Cinco

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Aidan

—Estás sanando es una señal —La miro mientras extiendo las sábanas de la cama.

—Me siento tan confundida.

Apago mi lámpara que esta al lado de la cama y ella hace lo mismo, luego se mete a la cama para envolverse entre las sábanas. Se queja cuando su pie topa con la punta de la mesita de noche.

—Ay amor, ¿Estás bien?

—Si, lo estoy.

—Tú memoria va a volver —Sonrío mientras observe la pijama que trae. —Te lo prometo. Y tendremos el resto de nuestras vidas para hacer nuevos recuerdos.

—Cierto.

Doy un leve beso en su frente —Me alegro que estes aquí.

Ella sonríe.

Nos quedamos un par de segundos en silencio mientras nos miramos, me acerco a ella y la beso lentamente, paso mi mano hacia su cintura y la bajo lentamente hasta sus piernas.

Marie

Seguía su beso lentamente mientras él acariciaba mis piernas.

En mi mente apareció la escena donde un hombre me agarraba de la pierna Justo como él lo acababa de hacer. Me asusto y mejor decido separarme. 

—Perdón — digo y enciendo la lámpara nuevamente.

—¿Que tienes?

—No Puedo —susurro.

—¿No puedes? — susurra sarcásticamente.

—Oye, perdón. Quizá solo necesito tiempo.

—¡Por Dios Mari! Soy tu esposo. — intenta agarrar mi mano y rápido la muevo.

—Porfavor no.

Me agarra del brazo fuertemente mientras se acerca a mi— Escúchame, estuve en esa maldita sala de espera toda la noche, no vine a dormir porque tenía miedo de no estar ahí cuando despertaras. Estuve cada segundo de tu recuperación, ¿y obtengo esto? Una esposa que no me deja tocarla.

—Me estás lastimando— susurro.

Me suelta enojado y se recuesto en la cama. Me abrazo a mi misma.

—Oye, perdóname. ¿Si? No era mi intención —Apago la luz y me vuelvo a acostar ignorándolo. — Porfavor Mari... Okey.

Se levanta de la cama y sale de la habitación.

Narrador omnisciente:

Aidan se quito los lentes mientras observaba cómo la chica se acomodaba en la cama por la pequeña cámara que se encontraba en la habitación.

En otro lado, en una comisaría de policía. Un hombre trabajaba en el caso de Marie Robles, ya que su esposo, Aidan Robles no había dado bien la dirección de su casa y estos no daban con ellos. Camioneta Blanca marcaba la pantalla de la computadora, ese había sido el auto que venía siguiendo a  Marie el día del accidente.

Cameron

Agarro el teléfono y marco —Hospital White Oaks. —contestan del otro lado de la línea.

—Enfermera. Habla el detective Brodeur.

—Hola, detective, ¿Pudo encontrar a Marie?

—De echo, no. Me preguntaba, ¿podría revisar el video de la cámara del estacionamiento de la noche en que ella ingresó?

—Claro. Se lo pediré a seguridad. Pero dígame, ¿que estamos buscando?

—Una camioneta blanca con un gancho de arrastre.

—Una camioneta blanca. Okey, deme un segundo— dice ella.

Me quedo en silencio unos segundos mientras me muerdo las uñas de mis dedos.

—¿Detective?

—Si aquí estoy.

—Seguridad consiguió la grabación y se lo enviaran a su correo.

—Gracias.

—Si necesita algo avíseme.

—De echo me estaba preguntando otra cosa. Si Marie no traía identificación, ¿Como es que Aidan dijo que era su esposo?

—Deme un segundo—dice ella— Según las notas del doctor, mostró algunas fotos familiares e identificó un tatuaje.

—Gracias por su ayuda —digo antes de colgar y dejar el teléfono inalámbrico en su lugar.

Sigo revisando las fotos que fueron tomadas el día del accidente a los golpes que Marie se hizo cuando llega un correo, es el video, lo reproduzco.

Aidan baja de una camioneta blanca antes de entrar al hospital el se coloca sus lentes. Justo la que estábamos buscando.

—Hijo de perra —Susurro.

Obsesión Secreta © (✔️)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora