Una Lágrima De Inocencia

Capitulo 2

(Tiempo atrás)
Yo dormía plácidamente en el sofacama cuando escuche algo.
-Despierta mi niña, llegarás tarde- dijo la madre María José- despierta- dijo ahogándome y yo me moví incomoda y adormilada y me obligué a pararme- te esperaremos en el desayuno-dijo al fin.
-Si Madre Mary Jose-dije y fue por mi ropa.
Años atrás mis padres murieron cuando nací, desde ese momento vivo en este orfanato.
Me puse mi uniforme y me dirigí a la escuela, la gente me miraba con extrañeza, cosa normal en mi vida.
Esta es la verdad, verán, en esta escuela la gente suele considerar que lo nuevo o raro es algo malo.
Entré al salón de clases rápidamente y me senté en mi banca, esto seria un largo día.
-buenos días alumnos, antes de empezar la clase les presentare a un nuevo Alumno, James-dijo un un chico castaño de ojos azules y pecas entro al salón, era guapo, tenía que admitirlo, aun que parece que algunas de mis compañeras pensaban igual al juzgar por sus caras, yo en ese momento reprimí una carcajada por lo divertidas que se veían.
Escondí mi cabeza en mi libro de matemáticas para que no notaran mi mueca echa por querer reírme.
-hola-escuche una voz a lado mío, me sobresalte gracias a que esto no era normal.
Destape mi cara del libro de matemáticas y pude ver al perteneciente de la voz, era el chico nuevo sonriéndome, yo al instante palidecí, pero después mis mejillas empezaron a arder.
-Hola-dije tartamudeando apenas audible y tratando de esconder el sonrojo.
-Mi nombre es James-dijo él.
Dejé de verlo y me fijé en la clase, de seguro era una trampa, pensé.
Al acabar las clases salí corriendo.
(Ahora)
Corrí por el bosque siendo perseguida hasta que tropecé y caí.
El cazador se posó frente a mi apuntando con su arma de fuego, lista para rugir y acabar con cada gramo de vida que quedaba en mi cuerpo.
-¡Si has de llamarte hombre mátame ahora y no me causes mas tortura!-exclamé sin más, harta de ser perseguida y lista para la muerte.
-¡Calla, bestia infeliz!-exclamó con el rifle aun en manos.
-¡Bestia aquel que mata a sangre fría sin razón relevante!-exclamé-. ¡Bestia el que puede dañar a un inocente!-grité con todo mi coraje en la lengua-. ¡Bestia aquellos que me han hecho esto!
En ese momento el cazador rozó el rifle...