El día que comenzó

1.2K 83 9
                                    


[ Steve ]

Estaba caminando por el bosque ya que había salido a explorar un poco, era una tarde agradable, los animales pasaban por ahí, estaban con sus crías y más, yo no era una persona que comiera animales, prefería las patatas o zanahorias, incluso un simple estofado.

Siguiendo mi camino pide observar una cueva que llamo toda mi atención, con sumo cuidado entre en ella y casi de manera instantánea note la gran cantidad de minerales y con pico y antorcha en mano, empece a picar, pero mi principal objetivo era encontrar al menos un diamante.

[ Herobrine ]

Divisaba desde una gran montaña la variedad de cosas que había hecho Steve desde su llegada, hacia dos años que estaba en esta isla que yo había creado, había construido una pequeña casa de madera, tenía sus cultivos, había muchos animales ahí que el alimentaba y cuidada, entre muchas cosas más.

Era una persona bastante trabajadora y había estado siguiendo cada uno de sus movimientos, en eso, noté que se encontraba bajo una mina, rápidamente me teletransporte a él.

Obviamente no sabía de mi presencia, era un ser invisible para el, aunque claro, si yo quisiera, me mostraría frente a él, pero verle tan asombrado por las grandes cantidades de minerales y por el tamaño de la cueva, me hacía sentir diferente, suspiré;

Steve, si supieras que no eres el único aquí, si supieras las ansias que tengo de poder tocar tu suave piel...

- Ugh... ¿Acaso esta cueva no acaba? Pero... Sería genial encontrar algún diamante, pero podría perderme si sigo bajando -solo escuchaba su calidad voz mientras miraba a su alrededor- No debo rendirme, seguramente encontraré alguno -dijo con un tono determinado, siguió uno de los caminos con antorcha en mano-

Saber que buscaba diamante me dió una idea, con mi gran inventario saque un par de minas de diamantes y con suma rapidez puso uno que otro cercano al camino que tomaba, solo esperaba el momento que el los viera.

- ¡Genial! ¡Diamante! -rápidamente el saco su pico y poco a poco empezó a picar cada uno de los diamantes obviamente tomando precauciones, era algo tan tierno de su parte-

Sin más, solo lo ví yéndose de la mina, estaba lleno de determinación, sentí que ya no era necesario esconderme, cuando el salió de la mina, simplemente lo seguí hasta salir de la cueva, en total silencio, saco su maña y obviamente buscaba su hogar, ya no faltaba nada para que se volverá de noche y su armadura no duraría mucho.

...

Cuando por fin después vuelas y carreras y una casi muerte, Steve había llegado a su hogar, se le veía agotado, era entendible, era un ser humano que necesitaba comida, descanso y vida máxima.

En su cofre guardo todos los materiales recolectados, se quitó su armadura dejándola en un parche y se sentó en su cama, estaba listo para mostrarme.

- Steve...

- ¿¡Eh!? ¿¡T-tú otra vez!? ¿¡Q-qué quieres de mí!? -escuché la voz asustadiza del chico, okey, tal vez había hablado un poco con el, pero solo era pasa asustarlo en principio, pero ahora parecía no afectarle tanto como antes, eso lo hacía aburrido a veces-

- ¿Acaso ya no te aterras como antes? -dije, el no podía verme así que solo podía girar hacia donde él creía estaba mi voz-

- Ya no soy ese chico que conociste hace 1 año y medio, demonio.

- Oh, bueno, te quedarás estupefacto cuando tú veas...–en ese momento, entro una brisa en su casa, cosa que lo hizo verse nervioso, con lentitud, uno de mis pies foco el piso de manera y poco a poco noté como mi cuerpo dejaba de mostrarse transparente, ahora era igual a Steve, solo que, mi ropa era más clara y mis ojos blanco total–

Solo pude observar el rostro sorprendido, confundido y asusta del chico, di un paso y el se fue hacia atrás, chocando con una pared, rápidamente lo acorralé con mis brazos.

- No sabes cuánto espere para estar aquí, Steve...-y sin que el pudiera decir algo, me acerque de manera hábil hasta unir sus labios a los míos en un rápido y caluroso beso que lo tomo desprevenido–

----

Minecraft; Te Recordé [[En EDICIÓN]]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora