Obsesión Secreta © (✔️)

Seis

Marie

Miraba por la ventana mientras escuchaba los sonidos de los pajaritos en la mañana, suspiro y el toque de la puerta me interrumpe. Aidan entra con un ramo de flores mientras sonríe.

—Buenos días. —No le respondo y sigo mirando por la ventana —Te traje algo. Antes tenías un montón de estás en la oficina así que... hice que plantaran muchas en el jardín. Oye... Te debo una disculpa, lo que dije anoche no fue Justo.

Suspira ante mi silencio y continua—Solo se me escapó y lo lamento. —se quita los lentes y los limpia con su camisa mientras lo miro nuevamente. —Y si quieres ir despacio, iremos despacio. Por supuesto pero tu comodidad nada más.

Se vuelve a colocar los lentes.

Regreso mi vista a la ventana mientras lo pienso.

•••

Cameron

Entro al lugar donde hacen tatuajes, espero unos segundos y un hombre sale.

—Hola, ¿Que se te ofrece?

Miro el piercing en su nariz y hago una mueca. —Auch, ¿eso te dolió?

—No, ¿porque, quieres ponerte uno de plata?

—Me interesa mas la tinta — coloco la hoja con la foto del tatuaje de Marie sobre la mesa.

—¿Eraldica, eh?

— Si, ¿puedes hacerlo?

— Hago lo que quieras.

— Umh, ¿querías decirme que significa?— lo miro mientras muevo un poco mi saco para que se vea mi placa policial. Él me mira y asiente.

—Em claro. — se acerca al mostrador y de ahí saca un folleto, busca un par de imágenes hasta que llega a la que busco. Murmura un par de cosas— Allen.

—Que sorpresa, Gracias. — sonrío y salgo de ahí.

Mientras manejo busco en la computadora, tecleo; Marie Allen. Woodridge 3382 - San José, California.

Marie

Despierto asustada.

Otra vez soñé con que un hombre me perseguía. Escucho el sonido de la ducha, quito la sabana de mis piernas y agarro el bastón para caminar, camino hasta la puerta del baño.

—Buenos días. —hablo.

Espero unos segundos y él responde —Buenos días.

—¿Tienes planes hoy? —Digo mientras miro la habitación.

—No no, en realidad iba a preguntarte lo mismo.

Mientras él habla yo me acerco a su chaqueta y de ahí saco su billetera. — Ah, ¿Que opinas si tenemos una cena romántica hoy?

Él sale de la ducha con la toalla enrollada en su cintura mientras camina hacia su closet y yo sonrío como si nada. —¿Que te parece si cocino yo?

—No estaría mal.

—¿Que comida te gusta?