La semana después de que Rogue se mudara con Spider-Gwen ha sido extraordinaria. Después de que Gwen básicamente rompió la mente de Rogue al colocar toda su polla en ella, Rogue ha sido muy sumisa y obsesionada con Gwen. Siempre deambulaba desnuda por el apartamento y le rogaba a Gwen que tuviera sexo con ella tanto como fuera posible.
Gwen nunca antes había tenido este tipo de poder en una relación, y estaba absolutamente encantada con él. Tenía a una mujer mayor y "gruesa" como Rogue lista para cuando estuviera de humor. Es cierto que se pone dura, a veces tal vez demasiado. Pero Rogue siempre está pidiendo más. Esto también la ayudó cuando se balanceaba por la ciudad, porque podía concentrarse más en combatir el crimen que en preguntarse cuándo iba a tener su próximo polvo.
A Gwen le encantó su nueva situación de vida. Pero todavía tiene sed de otras mujeres. Se sintió un poco mal al ver lo increíblemente sexy que era Rogue. Pero ella realmente no puede evitarlo. Tenía que volver a salir y follar con alguien nuevo. Incluso si eso significaba que no podía ir con todo.
Gwen estaba follando el coño de Rogue esa tarde. De espaldas, Rogue estaba esposada a la cama y tenía una mordaza en la boca. Gwen sostenía una de las piernas de Rogue en el aire y la sostenía mientras golpeaba su coño mojado. Los gemidos se pudieron escuchar a través de la mordaza cuando Gwen finalmente entró en Rogue por cuarta vez ese día. Cualquier semen sobrante se derramó sobre la cama o cubrió el cuerpo de Rogue.
Gwen sacó su pene y se bajó de la cama. "Está bien nena, odio hacer esto. Pero saldré esta noche". Gwen se estaba poniendo unos jeans mientras hablaba. "Sé que quieres que me quede, pero no puedo quedarme todo el día". Gwen se puso una camisa, sin sostén y una chaqueta de cuero. "Solo será por unas horas".
Gwen se acercó a la cama y le quitó la mordaza de bola de la boca a Rogue. "Te quiero Shugah. Te necesito." Después de que Gwen le quitó las esposas a Rogue, se tiró al suelo, se arrodilló y trató de quitarle los pantalones a Gwen. Gwen agarró las manos de Rogue para detenerla y la puso de pie.
"Volveré, lo prometo. Si estás bien mientras no estoy, volveré a explorar tu pequeño y estrecho culo." Gwen sonrió y jaló la cara de Rogue para besarla. Sus lenguas se entrelazaron, Rogue trató de tirar de Gwen a la cama y encima de ella, pero logró liberarse de su agarre. "Estaré en casa pronto." Le dio una palmada a Rogue en el trasero antes de salir por la puerta.
Había un pequeño bar en las afueras de Hell's Kitchen del que Gwen había oído hablar por una razón muy específica. Era un bar donde mujeres futa como ella iban a tener sexo con mujeres que querían un polvo más exótico. Por lo general, los únicos hombres en este bar eran el camarero, el gerente y tal vez un conserje.
Gwen abrió la puerta y entró lentamente. Estaba vacío, excepto por una pareja de mujeres sentada en una de las mesas y alguien sentada en la barra sola. Gwen decidió ocupar el lugar junto a ella. El camarero se acercó y le preguntó si quería algo.
"Uh, sólo una coca, por favor." Después de que el camarero se sentó uno frente a ella y se alejó, la mujer a su lado se dio la vuelta y le dio una mirada curiosa.
"¿Una coca?" Ella preguntó.
"No soy muy bebedor". Gwen no quería hacerle saber que le faltaba menos de un año para cumplir los 21. No parecía información necesaria.
"Bueno, si no bebes mucho, ¿por qué estás aquí?" La mujer se volvió de modo que su frente quedara frente a Gwen. Tenía una blusa roja que tenía unos botones justo en el medio de su escote. Gwen ya podía ver bastante de los grandes pechos de esta mujer, pero quería verlo todo. También parecía que llevaba una falda negra corta.
"Solo estoy buscando a alguien. Cualquiera realmente." Gwen le dio una sonrisa, que fue correspondida. Ella extendió su mano. "Gwen."
La mujer le estrechó la mano. "Karen." Gwen tomó un sorbo de su bebida antes de que Karen volviera a hablar. "Entonces, estás buscando algo de acción".
