Killian Anderson es el sicario de una compañía secreta dirigida por Mathew Underwood.
Anderson será reclutado a un equipo de investigadores para una investigación privada importante.
Ahí conocerá a Ben, Ken, Ármand, Demian y Henry, sus compañeros...
Ken se queda hasta tarde en su laboratorio perfeccionando algo que no puede terminar.
Ken: Okey, ahora pásame ese destornillador de allá.
Alessia adormilada por lo tarde que era le pasa el destornillador.
Alessia: Ken, ¿ya nos podemos ir por favor? Son las malditas 3 de la mañana. Puedes terminarlo más tarde.
Ken: Alessia, te he dicho un millón de veces que no me digas Ken en el trabajo.
Alessia: Ash... Perdón jefe.
Ken: Gracias, siempre quise escuchar eso... Alessia este destornillador no, es el otro que estaba al lado de este.
Alessia: AY POR FAVOR, jefe ya me quiero ir a casa a dormir, estoy muy cansada. -le comenté mientras buscaba el otro destornillador y se lo pasé- Literalmente ya no hay nadie aquí y todas las luces están apagadas.
Ken: Le pedí permiso a Mathew para quedarme hasta tarde, además claro que hay otras personas ¿Qué no ves a los guardias de seguridad? . Si te quieres ir nadie te detiene.
Alessia: Los guardias de seguridad son robots. La verdad es que me da miedo dejarte aquí y que más tarde me digas que estoy despedida.
Ken: Que predecible soy ¿No es cierto? -dije orgulloso de eso-
Mientras Ken y Alessia seguían discutiendo escucharon un pequeño ruido afuera en los pasillos.
Alessia: ¿Qué demonios fue eso? Lo escuchaste ¿no?
Ken: Si, de seguro ha de ser uno de los guardias de seguridad y si me dices que crees en los fantasmas te despido ya mismo.
Alessia: No. No creo en los fantasmas (al menos cuando estoy contigo no, hijo de puta) No sé pero siento que alguien entró a robar o algo así. -dije con algo de miedo pero no tenía suficiente como para no ver lo que era. Salí al pasillo y volteé hacia ambos lados, como dicen el que busca encuentra, solo pude ver la sombra de quién sea que estuviera aquí, no pude ver más porque en cuanto lo vi huyó. Rápidamente cerré la puerta y con miedo le dije a Ken- Jefe... Insisto, hay alguien aquí y no son los guardias de seguridad, lo acaba de ver afuera en los pasillos.
Ken:
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Alessia, tranquilízate aquí no puede entrar NADIE.
Cuando Ken terminó la frase se activó la alarma de intrusos.
Alessia: ¿Ahora me crees?
Ken: Mierda, tengo que desactivarla rápido. -con unos pequeños trucos logré desactivarla. No quería darle la razón a Alessia aunque siempre la tuvo, en verdad hay un intruso aquí y tal vez se quiera vengar de alguien robando algo preciado-
Alessia: ¿Y?... ¿Qué haremos si se roban algo? Seguro Mathew nos responsabilizará de eso, y todo porque tú no querías irte a casa. -le dije molesta y muy preocupada por la situación, claro que quería echarle la culpa era todo lo que podía hacer después de que le dije un millón de veces que había alguien aquí-