Capítulo III: El caso del hotel.

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Tal y como había dicho, ese pequeño tiempo de felicidad y lucidez se convirtió en desesperación. Nunca imaginé que pasaría algo así en un momento como ese, pero fuera como fuere, debía investigar el por qué de ese disparo, tenía que saber qué demonios pasó. Toda la guardia del hotel se movilizó hacia el lugar donde se originó aquel ruido espontáneo.

—Ashley... esto... creo que hablaremos sobre lo nuestro más tarde... debo saber qué diantres pasó.—

Ashley: ¡Ni hablar Eddard! Deberás llevarme contigo, no pienso quedarme sola aquí fuera, a estas horas, y sobre todo, habiendo un maniático con un arma.

—Tienes razón. Vamos.—

Ashley: Tengo mucho miedo...

—No te preocupes, yo te protegeré, además este lugar tiene muchísimos guardias, no te pasará nada, tú sólo hazme caso a lo que te diga.—

Ashley: Vale...

—No parece haber sido muy lejos. Ya se pueden ver los guardias desde aquí.—

Ashley: Sí, parece que falta poco.

—Debemos apresurarnos.—

Finalmente llegamos al lugar de los hechos.

Jefe de la guardia: Lo siento, pero no pueden haber civiles aquí, así que por favor, regresen por donde vinieron.

Casi nos sacan a patadas de allí, pero saqué una pequeña identificación que tenía siempre conmigo.

—Eddard Addams. Soy detective, así que inspeccionaré este lugar. Yo me encargaré de todo, ustedes continúen con su trabajo, puede darse el caso de que ocurra algo peor y tener a toda la guardia reunida en un mismo punto sería mala idea. Solamente quédense tres conmigo.—

Jefe de la guardia: Ya veo. Tiene razón señor detective, nosotros volveremos al trabajo. Leonard, Michael, Steve, quédense ustedes con él y sigan sus instrucciones. Por cierto ¿Tiene usted armas?

—Sí, pero me temo que no las traje porque jamás pensé que sucedería esto, por eso es que le pedí que dejara a tres guardias conmigo.—

Jefe de la guardia: Vale, adiós.

Volvieron a sus posiciones, pero claramente no se quedaron estáticos, se alternaban a la hora de patrullar.

Ashley: Eddard ¿Por qué pediste que se quedaran tres guardias y no solamente uno?

—Por la sencilla razón de que no me fío ni un pelo de ellos, y si uno resultara ser el asesino e intentara atacarnos, los otros dos lo detendrían.—

Ashley: Vale, bien pensado.

—Veamos qué tenemos por aquí.—

Ashley: Mmm... Yo también te ayudo.

—Sí, pero no toques nada.—

Ashley: Ok.

—No te lo digo por nada malo, sino porque al tocar algo, quedarán tus huellas ahí.—

Ashley: Sí, lo entendí, no te preocupes.

—Vale. Lo primero, el asesinato ocurrió en la habitación... A ver... Ah, ya, 225. Muy cerca de la nuestra.—

Ashley: Sí.

—Entremos a inspeccionar.—

Ashley: Te sigo.

—Aquí esta la víctima ¿Podrías anotar lo que te diré en esta agenda?—

Ashley: Sí, claro.

Le di mi agenda que estaba en el otro bolsillo de la chaqueta.

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⏰ Última actualización: Jun 18, 2023 ⏰

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