¿Los que se odian, se aman? (Rubius y vos)

Capitulo 23

Me desperté por la alarma, pero quería estar en mi cama. Ahí calentita, quería poder quedarme eternidades ahí, pero no podía, tenia que viajar. Me levante y hacia un poco de frío. Así que me vestí con unas calzas y un sweter liviano. Me peine, baje para meterme en el baño, lavarme los dientes, y peinarme. Cuando salí del baño estaba mi hermano con Ailen. Me sonrieron y les sonreí. Iba a salir el avión a las 3:00 así que tenia un poco mas de media hora, y llegaría a España tipo 16:00 del otro día.

-Bruno, me preparas un cafesito?-

Bruno era el segundo nombre de mi hermano. A veces me daba por decirle Bruno. El asintió y se fue a la cocina junto con Ailen. Yo me fui para arriba para sacarme mis ultimas fotos. En Argentina. Me preparé una mochila, con unos libros, mis anteojos de descanso, el celular y auriculares. El viaje iba a ser largo, demasiado, y tengo demasiadas hormigas en el culo. Termine de hacer varias cosas, y baje a tomar algo.

- Cuando a ustedes les surga de la nada vengan y listo.- Dije para sacar conversación.

- Bueno! Gracias!... Te voy a extrañar mucho pelotuda.- Dijo mi hermano abrazandome.

-Yo también imbécil- Dije devolviéndole el abrazo.

Se alejo de mi pero me tuvo en brazos y dijo- Cuidate! Y no dejes que todos tus amigos te violen.- Dijo esto último muy serio para mi gusto. No pude y me tenté en su cara.

-Te lo digo de verdad estúpida!-

-¡Esta celoso!- Ailen se empezó a reir.

-Tomatela, llevame al aeropuerto y no rompas las bolas.- Le dije yo, mientras lo empujaba. Lo deje de empujar y empezó a caminar por si solo.

Salude a Ailen con un abrazo muy fuerte, esta chica era una dulzura y me caía muy bien.

-Chau bonita, cuando quieran vengan!-

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Estaba en un cuarto del viaje, mi culo estaba muy triste, estuve durmiendo hasta recién pero recién son las 14:00. Me faltaban varias horas de viaje. Pero al lado mio había una nenita chiquita. Que al parecer tenia una manía con molestarme, me empezó a tirar del suéter para llamar mi atención, me saque los auriculares en uno de mis temas favoritos "Me Vieron Cruzar" de calle 13.

-¿Que pasa bonita?- Dije intentando no mandarla a la mierda.

-Mi madre no me quiere comprar chuches.- ¿Eh? Dios mio, la vi y era una nena hermosa.

-¿Y que querés que haga?- Lamentable esa frase digas como la digas suena agresiva.

-Comprame unos, por favor.- Por su manera de hablar parecía ser española.

-¿Pero tu mama no te quiere comprar por que le falta dinero?-

-Si! Le faltan 3€ seria algo así como 27$-  Hace cálculos mas rápido que yo. La nena se levanto y me hizo la seña de que la siga, empezó a caminar y me llevaba de la mano. Era tan chiquita que me remitía a mi infancia. Dios mio, esta nena era preciosa. Dejamos de caminar y paramos en una maquina que había una mujer bastante joven muy linda.

-Hola. Disculpame, pero ella es tu hija?- Dije con una sonrisa.

-Hola. Si, ella es mi hija porque?-

-No nada malo, simplemente que me pidió plata para que le compre unos tal chuches.- Dije mirando a la enanita.

-¿Isabella? Te dije que no vayas a buscar a nadie!-

-Tranquila, no pasa nada.-Saque de mi billetera veintisiete pesos.- Tene, espero que te sirva, se lo di en la mano, sonreí, y me fui a seguir escuchando música.

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Estábamos bajando, cuando la nena me dio los 27 pesos.

-Gracias, pero al final mi padre encontró plata.-

-Quedatelos lindura, así ahorras.- Le dije giñando el ojo. Ella se rio y me dio un beso en la mejilla.

Después guardo la plata y se fue para la salida. Yo saque mi mochila y cuando estaba haciendo puntitas escuche un "Uhh que orto!". Si hay algo que me saca son esos hombres machistas que no se aguantan sus "piropos". Me di vuelta y estaban unos chicos re lindos. PERO NO CHABON. NO.

Simplemente les dedique cara de orto, saque la mochila y me baje. Hice todos los papeleos y me aleje a la puerta del aeropuerto para tomar un taxi y ahí estaba la dulce nenita con su mamá y supongo que su papá. Justo vi a un taxi, lo pare y me subí. El tachero era buena onda, así que hablamos y bueno en 15 minutos estábamos en mi casa. Subí, y bueno primero fui a lo de Ruben. Necesitaba ver a mi perro.

-Ruben! Atendeme la concha de tu vieja!- Dije después de tocar 7 veces.

-Ahí voy!-

-AL FIN NENE!-  Me apoye en la puerta, no daba más, la abrió y cai encima de el, pero por suerte no llegamos al suelo. Me abrazo y yo lo abrace.

-Che pendejo, que paso que no me hablabas al WhatsApp?- Más directa no, no?

-Me robaron el celular. Y todavía no compre ninguno.-

-Posta?? Como paso todo? Hagamos una cosa. Llevemos a Fede para mi casa y depasó me contas todo.-

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