Elena se levantó de su silla para ir a la cocina, que guarra, pude notar la humedad entre sus piernas, sabía que yo estaba excitado y eso la tenía también con fiebre pélvica. Cuando volvió se ofreció a servirme un poco de agua, pues mis labios se secaban mucho con los nervios, y me tomé prácticamente toda la jarra yo solo.
Era muy caliente la tía Elena, se inclinó hacia mi y comenzó a servir mi agua mientras acercaba mucho sus pechos a mi cara. Me sentí un poco incómodo, pues ella, y su edad...Y demás...Ya saben...era muy extraño todo lo que estaba pasando allí.
Ella se retiró de mi cara y volvió a su lugar en la mesa, no sin antes provocarme con un andar muy seductor, moviendo sus enormes nalgas en todo mi plano de visión. Yo me tocaba mientras ella estaba de espaldas, toqué mi miembro erecto, Dios, se sentía muy bien, era lo mejor que había sentido en la vida, no podía parar de tocarlo, así que mientras comíamos seguí haciéndolo sin reparo alguno, disimulando, cuando ella me miraba, fingía estar acomodando mi pierna ortopédica, mi mano no paraba de subir y bajar de mi miembro, un líquido viscoso comenzó a salir suavemente de mi pene y me ayudó mucho con la lubricación, seguí moviendo mi mano, no podía resistir tal calor, recuerdo que mordí el tenedor, e incluso me lastimé tanto que llegue a sangrar, pero no me importaba, seguí, una y otra vez hasta que exploté en placer, la sangre me había calentado más, mi glande estaba a punto de estallar, había aumentado mucho su tamaño, y comenzó a expulsar mi ardiente semen...
Sin pensar en que frente a mi estaba Elena, que había contemplado y disfrutado toda la escena sin que yo me diera cuenta, que vergüenza, yo no recordaba que ella estaba frente a mi.Pude notar que su rostro había cambiado mucho cuando terminé, y que se sorprendió cuando me vine, al parecer le salpicó la pierna mi enorme eyaculación.
La vergüenza fue tal que me retiré de la mesa sin más. Ni siquiera me despedí. Sólo me levanté y corrí, si se le puede llamar correr a mis intentos.
Llegué a mi cuarto y cerré la puerta con llave. Sentía un placer enorme y una vergüenza aún mayor. Estaba muy confundido.Recuerdo que ese día, me desperté en la madrugada para ir al baño, como de costumbre... Mi cuarto estaba en una punta del pasillo, adyacente a él estaba el cuarto de mi madre, que se había mudado a allí para poder estar pendiente de mi toda la noche, le seguía el baño y en la otra punta el cuarto de huéspedes, allí estaba Elena...
Quería volver a verla, así que caminé despacio y muy silencioso hasta allí. La puerta estaba casi cerrada pero había un espacio entre la puerta y el marco por el que todavía se alcanzaba a ver algo dentro de la habitación.Recuerdo esa imagen y no puedo dejar de tener erecciones cada vez que la visualizo...Ele estaba acostada, reposando sobre su espalda, con las piernas abiertas, y la rodilla flexionada, frente a ella un trípode con una cámara de vídeo, Ele introdujo 2 de sus dedos en su vagina. Dios, que imagen tan hermosa, indudablemente, volví a tener una erección, esta vez mayor que la primera y saqué mi pene y comencé a masturbarme allí mismo, luego sacó de abajo de su almohada un consolador, muy real y parecido a mi pene pero adulto, ella comenzó a mamar con ganas aquel consolador, y yo solo imaginaba que me lo estaba haciendo a mi, así que no pude evitar sugetar aún más fuerte mi tenso miembro, y jalar con más energía, mi piel se erizaba, una y otra vez.
Ella introdujo el inmenso pene en su vagina, y comenzó a introducirlo rápidamente, copié su velocidad y me sentía dentro de ella, Que imagen...nunca la olvidaré, ni siquiera muerto...Esta vez no pude más y me corrí.
Creo que me escuchó gemir así que fui tan rápido como podía a mi cuarto. Me envolví entre sábanas y fingí tan bien que estaba dormido que realmente me dormí.
La mañana siguiente fui a la escuela como un día normal, sin dejar de pensar en lo que había pasado en esa noche de fiebre.
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No te vayas de mi lado
AcakEsta es una historia para mayores de 18...En resumen es todo sexo...Complace todas tus fantasías sexuales y deleitate con la jugosa vida de este chico. Suerte para aquellos que tengan el placer de leer mi novela. Leo todos sus comentarios, por favor...