Repartidores

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Todavía no sabia cómo organizarse bien con todas las entregas, simplemente eran muchas y demasiado continuas. Además, el tráfico no ayudaba y odiaba llegar tarde a los destinos, porque no quería que los clientes esperarán demasiado, sobre todo a esas horas del día. Aparte de eso, su salario también bajaría y no podía permitirse eso; tenía cosas que conseguir y mantener.

Desde que empezó la universidad y se mudó, las cosas solo habían sido más difíciles. Ahora se arrepiente de haberse metido a una universidad que estaba tan lejos; se pudo haber quedado viviendo con su mamá si no hubiera sido el caso. Pero, lo hecho, hecho está y aprovecharía que sus vacaciones de invierno acababan de empezar y daría lo mejor de sí. Quizás podría visitar a su mamá el próximo viernes.

Plus ultra. Pensó mientras salía del local con las nuevas entregas detrás de su espalda.

Llegó a la zona de motorizados y se apresuró en prender su motocicleta asignada, cortesía del señor Toshinori, quien le prestaba su moto para que el joven pudiera realizar las entregas. La verdad era una moto agradable y cuando tuviera lo suficiente quisiera tener una propia.

Rápidamente antes de irse colocó la dirección de una de las entregas, la cual era la más cercana y por ende la primera que entregaría.

Con la dirección ya puesta se colocó su casco y arrancó velozmente; sin darse cuenta de cómo otra persona arrancaba junto a él.

Avanzó una cierta cantidad de kilómetros hasta que tuvo que detenerse por el semáforo en rojo, cosa que aprovechó para fijarse en la hora.

—12:30, todavía tengo tiempo. —murmuraba el joven peli verde.

—Tarde, otra vez.

No, por favor no.

—Primero que nada, hola. Segundo, ¿Cómo es que sabes que voy "tarde"? —Le preguntó al contrario mientras se volteaba. Resulta que el otro repartidor se encontraba prácticamente casi a su costado de no haber sido por los carros que también estaban esperando para avanzar.

—Trabajamos al frente del otro, idiota.

—¿Y?

—Además, estabas murmurando.

¿Cómo es qué pudo escuchar eso?

¿Cómo pudiste escuchar lo que dije? Estoy con un casco.

—Tengo un oído de la puta madre para tu información. —Respondió el contrario murándole fijamente. Puede que no pudiera verle el rostro gracias al casco, pero podía deducir que otra vez tenía esa mirada competitiva.

Un claxon los saco a ambos de aquella tensa mirada, la mirada de competividad y rivalidad. Cuando reaccionaron al porqué del claxon vieron la luz verde del semáforo.

—¡Perdón! —Se disculpó rápidamente después de dejar salir un sonido de asombro similar a un "eep".

Ambos motociclistas continuaron muy coincidentemente por el mismo camino. Aumentando la velocidad cada cierto tiempo para tomar la delantera a la carrera que ellos mismos habían impuesto hace mucho.

—Come puta tierra, Deku. —Dijo el de uniforme azul, mientras aceleraba aún más.

—¿Ah si? Pues, ¡Entonces tú come cemento! —Respondió el de McDonalds, acelerando de igual manera.

Es irresponsable el hecho de comportarse de esta manera, el peli verde lo sabe muy bien y está seguro que su contrincante también. Pero, de igual manera saben que al estar en una zona sin mucho tránsito y cerrada no es muy peligroso, sin embargo aún tienen que tener cuidado, cosa que si hacen cada que cruzan por cada calle.

Ahora que lo piensa, ¿Por qué ambos estaban yendo por la misma ruta?

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Notas:
Cap cortito, pero el próximo será mucho más largo lo prometo.

Perdón si hay algunas fallas en la historia, es la primera que escribo que tiene más de un capítulo. Pero igual espero q sea de su agrado | (• ◡•)|

Estos dos tienen una tensión re rara y el como se conocieron se explicara en el prox cap. Así q hasta entonces bai!!

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⏰ Última actualización: Dec 07, 2021 ⏰

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