No me abandones

𝙸

𝙽𝚊𝚛𝚛𝚊 𝚘𝚖𝚗𝚒𝚜𝚌𝚒𝚎𝚗𝚝𝚎:

La última pelea, la última guerra, este era el final de todo y tenían que ganar a como diese lugar, no se podían permitir perder, o el mundo estaría completamente perdido. No se podían permitir perder esta guerra aun que muriesen.

Todo estaba echo un caos, todas las casas estaban destruidas. El sol estaba terminando de salir. Todos estaban llorando por la muerte de sus compañeros, cuando se escucho el grito del pilar del agua.

-¡TODOS LOS QUE PUEDAN MOVERSE...! ¡TOMEN SUS ARMAS Y VENGAN AQUÍ AHORA! REÚNANSE! ¡TANJIRO SE A CONVERTIDO EN UN DEMONIO! ¡MANTENGALO BAJO EL SOL HASTA QUE MUERA INCINERADO! ¡MATENLO ANTES DE QUE ASESINE A ALGUIEN!

Los que llegaron a escuchar los gritos estaban sorprendidos, no se podían levantar por la reciente pela, sus cuerpos estaban destruidos literalmente.
El único que siguió luchando ahí fue el pilar del agua, que como pudo mantuvo al chico al sol, quien lo empezaba a rasguñar sin compasión. Grata fue la sorpresa del azabache cuando vio que el demonio dejaba de quemarse y empezaba a mirarlo con ira intentando darle un golpe pero fue detenido por el chico con cabeza de jabalí, quien le empezó gritar al demonio mientras protegía al pilar detrás suyo. El demonio salto encima del jabalí con intención de matarlo pero, este, se defendió como pudo.

Mientras que el rubio recién estaba llegando con el apoyo de un médico, quería ver lo que estaba sucediendo, cuando vio que el jabalí estaba a punto de cortarle la cabeza al demonio, pero no pudo, era su mejor amigo, no podía matarlo aunque quisiese, eso izo qué empezará a llorar de desesperación.

El demonio al ver esto atacó sin dudarlo, iba a morderlo pero esa mordida nunca llego ya qué su hermana había puesto su cuerpo enfrente para evitar que le hiciera daño al jabalí.

-Oni-chan. Lo siento. Durante todo este tiempo yo nunca entendí nada perdóname. Llevas todo el peso en tus hombros, Oni-chan-

El demonio soltó un sonoro grito mientras agarraba la yukata de su hermana y la lanzaba hacia donde estaba el rubio. Este la recibió pero se cayó al instante por el peso de la chica, la cual se quería levantar para ir donde se hermano pero fue agarrada por el medico y el rubio quienes se negaron a soltarla.

El demonio volvió a soltar otro grito qué termino destruyendo el piso debajo suyo. Este apoyo sus manos y piernas en el piso, mientras qué de su espalda empezaron a salir un montón de huesos qué le estaban sirviendo como armas para atacar. Este empezó a formar una esfera de energía dirigida hacia donde estaban el pilar y jabalí cuando este desapareció de la nada.
Todos se quedaron sorprendidos, pero inesperadamente el pilar del agua también desapareció.

Los médicos estaban qué revisaban los signos vitales del pilar de la niebla y el pilar del viento, los cuales estaban despertando para ver como los médicos empezaban a revisar mejor sus latidos.

-Tranquilos, todo esta bien! Rápido traigan dos camillas-

Dijo un médico mientras veía como otros empezaban a traer las camillas para poder llevárselos a un lugar más limpio pero estos inesperadamente desaparecieron haciendo qué los médicos se asustaran.

Un rubio se encontraba viendo la vista de su ventana mientras rezaba, estaba feliz ya qué había podido sobrevivir a la cirugía qué tuvo hace unos días, se encontraba mucho mejor de salud, tanto así que quiso ir a pelear con sus compañeros pero no se lo permitieron, este estaba feliz cuando escucho unas fuertes pisadas acercándose a su cuarto, volteo su vista y vio a su hermano menor llorando con una al risa.

-Hermano! Hemos ganado! Muzan esta muerto!

Dijo el pequeño mientras se dirigía hacia su hermano con intenciones de abrazarlo pero este desapareció del lugar.