I Am Still Loving You «MiChaeng»

29

Iba de camino al restaurante donde había quedado con Rosé, tu novia.

Ella no te merece, Chaeyoung.

Soy mejor que ella.

Ella es una idiota que no sabe valorarte, yo sí sé.

Haría que rogaras por volver conmigo.

"Mina." Sentí su voz a mis espaldas.

"¿Puedo preguntar por qué en un restaurante?" bufé. ¿Podría ser que Rosé quisiera tener una cena romántica conmigo? Seguro que es una infiel.

"Aquí hay mucha gente a esta hora." dijo viendo alrededor. "Y digamos que tú ya tienes un historial de agresividad y, discúlpame, pero no confío en que no me harás nada."

¿Quién se creía Rosé?, ¿cómo se atreve a pensar en que yo siquiera pudiera dañar a alguien?

Nunca lo haría, no sin razón.

"Estás pensando de más" bufé. "Como sea, tampoco me importa mucho lo que pienses tú de mí, solo me importa lo que piense Chaeyoung."

"Bueno, si es así, debes estar destruida, pues no quiere ni escuchar tu nombre." Antes de que pudiese contestar, llegó la mesera. Rosé solamente pidió agua, yo pedí una ensalada. "Veo que de verdad piensas comer aquí."

"Por supuesto." dije agresivamente. "Ya que estamos en un restaurante, voy a aprovechar de comer."

Nos quedamos en silencio unos minutos, ella solo me miraba fijamente mientras comía.

¿Ves cómo es, Chaeyoung?, seguramente quiera acostarse conmigo.

No mereces a una infiel como ella.

"Te quería pedir que por favor dejaras a Chae en paz, ella no está bien con tu presencia, le haces mal." habló, ¿acaso se cree importante como para hablar por ti? "Si es que de verdad tienes sentimientos por ella aún, déjala en paz, no le haces bien."

Bufé y lancé mi tenedor al plato, causando ruido y que algunas personas voltearan a verme.

¿Quién se cree que es?

¿Que te hago mal?, ¿de dónde sacó eso?

Ella no te conoce.

Yo sí.

Yo sí puedo hablar por ti.

Yo sí sé lo que piensas.

Sé que ella es mi reemplazo.

"No creas que puedas darme ordenes." bufé. "Chaeyoung me ama, me necesita, solamente que está confundida."

Rosé se quedó en silencio para luego sonreír levemente y bufar.

"Eres impresionante." dijo con una mueca. "¿Cómo puedes seguir diciendo eso a pesar de todo lo que hiciste?"

"Rosé, eres ridicula." grité, mucha gente se volteó a mirarme, pero no importa. Todos tenían que saber que yo era la mejor para ti. "Sé que me equivoqué un par de veces, pero fue todo para ella, fue todo por ella, todo lo que hice fue por ella."

Antes de seguir hablando, Rosé me interrumpió.

"¿Incluso golpearla?, ¿eso también fue por ella?" dijo con esa mueca asquerosa. "Y segundo, no hagas un escandalo, estamos en un lugar público y la gente vino aquí para disfrutar, no para escucharte a ti gritar. Pensé que al menos tendrías esa decencia y no harías nada en público, pero veo que me equivoqué."

"Me importa mi apariencia y mi estatus, pero Chae es más importante ahora, les haré saber a todos quién eres." bufé.

"Yo pensaría antes lo que hiciste y ver si realmente yo quedaría como la mala de la historia. Incluso si mientes, habrán fallos en tu historia, en todos los casos quedas mal tú, porque tú eres la mala aquí, Mina." bufó. "Me impresiona que sigas con tu papel de héroe queriendo salvar a la princesa atrapada por un monstruo, y no te das cuenta de que tú eres el monstruo. Tú eres la antagonista, Mina, tú eres de lo que Chae se debe proteger."

No iba a permitir que siguiera hablando así de mí.

Quería tomar el tenedor y clavárselo en sus manos.

Así ella ya no te podría tocar.

Pero no podía, ¿sabes el ridículo que pasaré si hago eso en público?

La gente no se daría cuenta de que la mala aquí es ella.

"Cállate." bufé. "No mereces a Chaeyoung, ¿cómo no te das cuenta?"

"Puedo decir lo mismo de ti." dijo tomando un sorbo de su agua. "Es imposible hablar contigo. Iré a casa, si sigues merodeando por ahí, no dudaré en denunciarte."

Rosé se levanto de su silla y se fue del restaurante, no sin antes decirme que el agua era gratis, así que no pensara que debía pagar más.

Chasqueé la lengua y me eché para atrás en la silla.

Maldita imbécil.

Me da lástima que creas en sus falsas palabras y creas que de verdad te ama.

Yo sí te amo, Chaeyoung.

Y te lo demostraría.

Me levanté rápidamente de la silla, dejando dinero en la mesa por la ensalada, y comencé a buscar a Rosé con la mirada.

¿Dónde se había metido?

Me metí en un rincón y tomé un palo que estaba tirado.

Para mi suerte, Rosé estaba acariciando a un perro callejero en ese mismo rincón.

Te protegeré, Chaeyoung.