Las personas somos tan caóticas y a la vez tan fascinantes, podemos crear y destruir todo a nuestro paso si nos es posible.
El ser humano tan imperfecto aunque su necedad de perfección lo limita a la banalidad.
Es irónico aludir a la verdad cuando en realidad no somos sinceros ni con nosotros mismos, cuando inventamos mentiras, creamos expectativas e ilusiones de casi todo en nuestra realidad.
Es irónico, ¿cierto?