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Las clases transcurrieron normal, pero no del todo.

Mina estuvo sola todo el día. ¿Por qué? Pues Chae paso todas las horas de clase junto a Sangyeon.

Ojalá pudiera ser el.

El timbre sonó y todos los alumnos salieron como almas que lleva el diablo, a excepción de Mina que espero a su mejor amiga hasta que se despidiera de su pareja.

-Ya Mina, vamonos- Tomo su mano y salieron de el instituto.

El camino fue silencioso pero tranquilo, pasaban por un parque y se lograban escuchar las risas de los niños que pasaban jugando a su lado, las aves cantando, el sonido de las hojas siendo pisadas, etc etc.

Llegaron a la casa de Chaeyoung y su madre dejo que las dos pasarán, le invito de comer a Mina y ella gustosa acepto pues traía mucha hambre desde la salida de la escuela.

La señora Son les sirvió un plato de sopa con carne y cebolla al lado, comieron con las típicas preguntas de como les fue en la escuela, que hicieron, que aprendieron y muchas más.

Terminaron de comer y para mala suerte de Mina, Sangyeon invito a Chae a salir, entonces Chae se preocupo más por arreglarse y encontrar el outfit perfecto que no paso mucho tiempo con Mina.

Sangyeon llegó y Mina pudo observar las miles de constelaciones que se asomaban por los ojos chocolate de su amiga, eran como dos lagos tan profundos, que teme que si se sumerge en ellos ya no salga a tomar aire, la forma en que lo veía era tan amorosa, cualquiera a simple vista se daría cuenta que están enamorados, la sonrisa que ser formo en su rostro era tan radiante que hasta el mismo sol le tenía envidia y se negaba a salir detrás de las nubes por no tener ni la mitad de el brillo que tenía Chaeyoung.

Su amiga era simplemente perfecta, pero esos ojos llenos de amor no eran para alguien mas, cuanto deseaba que fueran para ella.

Deseaba ser Sangyeon.

Words𖥻  [Michaeng]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora