2.824,51 ᴋᴍ [ᴊ ᴇ ᴏ ɴ ɢ ʟ ɪ x]

6

Sábado, 17 de septiembre

Felix sintió un extraño calor, él no estaba acostumbrado a dormir acompañado de alguien. Cuando su amigo Seungkwan se quedaba en su casa dormían en camas separadas, a Felix no le gustaba compartir su cama. Pero por alguna extraña razón se pegó aún más al cuerpo de su acompañante.

Se detuvo a ver con más detalle los colores de aquella habitación, y aseguraba que mientras más la veía, más quería que su habitación sea igual de ordenada y decorada como la de Jeongin.

El rostro de su soulmate era iluminado por aquellos rayos de sol que provenían desde la ventana. Su rostro era totalmente perfecto, aún cuando dormía. Dejaba escapar pequeños ronquidos que a Felix le causaban demasiada ternura.

Felix miro su muñeca nuevamente y sonrió. Agradecía totalmente que el destino lo haya unido con un ser tan lindo como Jeomgin. Quería seguir conociéndolo, necesitaba conocerlo aún más, y podía asegurar no querer separarse nunca de él.

-Buenos días Felix-Su voz eran tan linda al despertar, Felix juraba que sus mariposas en el estómago estaban dando vueltas por todo el lugar, y accidentalmente soltó un pequeña sonrisa al escuchar su nombre saliendo de los labios de Jeongin.

-Buenos días Jeongin, ¿Cómo dormiste?-Su voz sonó un poco ronca, y sus ojos no se despegaban del rostro del contrario, quería, pero no podía, y por más que lo intente, la sonrisa de Jeongin era muy linda, lo que hizo que su sonrisa creciera aún más.

-Bien, dormí bien porque estás aquí-Felix sonrió y sus mejillas se encontraban de un lindo color rojo al ver cómo su alma gemela también le sonreía y lo miraba a los ojos. Por un momento sintió que era todo un sueño, y tenía miedo que lo sea, porque se sentía tan bien y tan completo de solo tener a Jeongin frente a él.

La barriguita de Felix sonó antes de que él contestará. Tenía mucha hambre, necesitaba comer pero quería quedarse un tiempo más hablando con Jeongin.

-¿Bajamos a desayunar?-Felix se sintió tan avergonzado, y más aún cuando escucho una pequeña carcajada proveniente de Jeongin, su carita ahora sí estaba completamente roja.

Ambos se levantaron y Felix se dio cuenta que su bolso se encontraba en la habitación, cuando fue a buscar su cepillo de dientes, Jeongin lo llamo para decirle que se encontraba en su baño.

Una vez que terminaron, bajaron a desayunar. Se sintió tímido de solo pensar que sus padres y los de Jeongin los vieron dormir abrazados anoche.

Una vez abajo se sentaron junto a sus papas, quienes ya se encontraban desayunando. Vio como Jeongin se levantaba y se dirigía hacía la cocina. Sus padres hablaban con los Yang, y volvía a sentirse igual de incómodo que ayer.

-Felix, ¿Puedes venir?-se levanto y se dirigió hacia la cocina. Cuando entro pudo ver a Jeongin poniendo una cápsula en su máquina para prepararse un café.