Capítulo 1: El club

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Subo a la camioneta rumbo al club donde el dueño me debe una gran suma de dinero, la verdad no se por que sigo haciendo negocios con el, si cada vez me debe mas de lo que me da, admito que todo lo que se maneja ahí es importante pero eso no lo dejare saberlo.

Las calles a esta hora están poco transitadas cosa que no es común y menos en esta ciudad, me sorprende que sea así a esta hora, por lo regular esta atiborrada de autos queriendo llegar a su destino y gente que por no prever sus tiempo se quedan estancados en el trafico y luego se quejan del por que no llegan pronto a si destino.

Estaciono la camioneta frente al club, aquí puedes encontrar de todo lo que busques, lo único que no me agrada son los servicios privados que dan las bailarinas y camareras del lugar, eso lo repudio por completo, he tratado de quitarlo pero hasta el momento no lo he podido exterminar por completo.

Al momento de entrar todas las miradas se posan en mi, y los entiendo no todos los días puedes ver al Capo mas joven de una organización tan grande, camino entre la gente como si el lugar me perteneciera y es que lo hace toda la jodida ciudad es mía y todo Italia también.

No miro a nadie mi vista siempre esta posada al frente.

-Señor, no lo esperábamos- dice un joven rubio alto, le doy una mirada de soslayo, él parece intimidado

-Eso esta claro- es lo único que digo, mientras me dirijo a un reservado en la segunda planta en el que esta designado especialmente para mi cuando vengo, desde el cristal puedo observar todo.

En la planta baja hay un escenario con tubos, en el cual hay bailarinas bailando con poca o nula ropa , algunos hombres las miran y le avientan dinero, lo cual se me hace demasiado primitivo y desagradable.

De pronto se abren unas puertas detrás de el escenario y surge una mujer joven, mostrando ropa de cuero, mueve sus caderas sensualmente, ella capta las miradas de todos los presentes haciendo que vayan directamente hacia ella como si los estuviera hechizado y no es para menos su cuerpo es una maldita tentación andante, sus movimientos son sensuales y delicados, dignos de admirar.

Me quedo mirándola fijamente con una copa de licor en la mano, ella levanta la mirada hacía el reservado donde me encuentro y posa sus ojos verde como un prado en los mios, si embargo no dura demasiado ese contacto, por que alguien entra en donde me encuentro, sin girarme se quien es.

-No lo esperaba señor

-Eso es más que evidente Andrew - me giro y lo miro, le indico que se siente en el sillon y el lo hace sin rechistar - Sabes por que he venido ¿no es asi?

-S-i, si lo se señor- tartamudea y se traba la decirlo

-Entonces supongo que ya tienes mi dinero, o me equivoco- digo posando mi mirada en él, veo como traga en seco

-N-o no lo tengo señor, pero lo tendré pronto se lo aseguro solo deme mas tiempo, solo eso le pido- habla tan rápido y tan atropelladamente que apenas logro entenderlo, que patetico

-Ya te he dado mucho tiempo y aun no veo resultados, que me asegura que no me estas engañando

-Tengo la mitad del dinero, solo dame mas tiempo para poder conseguir lo demás- vuelve a decir, giró mirando por el cristal hacia el escenario donde sigue bailando la mujer, esbozó una sonrisa y una idea surca mi mente

-Te dare mas tiempo

-Gracias, señor enserio gracias

-Pero quiero a esa chica ahora- lo corto de inmediato- y el resto del dinero dentro de dos semanas

-Ella no esta en venta- dice de pronto serio, vamos que de pronto le han crecido huevos

-No lo he preguntado

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