Capitulo 25.
-¿De qué beso hablas?- Le pregunte nerviosa.
-Vamos ____, los 2 sabemos que no sabes mentir mucho- Respondió Justin riendo.
-Bien, pero tú fuiste el que me beso así que…-Me interrumpo.
-Lo sé, se que no significa nada, solo estaba borracho, tranquila- Dijo probando su desayuno.
-¿Todo bien entonces?- Le dije preocupada.
-De lo mejor… oye, que delicioso esta el desayuno- Dijo sonriendo.
Solo sonreí ante su comentario, pero dentro de mí, había sentido que moría lentamente, el otra ocasión el hubiera insistido en que deberías volver o cosas por el estilo, pero ahora no fue así.
Vamos ____ no seas ingenua, ya tienes lo que querías, Justin se olvido de ti, ahora puedes estar tranquila con André, lograste lo que criaste durante estos meses.
Baje las escaleras con toda la calma del mundo, mis padres estaban desayunando en su habitación, André y Justin igual, solo quedábamos mi abuela y yo, camine hasta la cocina para servirme algo de comer, pero mi abuela me detuvo la mano.
-No señorita, usted y yo nos iremos a desayunar a otro lugar y me platicaras todo- Me dijo seria.
-De acuerdo- Trague saliva.
Muy dentro de mí tenía la esperanza de que se le hubiera olvidado, y más con todo lo que paso en tan solo 2 días, pero no tengo la suficiente suerte del mundo.
Salimos de la casa y manejo hasta un restaurante cercano, por cierto su comida es deliciosa, antes solíamos ir todos los domingos a comer, ahí tuve varias peleas con Justin, de nuevo viene a mi mente él, a quien engañas ____, siempre está en tu mente este nombre, Justin Justin Justin Justin y mas Justin.
Bajamos del automóvil y entramos para tomar una mesa, no sabía cómo lo tomaría, pero sé que ella es de mente demasiado abierta para estas situaciones, y también se que ella es la única que me dará un verdadero consejo.
-Bien, ahora si dime todo- Dijo recargándose en la mesa y dibujando una sonrisa.
-Abuela, quiero que cuando te cuente todo no comentes nada, hasta el final, es más fácil para mí- Le dije tomando su mano.
-Cuentas con eso- Acaricio mi palma de la mano.
Estaba por empezar a contarte cuando el mesero llego con nuestros platillos, algo simple, huevos revueltos con algo de tocino y pan tostado con mermelada y una taza de café para acompañarlo, las 2 empezamos a comer, mientras yo le empecé a platicar todo. Empecé desde el trato con nuestros padres hasta el día que llegue de nuevo a New York, en su rostro no se miraba ningún sentimiento, eso me tenia tranquila, pero igual nerviosa.
-Y anoche, cuando lo lleve a su habitación el me beso, y por un momento caí en sus labios, nunca podre superarlos, y detesto tener que mentirle a André de esta forma, pero ya no se qué hacer conmigo, un día quiero dejar a Justin para siempre y al otro él me besa y me recuerda todo lo que vivimos y el porqué lo amo tanto, ¿Qué hago abuela?-Suspire.
-Bueno…eso si te digo, por más que Justin se quiera hacer el fuerte ahora, siempre te va querer demasiado, se lo que te digo, y también se que tu siempre lo amaras- Dijo con un tono tranquilo.
-Pero…¿Qué me ayuda eso? Es más, me complica todo, ¿Qué pasara con André?- Le pregunte desesperada.
-No sé porque, pero André no me da mucha confianza se que apenas lo conozco y tengo que darle tiempo, pero hay algo en el…- Dijo frunciendo el seño.
-¿Cómo qué?- Le tome a mi café.
-No tengo idea, pero volviendo a lo que venimos, tienes que hacer lo que tu corazón dicte y mande-Sonrió.
-¿Y si no lo hace bien?-
-Veras que será lo mejor que puedas hacer, ni yo puedo decirte que hacer en esto, si piensas que tu mamá y Jeremy no lo verán bien que ustedes dos sean novios, pues sigue con André, pero si estas dispuesta a luchar para que los acepten juntos, ya sabes qué hacer-Me guiño el ojo.
Tenía razón en todo, es que todos lo ven muy fácil pero es como si tuvieras que escoger entre un camino tranquilo y con cariño con André y un camino de amor y dificultades con Justin.
De regreso maneje yo, llegamos a la casa, cuando entre mi mamá ya estaba preparando la comida, Jeremy y Justin estaban en la sala jugando con nuestros hermanitos, pero no estaba André.
-Hola mamá, ¿Cómo estás?- La abrace.
-Bien, pero que pena con ustedes-Nos miro a las dos riendo.
-Tranquila hija, todas necesitamos algo de diversión en nuestras vidas- Contesto mi abuela.
-Oye mamá, ¿Y André?- Le pregunte.
-No lo sé, solo bajo las escaleras apurado dijo que regresaría en la tarde, se miraba muy impaciente, como si tenía algo muy importante que hacer-
Mi abuela me miro con una mirada seca, yo la verdad no lo miraba mal, porque él tiene familia aquí, apuesto que debió haberse enterado de alguna reunión y tuvo que salir rápido, o peor, algún familiar se puso enfermo.
