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Te estaba esperando sentada.

Llevabas 30 minutos de retraso.

Me sentía como un perro esperando al dueño que lo abandonó.

"Mina." Sonreí de inmediato al escuchar tu voz, ¿cómo era posible que fuera tan hermosa?

Mi sonrisa se fue de inmediato cuando vi un chupetón en tu cuello.

"Chae, por fin llegaste..." Murmuré mientras apretaba los puños, no podía creer lo que estaba viendo. "¿Qué te demoró tanto?" Pregunté a pesar de no querer saber la respuesta.

"Dejó de ser de tu incumbencia hace mucho tiempo, Myoui." Soltaste, bajé la mirada y apreté mis puños más fuerte. "Mina, ¿cómo crees que me sentí en nuestra relación?"

Te miré sorprendida, no esperé que me preguntaras eso.

"Bien, te di todo el amor del mundo." Solté confiada, pero me arrepentí segundos más tarde al ver tu mueca de disgusto.

"Eres impresionante." Bufaste. "Mina, quiero decirte esto ya que estás interfiriendo en mi relación. Yo siento que... nunca te amé, siento que al principio me gustabas, y mucho, pero después mi cariño se volvió en obsesión: el ver que llegabas tarde todos los días, tus mentiras crueles sobre que estabas trabajando cuando en realidad estabas siéndome infiel, todos tus gritos y las veces que me dijiste fríamente que yo no era nada y que no me amabas..., todo eso lo soporté porque estaba obsesionada contigo y porque no me amaba a mí misma, Mina. Me sentía tan inferior a ti, me daba vergüenza el siquiera mirarte a los ojos, ya que creía que no lo merecía..., ¿de verdad piensas que me sentía bien, Mina, después de todos tus insultos y mentiras?"

Se me rompió el corazón cuando te vi empezar a llorar.

¿De verdad fui tan mala?

"Yo..." No sabía qué decir.

"Rosé me hace sentir tan, tan valorada. Como si hubiese nacido de nuevo y en un mundo donde me aman, me desean, me necesitan y me lo demuestran día a día, Rosé es linda, amable, bondadosa, humilde, simpática, siempre se pone en el lugar del otro, dejándose a ella de lado..., es todo lo contrario a ti, Mina, y prometo que nunca me había sentido tan feliz con solo el hecho de poder verla. Cada día siento más que fui hecha para ella y que todo lo malo que pasé contigo fue para que pudiera amarla de la manera correcta y también saber cómo debían amarme a mí."

Me levanté furiosa y agarré tu muñeca, ¿quién te creías?

¿Estabas diciendo que ella te gustaba porque no era como yo?

¿Estás diciendo que nunca me amaste?

¿Todo lo nuestro fue mentira, Chaeyoung?

¿Qué demonios te pasa?

"Hipócrita." Grité. Me estaba arrepintiendo, pero no podía parar.

"Mina, suéltame."

"Todo lo que hice por ti..., ¿lo desechas de esta forma?" Apreté más fuerte tu muñeca.

"¡Suélta...!" Antes de que pudieras continuar, me acerqué a tus labios e intenté darte un beso, mas corriste la cara. "¡Mina!"

"Cállate y bésame, sé que te sigo gustando." Agarré su rostro con mi otra mano y la obligué a besarme. Se sentía tan bien, tan, tan bien. Sus labios sabor a frutilla..., los había extrañado tanto. El solo hecho de pensar que otra persona los podía saborear me enojaba, por lo cual los mordí, haciéndolos sangrar. Veía a la gente pasando cerca, mas nadie hacía nada. Eso significaba que yo estaba bien, ¿no?

Mientras pensaba eso, alguien me agarró de atrás y me tiró al suelo. Era la chica que vi junto a Chaeyoung.

Chaeyoung se escondió detrás de ella inmediatamente. ¿Ahora ella es la que te protege?

"Vámonos, Chaeyoungie." La supuesta novia de Chaeyoung le besó la frente. Me miró fijamente después de eso. "Agradece que no te golpeo porque estamos en público y sé que Chaeyoung no querría eso, ya que ella es diferente que tú."

Te fuiste con ella.

Me había equivocado, ¿no es así?

Chaeyoung, perdón.

Perdón.

Voy a cambiar.

I Am Still Loving You «MiChaeng»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora