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En otro lugar muy lejano se podía visualizar a un rubio meditando debajo de un árbol, hace una semana había terminado con su prometida, por que está le avía sido infiel con uno de sus amigos cercanos

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En otro lugar muy lejano se podía visualizar a un rubio meditando debajo de un árbol, hace una semana había terminado con su prometida, por que está le avía sido infiel con uno de sus amigos cercanos.

-Tch... Fui un idiota al creerle... No puedo creer que haya confiado en alguien que no sea Kurama, agh que estrés me causa de solo pensarlo-

Dijo el rubio mientras se revolvía el cabello, estaba muy estresado por que justo un día después de su ruptura, en la aldea le empezaron a acosar para que perdonará a la Hyuga, pero este con una voz firme se negaba.

El chico cerro los ojos y se volvió a concentrar, quería relajarse y dejar salir toda la impotencia y frustración que avía sentido al ver a su ahora ex novia, siéndole infiel con uno de sus amigo, ese día reprimió su llanto junto con su enojo, ese día casi se fractura la mano al golpear constantemente una piedra sin usar su chakra para que no se rompa con facilidad, quiso desquitarse con alguien pero debía mantener la cordura a todo momento, no podía asesinar a nadie, por que la aldea se pondría en su contra más de lo que están ahora.

Se empezó a calmar, dejó de estar con él seño fruncido y se empezó a dormir, en su sueño podía visualizar que estaba en un campo de girasoles, un campo muy extenso, con el cual soñó desde que se comprometió con la chica, siempre iniciaba así, este caminado con los ojos cerrados por ese lugar mientras con sus manos tocaba levemente los girasoles con una sonrisa, después el escenario cambiaba, un campo lleno de flores rojas, eran mejor conocidas como, flores del infierno, por su color rojo intenso se le dio ese nombre, también por una leyenda que después se contará, este se sentaba cerca a ellas intentándolas tocar pero siempre era interrumpido por un chico con cabellos burdeos que siempre le decía, no toques las plantas de noche que puede ser muy peligroso, cuando intentaba voltear a verle su rostro no podía, ya que este ser no poseía un rostro, solo se veía su cabello junto con una cicatriz roja en su cabeza, cuando se intentaba acercar para poder tocarlo siempre desaparecía para después de eso todo se tornará como una pesadilla. Pero esta vez si se pudo acercar más, pudo tocar su cachete, por alguna razón se sentía seguro, quería seguir estando con ese chico desconocido. Pero cuando se intento abrasarlo unos cuantos gritos lo empezaron a despertar, este se levantó furioso al ver que su única oportunidad de tocarlo se avía ido.

-¡QUIÉN DE USTES MALDITOS, INTERRUMPIÓ MI SUEÑO!-

Dijo el rubio con furia cuando llegó al lugar de los gritos para poder visualizar a tres personas protegiendo a un rubio de mechas rojas, ya que este estaba sangrando, mientras que el otro chico al ver al rubio se iba a lanzar hacia él pero fue detenido por el pilar del agua que le lanzo un ataque.

-¿Enserio no lo pueden retener?, que ridículos-

Dijo el chico para después acercarse a paso lento mientras esquivaba con mucha facilidad los ataques del chico.

-¡ALÉJATE QUE TE PUEDE HACER DAÑO!-

El rubio hizo caso omiso y se acerco dándole un fuerte golpe en la nuca al chico haciendo que este quedara inconsciente. Le sostuvo la cabeza para que no se golpeara y luego lo dejo en el suelo, para después levantarce y empezar a irse.

-Listo, ahora adiós-

-¡E-espera, como pudiste hacer eso!-

El chico se dio la vuelta para examinarlos mejor, pudo darse cuenta que esos tipos no pertenecían a una aldea ya que no poseían una banda ninja, se notaba realmente que ellos no sabían lo que había echo. El rubio los fulmino con la mirada y vio que estos no se inmutaron para nada, eso le agrado un poco de ellos, así que decidió hablar.

-Eso no les incumbe-

-Espera! Tu fuiste capas de dejarlo inconsciente con un solo golpe! Y nosotros ni siquiera pudimos hacerle frente, por favor, dinos como lo hiciste-

-Solo acumulen la suficiente energía y den un buen golpe, pero se supone que deben de saber eso, de que aldea vienen-

-¿Ah? Bueno, se que no nos vas a creer pero salimos volando del cielo, no sabemos como llegamos aquí-

El rubio volvió a verlos pero esta vez más detenidamente, por más grandioso que parezca se notaba que ellos no mentían, eso izo que se pusiera más serio que antes.

-Escuchen, se que no me mienten, pero como se que no son bandidos-

-Asnos una prueba! Si fallamos, dejaremos que nos agás lo que quieras-

-Y si pasan?-

-Después te lo diremos-

-Tu oferta me gusta, esta bien, pero tienen un día para pensar en esa propuesta, si no los mato-

Los chicos se miraron y luego asintieron, el rubio se complació ante la respuesta, así que empezó a caminar.

-No les voy a esperar, así que apúrense-

Dijo el rubio quien seguía caminando. Los chicos se empezaron a ayudar mutuamente para poder seguir al rubio, quien no tenia piedad de ellos.

-Una cosa más, me llamo Naruto Uzumaki-

-Yo soy Giyu Tomioka, ellos son mis compañeros, Shinazugawa Sanemi, Kyojiro Rengoku, Tokito Muchiro y este es Kamado Tanjiro-

-Bien, ya todos nos presentamos ahora vámonos, tengo que llevarlos a que revisen sus heridas-

Así dándose la vuelta para empezar a caminar rumbo hacia su hogar, los chicos se apuraron y empezaron a caminar ayudándose para ir más rápido. Mientras que el rubio pensaba en que le iba a decir a su compañero de casa, ya que tomo una decisión sin consultarle, ahora solo iba a esperar el grito de su vida.

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-Al parecer pude tomar su cuerpo, pero me sorprende que una persona cualquiera lo aya podido noquear... ¡Es sorprendente!... Pero apenas despierte... ¡Te voy a matar!-

Menciono una persona de cabello negro mientras veía a un chico de cabello burdeos estar dormido en una pequeña masa de su cerebro. El hombre sonrió victorioso mientras se sentaba a esperar a que llegara su momento deseado.

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Palabras: 1021

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