░╎❝ Lettera d'amore ❞╎░

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│ ✐; Ustedes nunca notaron que me dejaron roto.
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- ̗̀ (( ✎. Los milagros existen, esa fue la frase que me dio ánimos para poder declararme, estaba nervioso y tal vez un poco asustado de la respuesta, había pasado tres noches en vela solo para escribir una carta, una carta que estaba llena de amor y palabras cursis que representaban lo poco de lo mucho que aquella persona me hacía sentir, si bien declararse es vergonzoso y te deja aquella sensación de angustia miéntras te estás declarando... Hoy, particularmente hoy me sentía peor en esta ocasión, ya me había enamorado una vez de está manera y no fue agradable haberme declarado esa vez, tal vez tenía miedo de que la respuesta fuera la misma pero aquel tipo siempre me daba serenidad y seguridad, tenía esperanza de que aquella actitud tan buena fuera señal de que el también gustaba de mi, quería saber cuál sería su respuesta si un drogadicto tan patético como yo se le declarara a un don tan importante, aunque con más dudas que certezas me prepare y salí de casa. ¿Qué podría malir sal?

✎. En el camino nada se sentía distinto, si bien yo no podía con la incertidumbre que me carcomia desde mis adentros hacia afuera, mi alrededor seguía como todos los días, arriba de mi tenía un cielo de vibrantes colores azules y amarillos combinados con un poco de lila, las nubes esponjosas cubrían solo un poco el sol que alumbraba el tejado de las casas del vecindario que estaba pasando, la mañana estaba un poco gélida pero muchos estaban felices de un nuevo amanecer, aves y algunos adultos habían comenzado su rutina, era un poco jodido ver tanta tranquilidad cuándo yo estaba completamente ansioso, bajé mi mirada de aquel cielo y apresure un poco la caminata asegurándome de que la carta siguiera en las bolsas de mi sudadera, quería llegar a la casa de España y poder entregarle la carta, si decía que sí aquel cielo sería testigo de mi inmensa felicidad, no podía esperar.

✎. Llegué a los terrenos de una de sus casas dónde aquel don se encargaba de hacer algunos negocios no tan importantes, algunas pequeñas exportaciones y "trabajos" de aquel mundo un poco retorcido, tenía la respiración agitada por la inmensa subida que tenía que caminar para llegar a ese lugar, es prácticamente imposible subir en un auto por esa zona, al estar ya un poco más cerca controlé mi respiración y saqué la carta que ya estaba un poco arrugada por la travesía que había hecho en el bolso de mi sudadera, el sentimiento de inquietud aumento mucho al saber que ya se aproximaba el momento de la verdad, tragué saliva y seguí a paso firme al lugar al que me dirigía, la puerta de aquella mansión que ya se podía ver, España me había dicho que me esperaría con lo que le pedí en la puerta como todos los sábados a las 7:20 de la mañana, sin notarlo ya estaba corriendo con una sonrisa boba hasta la entrada principal, que pase lo que tenga que pasar, no debería tenerle miedo al amor.

✎. Corrí a la puerta, a unos pocos metros me detuve al ver a España con su ropa tan característica, su camisa desabotonada que lucía su enorme y fornido pecho, sus pantalones ajustados que definían aquellas torneadas piernas y hacían resaltar su gran culo, tragué de nuevo saliva y a pesar de que mi respiración estaba bien me empezó a costar respirar, ahora estaba nervioso, levanté mi mano para saludarlo a la lejanía y cuándo estaba apunto de gritar su nombre para que volteara a mi dirección algo me hizo detenerme en seco, España que estaba afuera del portón con un hombre suyo solo le dio el paquete a su hombre y dio media vuelta entrando a su casa de nuevo, me comencé a preguntar porque había hecho eso, puesto que el siempre me entregaba el paquete a mí directamente, no decidí darle mucha importancia y caminé hasta la entrada, algo confundido quise pasar al patio de aquel lugar pero el guardia que estaba con España me detuvo, me entregó mi pedido y me dijo que me marchara, que su jefe iba a estar ocupado, pregunté por que y el solo soltó una risa.
"Hoy el Don Reich vino para declararse"

✎. Me quedé helado tan pronto escuché aquel comentario, incrédulo me asomé por los barrotes de aquella puerta, podía ver el patio después de todo, me aferré a esos tubos fríos sin apartar mi vista de las personas que se podían ver en aquel lugar, el hombre de la puerta me intentó apartar pero yo solo permanecí inmóvil viendo algo que me estaba partiendo el corazón, había 8 personas sobre el césped, seis personas que tenían instrumentos en las manos y tocaban suaves y románticas canciones de amor, el antes mencionado por el guardia y del quien estaba yo profundamente enamorado... España. Nazi sostenía un enorme ramo de rosas y le confesaba sus sentimientos con bastante amor a ese español, yo no sabía que hacer, comencé a llorar al ver a mi amado sonreír tan torpemente hacia aquel que le había llevado serenata, vi con dolor como ambos se besaron y finalmente escuchar que España tenía los mismos sentimientos, le entregó el ramo y un anillo que parecía bastante costoso, la serenata se detuvo, aplausos y porras fue lo que se escuchaba miéntras aquellos dos se besaban con pasión, mi mente estaba en otro lugar, no podía más que ver cómo esos dos se besaban, reaccioné cuándo el hombre que estaba a mi lado me empujó y tiró al suelo, la carta cayó junto conmigo y no me molesté en recogerla, le pagué al sujeto, tomé mi paquete y me marché llorando.

✎. Caminé de regreso completamente perdido y fuera de mí, no dejaba de llorar como un niño inmaduro, muchas personas solo me vieron y sintieron pena por mi, tal vez pensando que recién había perdido un familiar o algo por el estilo, yo solo quería llegar a mi casa, ahora sentía que todo mi mundo colapsaba, me sentía como si hubiera abotonado mal mi camisa, me sentía muy roto y vacío, realmente no tenía derecho de sentirme mal pues España no fue más que solo amable conmigo, sin embargo verlo besar y decir que amaba a alguien más me partía el alma. No podía creer que esto estuviera pasando, España ahora estaba saliendo con alguien que me había partido el corazón a mí, si bien en ese entonces me rechazó porque estaba comprometido, eso no quita que haya sido muy severo con el rechazo, me ofendió y trató como basura ¿Por qué ahora viene y se declara a España? España es tan diferente al tipo tan malo que es nazi, pensé eso y me acosté en el sofá de mi sala, a decir verdad solo le tenía envidia a nazi por que tenía el amor de aquel don tan precioso, intentando dormir suspiré y comencé a pensar que hubiera pasado si yo me hubiera podido declar antes, seguramente un rechazo seguro pero quería poder intentarlo.

✎. Desperté al siguiente día con los ojos llorosos y con un sentimiento de vacío en el pecho, ahora que recordaba ni siquiera me molesté en recoger la carta, esperaba que el hombre tan agresivo de la puerta rompiera aquel sobre, aunque de todos modos si España o nazi leían el contenido no harían más que burlarse, en su momento no me importó pero ahora me sentía preocupado por el paradero de esa carta, decidí que lo mejor sería no darle importancia y comencé a preparar mi desayuno, mi desayuno fue solo un vaso de agua con un pedazo de pan, desayunado solo me di la labor de volver a cama a dormir, no tenía intenciones de salir hoy a ningún lado, no sabría cómo ser positivo ahora mismo, pensando eso solo subí las escaleras al segundo piso de la casa, al estar por la mitad ya casi habiendo subido 20 escalones escuché como el timbre sonó a mis espaldas, con pesadez volví a bajar ya que yo quería estar acostado en la cama, no sabía tampoco quién podría ser ya que no tenía ni amigos o familiares, pensé que tal vez sería el dueño de la casa que me echaría a la calle, pero... Ja, que inesperado, no esperaba encontrarme con eso tan pronto abriera la puerta, que sentimiento tan agridulce, al menos mi carta no se rompió.

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⏰ Última actualización: May 02 ⏰

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﹀.﹀ Los dos hombres de los que me enamoré están enamorados((🌿)) ೃ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora