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"Quítame tus asquerosas manos de encima." Dice Yan Wushi irritado, apartando bruscamente el agarre inhumano de Luo Binghe, poco más y le destruiría toda su ropa. "No tienes derecho a tocarme todavía."

Luo Binghe lo miraba fijamente, con las manos yendo a su propia túnica, bajando descuidadamente la tela dejando a la vista su pecho musculoso y su abdomen cubiertos de sudor. Yan Wushi se dedico a darle la espalda mientras se concentraba en su propia ropa. Podía sentir el ambiente con aire de incomodez, él ciertamente lo estaba. No tenía ningún interés en nadie que no fuera Shen Qiao, y mucho menos de ese niño demonio, pero de alguna manera está situación le hace sentir inquieto.

A paso de tortuga su túnica exterior fue quitada, concentrándose en doblarla correctamente, sin mirar a más ningún lado que no fuera su túnica.

En eso, siente una ligera pero perturbante respiración cerca de su nuca, cosa que le hizo girar encontrándose con la insoportable cara de Luo Binghe.

"Aléjate." Yan Wushi gruñe, enviándole una mirada asesina. Pero parece que el chico no entendía la palabra peligro, porque al instante una de sus manos se aventuró a tocar el pecho muy bien definido de Yan Wushi, dejando pasear las yemas de sus dedos por el largo camino de este. Un gruñido se oyó, y en un abrir y cerrar de ojos Luo Binghe se hallaba atrapado en una peligrosa llave ocasionada por Yan Wushi.

"¡Ahg!" Luo Binghe se quejó, estando debajo de Yan Wushi. Tenía apresado su brazo contra su espalda. "Ja-ja".

¿Eso fue una risa?

Después de varios movimientos y encuentros entre estos dos, al final Yan Wushi detuvo su pequeño juego y apartó su pie de la espalda de Luo Binghe. Si seguían así no se acabaría nunca esto, además, el muy maldito parecía disfrutarlo. ¿Es un jodido masoquista o qué?

"No más juegos. Acabemos con esto de una vez." Habló Yan Wushi, sentándose en la hierba verde de piernas cruzadas. "¿Qué estás esperando? No voy a besarte para que comiences."

Luo Binghe a estado muy callado todo este rato, lo cuál es bastante extraño siendo alguien como él, solo podía pensar en que era por la droga.

Yan Wushi cierra sus ojos esperando a que el mocoso empezara. Sentía una mirada pesada encima lo que le hacía sentirse bastante inquieto. Entonces, pudo sentir un toque en su hombro, era una agarre firme pero suave a la vez.

"Pido disculpas ante mano por ser tan grosero."

¿Porqué esa frase le pareció sarcástica de alguna forma?

[...]

Cómo es que había llegado hasta aquí.

No tenía idea.

Lo único en lo que podía pensar era en esa lengua que recorría su cuello ansiosamente.

Y una mano abriéndose paso por su túnica, acariciando todo su abdomen.

Yan Wushi se obligó a sí mismo en no abrir la boca, teme de lo que pueda pasar después. Lo más ridículo de todo es que es como si fuera ésta la primera vez teniendo sexo con alguien, que a ver, el ya había hecho eso muchas veces en el pasado, pero esto era diferente. Muy diferente. Primero; porque no tenía ningún control de la situación actual, algo sorprendente hasta para él mismo, y segundo y no mucho menos importante..

¿Porqué estaba él abajo? Qué cojones está pasando.

Vaya que sabía que para eliminar la maldición el mocoso inútil debería meter la polla en algún sitio pero..

...

Joder, no había pensado en eso.

"Hey, niño."

Que quede entre nosotrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora