una vez ahí, Uraraka esperaba por Kyoka. La sesión constó de masajes alrededor de todo el brazo hasta los dedos. La pelimorada sentía más y más y ya tenía un ligero movimiento en los dedos que no había tenido inmóviles por mucho tiempo.

Al volver a UA, se mantuvo la misma sintonía entre ambas chicas, en verdad, parecían cambiar. A unas cuantas cuadras de UA, vieron un automóvil estacionado en la entrada. Yaomomo, Shinso, Todoroki y Bakugo estaban ahí y fue entonces que, a lo lejos, Uraraka y Kyoka, vieron salir a alguien que no habían visto en mucho tiempo.