Spider-Gwen se balanceaba por la ciudad, en busca del crimen. Ella ya había detenido a algunos ladrones de bancos, pero el trabajo de un héroe nunca termina. Sin embargo, nada parecía estar sucediendo ahora. Era alrededor del mediodía, así que Gwen regresaba a la torre de los Vengadores para ver si había algo que pudiera comer.
Llegó y encontró un lugar en la azotea para comer. Mientras comía, se relajó y permitió que su mente divagara. Tenía que admitir que lo que le había dicho a esa mujer Karen era cierto. Le encantaba lo asertiva y segura que se había vuelto durante los últimos meses. Tuvo varias mujeres que siempre están ansiosas por dejar que Gwen las folle como quiera. Además, ella tenía su propia… ¿mascota sexual? Esclavo sexual? Digamos que su propia pequeña compañera de cuarto de sexo. Rogue puede ser mayor que Gwen, pero ella era completamente sumisa y siempre suplicaba por una buena cogida. Gwen pasó de tener mucha frustración y energía sexual reprimida a tener una forma instantánea de deshacerse de todo eso.
Pero si bien tenía al menos una mujer que siempre es DTF y puede soportarlo todo, también hizo que Gwen pareciera estar siempre cachonda. Su polla siempre es semidura en el mejor de los casos, y en el peor de los casos, lucha por esconderla en público. Pero ella no puede evitarlo. Ella siempre está en presencia de mujeres calientes.
Mientras Gwen continuaba pensando y comiendo, contempló la ciudad y disfrutó de la vista tanto como pudo. Finalmente, terminó su almuerzo y decidió regresar al edificio para hacer un poco de entrenamiento. Había un pequeño gimnasio personal además de los simuladores de entrenamiento que podía ver. Mientras entraba al edificio y bajaba unas escaleras, se topó con Black Widow.
"Hola Sra. Romanoff." Gwen nunca antes había conocido a Natasha cara a cara. Fue un poco intimidante.
"Entonces, ¿eres la Mujer Araña de la que he oído hablar?" Natasha detuvo a Gwen en medio de las escaleras, dándole una mirada.
"Um, supongo que sí. ¿Qué has escuchado?" A Gwen le gustó la presencia de Black Widow. De alguna manera la puso aún más difícil. Pero ella trató de no dejarla notar.
"Algunas personas diferentes, incluida Sue Storm". Gwen arqueó una ceja cuando mencionó el nombre de Sue. Lo más probable es que todo lo que Sue le dijo pareciera intrigar a Natasha. Ella parece estar observándola, si está leyendo correctamente el movimiento de sus ojos.
"Bueno, me gustaría poder quedarme, pero voy a hacer algo de gimnasio ...". Gwen trató de alejarse, pero Natasha la agarró del hombro por un momento.
"Primero, podrías encontrarte con Psylocke. Pasó por allí después de una misión y está haciendo algo de acondicionamiento allí. Solo un aviso". Natasha luego le dio a Gwen un ligero masaje en el hombro. "En segundo lugar, voy a hacer un reconocimiento más tarde esta noche. Terminaré de regreso aquí alrededor de la medianoche. En caso de que por alguna razón estés aquí". Black Widow luego subió las escaleras, con Gwen mirando su trasero. Luego volvió su atención frente a ella y fue al gimnasio.
Efectivamente, cuando llegó allí, Psylocke estaba en una cinta de correr durante su entrenamiento. Ella no se dio cuenta de Gwen al principio, así que Gwen simplemente se puso a hacer ejercicio, haciendo algo de levantamiento de pesas como press de banca y sentadillas. También se subió a la cinta mientras Psylocke se bajaba, intercambiando saludos. Gwen se quedó un rato en la cinta, haciendo un buen sudor.
Posteriormente, Gwen decidió revisar la nueva sauna que se instaló la semana pasada. Regresó al área de los casilleros, se puso una toalla y se dirigió a la sauna. Fue allí donde Gwen se topó con Psylocke nuevamente. Esta vez, estaba sentada desnuda.
"Hola de nuevo." Psylocke sonrió. "Oh, no te preocupes. Kitty ya me contó TODO sobre ti. Adelante, déjate llevar".
Gwen estaba un poco sorprendida de que Psylocke pudiera decir lo que estaba pensando acerca de dejar la toalla puesta. Pero ella es una telépata. Entonces, Gwen decidió sentarse y soltarse la toalla, dejando que su polla dura como una roca saliera al aire libre.
"Tengo que preguntar algo." Psylocke se inclinó hacia adelante, con los codos sobre las rodillas. "¿Cuántos realmente pueden caber todo eso en sí mismos?"
"Bueno," comenzó Gwen mientras ponía una mano sobre su polla, acariciándola ligeramente. "Hasta ahora, solo hay una mujer que puede hacerlo. Pero la obligué a hacerlo, lo que hizo que se obsesionara por completo conmigo".
"¿Es eso así?" Psylocke sonrió.
"¡Sí!" Gwen sonrió. "Quiero decir, estoy tratando con una polla que mide más de un pie de largo. ¡Y mira qué grueso es esto!" Gwen le quitó la mano, dejándola asimilarlo todo. "No creo que haya muchas mujeres que puedan aceptarlo y no volverse locas mentalmente".
Bueno, esas mujeres probablemente no tengan habilidades telepáticas. Probablemente no sepan cómo poner barreras mentales alrededor de su mente para asegurarse de que algo así no suceda. "Psylocke se levantó y caminó hasta que estuvo parada justo en frente de Gwen.
"¿Bueno, qué estás esperando?" Psylocke sonrió y puso sus manos sobre el hombro de Gwen mientras comenzaba a colocarse en su regazo. Quería empezar a bajar lentamente la polla de Gwen, pero la agarró por las caderas e instantáneamente la obligó a bajar hasta la base. Esto provocó que un sonido fuerte, parecido a un animal, escapara del cuerpo de Psylocke. Gwen hizo que comenzara a moverse hacia arriba y hacia abajo, su coño encajando toda su polla dentro de ella. Gwen agarró los grandes pechos de Psylocke y comenzó a chuparlos. Envolvió sus brazos alrededor de Gwen, acercándola.
Gwen movió sus manos alrededor del cuerpo de Psylocke, clavando sus uñas en su piel. Luego comenzó a abofetear el culo de Psylocke, rascándolo, haciendo todo lo posible mientras se follaba la polla. Psylocke movió sus manos, poniéndolas en el rostro de Gwen cuando finalmente llegó el clímax. Todo se disparó hacia el cuerpo de Psylocke una vez que su trasero alcanzó la base de la polla de Gwen. Psylocke se estremeció, su aliento inundó el rostro de Gwen. Dio la casualidad de que los dos se besaron y se besaron. Luego, Gwen la levantó y la puso a su lado. Gwen volvió a ponerse la toalla y se fue, con Psylocke sonriéndole.
