Esta Mal •+18• <Jungkook y Tu>

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Otro día despertando en Seúl, lugar lleno de paisajes y lugares hermosos, mi vida aquí se resume en perfecto, o eso pensaba yo hasta que lo vi entrar por la puerta de mi habitación.

- Buenos días idiota, ya levántate - dijo el insoportable de mi primo al entrar a mi habitación.

Así es, este chico apuesto y de muy atractivo cuerpo, es mi primo, Jeon Jungkook, tengo que soportarlo todos los días, pues nuestras madres son solteras y como buenas hermanas que son, decidieron que vivir juntas era una buena idea, y así fue , o al menos para ellas, pues yo cada día soportaba menos a mi primo.

- ¿Qué quieres ahora? - dije tallando mis ojos para poder despertarme al 100%.

- Nuestras madres saldrán hoy, así que invite a un amigo, solamente quiero decirte que por favor, no convivas con el, y si lo haces, no quiero que hagas nada raro ¿Entendido? - dijo señalándome en forma de orden.

- Como quieras, pero lárgate, lo que menos quiero ver al despertar es tu horrible y asqueroso rostro - mentí, si bien no era lo que quería ver, su rostro era todo menos horrible.

- De acuerdo gata, ya estas avisada - dijo y salió de mi habitación de espaldas mientras me levantaba ambos dedos del medio.

Así era todos los días, el invadiendo mi privacidad y yo evadiéndolo a el.

Creo que no me presente, mi nombre es Jeon ____, tengo 17 años al igual que mi primo, soy mayor que el por 4 meses y vivo con el porque mi padre murió y el suyo lo abandono, tratamos de llevarnos bien porque es lo que nuestras madres nos piden pero sinceramente, Jungkook es muy insoportable.

Decidí por fin ponerme de pie, me metí a la ducha y me relaje al sentir toda el agua recorrer cada zona de mi desnudo cuerpo, salí y me puse un pantalón largo junto a una sudadera grande, desde pequeña siempre criticaron mi cuerpo, hice ejercicio desde los 12 años y ya cambio, ahora esta mucho mejor, pero sigo con la desconfianza de mostrarlo a alguien.

Escuche que tocaron la puerta de mi cuarto mientras me miraba al espejo, mi tía siempre salía a trabajar temprano y Jungkook siempre entraba sin tocar, así que supe de inmediato que se trataba de mi madre.

- Pasa - respondí.

- Ya me voy a trabajar cariño - dijo mi madre entrando al cuarto, cerrando la puerta detrás suyo.

- Buena suerte mamá - me acerque y la abrase.

- ¿Por qué usas eso? Deberías ponerte el top que te compre la semana pasada, con ese pantalón se te vería muy bien - mi madre trataba de ayudarme a no esconderme ni esconder mi cuerpo, ella sabe todo lo que sufrí por las personas que desde pequeña me criticaron por ser muy flaca, aun sabiendo que era solo una niña y estaba en pleno desarrollo.

- De acuerdo, lo usare - lo que mas amaba era poder complacer a mi madre, pues ella siempre ha estado para mi, es lo menos que puedo hacer.

- De acuerdo, te apuesto que te veras hermosa, pero bueno mi amor yo ya me voy - dicho esto salió de mi cuarto y yo me puse a buscar el dichoso top.

- Oye zorra, quería saber si tu... Wooow prima, que bien te lo tenia escondido - dijo Jungkook al entrar a mi cuarto, como siempre sin tocar la puerta, yo estaba descubierta del pecho, mi sostén era el único que me tapaba .

- ¿Qué te pasa idiota? - le arroje un zapato y este se encogió al recibir el golpe, yo solo me rei de el.

- Auch, que brusca, solamente quería saber si me acompañas a hacer unas compras, eres la única que tiene tarjeta de membresía del supermercado, no tengo mucho dinero y te necesito - dijo haciendo un puchero mientras se acercaba a mi.

- Aléjate, acabas de llamarme zorra y no dejas de ver mis pechos - dicho esto el levanto la mirada de mi pecho y me miro a los ojos - no te llevare, tienes que ganártelo - me di la vuelta.

No me sorprendí ni me incomode, con Jungkook la privacidad no existe, ya iban varias veces que me veía así y siempre era la misma reacción.

- Perdóname primita hermosa, jamás te volveré a llamar así lo juro - junto sus manos en forma de suplica y se acerco a mi.

- No te creo - lo ignore mientras volvía a buscar mi top hasta que por fin lo encontré.

- Ándale ¿Si? Prometo que ya no te volveré a molestar - me tomo de la cintura y me dio vuelta para que lo viera directo a los ojos.

- De acuerdo, se que no lo harás, pero yo también necesito comprar unas cosas, así que andando - lo aleje de mi y salí de mi cuarto mientras me ponía el dichoso top.

Para ser sincera, cuando se comportaba así me ponía muy nerviosa, y no le iba a dar el honor de encontrar esa debilidad en mi, pues se aprovecharía de ello para seguir molestando.

Subimos al auto que en este caso manejaba el, y nos dirigimos a la dicha plaza, siempre que salía con el era incomodo, pues siempre las chicas lo miraban con ojos de amor mientras murmuraban cosas entre ellas, eso no era lo que me molestaba, lo que realmente me molestaba es que algunas chicas me gritaban cosas como "zorra" "ella no es lo suficientemente linda como para estar con el" algunas incluso pasaban a un lado de mi y me empujaban, así de grave era la popularidad de mi primo .

- Okey, estaba pensando en que podríamos hacer un trato, yo te pago y tu haces de comer para mi y para mi amigo ¿te parece? - dijo cuando pasábamos por los pasillos del supermercado.

- Depende.

- ¿Depende de que?

- ¿De cuanto dinero estamos hablando? - lo encare.

- 28.000 wones ¿Trato? - estiro la mano para que la estrechara con el.

- Mmmm, trato - apreté su mano y seguimos con las compras.

Nos dirigimos a la caja donde nos atendió una chica, no suelo criticar el físico de nadie, pero la chica se veía sucia, despeinada y descuidada.

- Seria todo - dijo Jungkook entregándole el dinero.

- Disculpa, ¿Podría tener tu numero? - le pregunto la cajera mirándolo con ojos de asombró.

Jungkook me miro aterrado tratando de buscar ayuda, yo me quede callada simplemente observando todo.

- Oh, lo siento, tengo novia - me señalo y me sonrió, mientras recibía el cambio.

- Okey, entiendo - la chica me miro molesta mientras yo trataba de simplemente no verla.

( . . . )

- Dios, como detesto a las personas así - dije mientras Jungkook y yo salíamos al estacionamiento.

- Ya lo se yo igual, por cierto, gracias por la tarjeta y por no delatarme con la cajera - dijo una vez estábamos en el auto, subiendo las compras a la cajuela.

- De nada, pero ahora el presupuesto sube a 30,000 wones - me miro asombrado y yo reí - no es cierto, andando - subimos al auto y nos dirigimos a casa.