Born To Die

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Ella era Phoenix, 17 años, cabello castaño siempre peinado en dos coletas, le gustaba contemplar la lluvia y bailar bajo los cielos nocturnos, gran apasionada de la lectura, todo parecía normal en ella aunque tenía un secreto guardado... Era lesbiana
Los únicos que sabían de esto eran su hermano mayor Crismónd y su mejor amigo Aliastar. Crismónd y Phoenix eran muy unidos y el la protegía con su vida puesto que eran huérfanos desde que Crismónd tenía 15 años y Phoenix 6 años. En la ciudad donde vivían se daban masacres muy a menudo por lo que los habitantes tenían toque de queda desde las 21:00 hasta las 06:00, se rumoreaba entre sus compañeros de clase que quienes mataban a la gente eran seres extraños venidos de otras dimensiones aunque la versión oficial de la policía era que eran grupos delictivos, Phoenix siempre fue muy creyente de lo sobrenatural por lo cual se puso a investigar en una biblioteca, para su decepción no encontró nada más que incidentes frecuentes con bandas criminales y delicuentes de poca monta; la joven Phoenix se decepcionó al no descubrir nada sobrenatural o interesante por lo que sus ojos naturalmente castaños se volvieron azules, olvide decirte que ese era su otro secreto, desde que había nacido sus ojos cambiaban de color de acuerdo a sus emociones (azules cuando se entristecia, verdes cuando estaba alerta (que era casi siempre), rojos cuando estaba enojada, grises cuando estaba asombrada o asustada y castaños cuando estaba feliz), era algo que no podía controlar y siempre se excusaba diciendo que le gustaba usar pupilentes
-Hola guapa
Phoenix alzó de la vista de los artículos de periódico para encontrar la penetrante mirada de David su compañero de clase, era sabido por toda la escuela que David estaba enamorado de ella pero Phoenix siempre lo rechazaba y nadie se explicaba porque puesto que todas las demás chicas del Instituto morían por que el las mirara como miraba a la castaña
-Hola David
-Oye me preguntaba si no quieres ir a tomar un café
-No gracias, me tengo que ir
Respondió ella algo cortante y se levantó de su aciento para retirarse pero el la tomó fuerte del brazo
-¿Porque Phoenix? ¿Porque? ¿Porque siempre me rechazas? ¿Que debo hacer para que me ames e? ¡Dímelo!
Los ojos de Phoenix se volvieron rojos
-¡Sueltame!
Ella se safo del agarre de su compañero mientras le clavaba una mirada de odio
-¿Es por Aliastar verdad? ¡¿Estas enamorada de ese perdedor?!
-¡No es un perdedor David! No te permito que hables así de mi mejor amigo y creeme yo jamás me fijaría en un patán como tu
Ella salió de la Biblioteca bastante enojada dejando atrás a un chico que no sabía aceptar un no por respuesta
-Me las vas a pagar Phoenix, me las vas a pagar
Phoenix llegó a casa recostandose en su cama, por suerte aquel día no había tenido tarea, tomó su celular y le escribió a su mejor amigo para invitarlo a su casa puesto que su hermano no volvería hasta la noche, en cuestion de diez minutos el chico castaño obscuro estaba fuera de su casa
-Hola Aliastar
-¡Phoenix! ¡Ven acá niña!
Aliastar le dio un fuerte abrazo mientras ella sonreía, ambos pasaron a la casa, ella no pudo evitar comentarle sobre su encuentro con David en la Biblioteca
-Ese chico nunca me a agradado sabes
-Lo se,¡A mi ya me tiene harta!, no acepta un no por respuesta
Aliastar miro de manera seria a su amiga
-Alejate lo más que puedas de David,no quiero que el te haga daño
-Tranquilo, se cuidarme sola
-Sabes que eres como una hermana para mi..... Se que esta mal pero aveces veo a Alina en ti
Phoenix suspiro mientras acariciaba la mejilla de su amigo
-Lo se, se que extrañas a tu hermana, tranquilo no me pasará nada
Aliastar abrazo a Phoenix con cariño
-Eso espero, es bien sabido por todos que David es homofóbico, si el supiera tu secreto....
-Tranquilo nadie lo sabrá
Crismónd miro a su hermana algo pensativa durante la cena
-¿Phoenix estas bien?
-Si es solo que estaba pensando
-Ya veo
-¿Crismónd?
-Si
-¿Puedo salir a caminar un rato?
-Esta bien pero vuelve antes del toque de queda ¿ok?
-Ok
La castaña sonrió y se levantó de su sitio, acto seguido abrazo a su hermano y salió de casa no sin antes tomar un palo de escoba, de acuerdo a la situación de la ciudad era mejor prevenir que lamentar; comenzó a caminar hacia una especie de campo cubierto por pasto, se recosto sobre el suelo mirando el cielo y las pocas estrellas visibles, se sentia en paz por lo cual sus ojos estaban de su natural color castaño, depronto comenzo a escuchar gritos ahogados que venían de la parte baja y obscura del campo, tomó su palo de escoba y se arrastró en silencio, vio entonces a un hombre tratando de robarle a una chica para después enfurecer y tratar de matarla, al estar obscuro no pudo distinguir muy bien a la muchacha pero le pareció que quizá tendría su edad, Phoenix se arrastró con cuidado para que el tipo no la viera y una vez este estuvo desprevenido le pego un golpe en la cabeza con el palo, sin embargo esto no fue suficiente para desmallar al hombre por lo que el y la castaña comenzaron a luchar, los ojos de Phoenix pasaron de verde a rojo en un instante, la chica detrás de ellos estaba paralizada del miedo a la vez que lloraba sin control
-¡Corre! ¡Corre ya! ¡¿Que esperas?!
Grito Phoenix mientras se defendía como podía, la chica reaccionó y se levantó del piso con dificultad mientras comenzaba a correr, Phoenix siguio luchando pero el tipo logró tumbarla al suelo
-¡Me las vas a pagar mocosa entrometida!
El tipo comenzo a tratar de apuñalar a la castaña mientras que sus ojos se volvían grises, Phoenix le pegaba patadas como podía, de pronto y como por arte de magia el tipo se desplomó inconsciente sobre ella, sintiendo asco se lo quito de encima y noto que estaba muerto, ella respiraba agitada y aún estaba asustada apesar de que era una chica fuerte, comenzó entonces a pensar en la muchacha a la que había ayudado a escapar, se levantó del suelo y tomó el palo de escoba para ir en búsqueda de la chica, camino con precaución hasta que escucho llantos a bajo volumen, se acercó encontrando a aquella chica bajo una mesa de campo abrazando sus rodillas, al percatarse de la presencia de Phoenix soltó un chillido aterrado
-¡Tranquila! No temas no te voy a lastimar
Al reconocerla la chica se calmo aunque seguía llorando, Phoenix pudo mirar más detenidamente los rasgos de la muchacha, sus facciones eran delicadas como las de una niña, sus ojos eran de color miel mientras que su cabello era de un castaño aún más obscuro que el del cabello de Phoenix
-Oye calmate, quiero ayudarte pero antes necesito saber donde vives y como te llamas
La muchacha levantó su mirada y aún con la voz entrecortada dijo
-Me llamó Karma
Al instante Phoenix quedó cautivada por los ojos color miel de Karma los cuales parecían tener un brillo especial
-Yo me llamó Phoenix
Karma la miro por un momento para después decir
-Gracias por salvarme de ese hombre
-De nada... Era lo mínimo que podía hacer
De pronto Karma abrazo a Phoenix quien quedó sorprendida por aquel gesto, Karma comenzo a llorar sin control mientras que abrazaba muy fuerte a Phoenix, la castaña comenzo a acariciarle el cabello para tratar de calmarla, después de unos minutos ella logró calmarse
-Lamento si te abraze es solo que lo necesitaba perdón
-Tranquila no te disculpes, ahora dime ¿Donde vives?
-Bueno yo... Me escape de casa
-¿Porque?
-Solo te diré que nunca pude llamar hogar a ese lugar, no desde que mi padre murió
-Lo siento mucho no debi preguntar
-Descuida
Un auto paso a toda velocidad tras ellas, el sonido asustó en sobremanera a Karma quien aún estaba nerviosa por lo cual solto un grito
-¡¿Eh quien anda ahí?!
De pronto una mujer y un hombre alumbraron a las chicas con lámparas, Phoenix aún sostenía en su mano el palo de escoba
-¡Ey tu! ¡Deja en paz a esa niña!
El hombre tomó del brazo a Phoenix mientras la apartaba de Karma y le quitaba su arma improvisada
-¿Mi cielo estas bien? ¿Ella te lastimó?
Pregunto la mujer dulcemente a Karma mientras se agachada a su altura
-¡Te llevaremos con la policía!
-¡¿Que?! ¡No! ¿Porque?
Pregunto Phoenix completamente confundida, el hombre no respondió y comenzó a llevarla a su auto
-¡No! ¡Suelteme! ¡Suelteme!
Karma se levantó de golpe y corrió tras el hombre
-¡Dejela! ¡Ella es mi prima!
El hombre y la mujer las miraron confundidos
-¿Entonces porque gritaste?
Pregunto la mujer
-Porque estábamos contando historias de terror y un auto paso y me asuste
-¿Estas segura?
Pregunto el hombre aún no del todo convencido de la historia
-¡Ya se lo dijo! ¡Además ella es mi prima! ¡Que más necesita saber!
Exclamó Phoenix fingiendo indignación, el hombre soltó el brazo de la castaña, de pronto miraron su reloj y se dieron cuenta de que la hora del toque de queda estaba cerca
-Bueno no hay tiempo para explicaciones, las llevaremos a su casa
Phoenix y Karma intercambiaron miradas, Phoenix le dijo con la mirada que confiara en ella, ambas subieron al auto de la pareja y Phoenix les dio su direccion
Crismónd se encontraba preocupado puesto que su hermana aún no regresaba, de pronto tocaron la puerta, el se apresuró a abrir esperando encontrarse con su hermana sin embargo no la encontró solo a ella sino a una chica de ojos color miel y a una pareja atrás de ellas
-Buenas noches joven
-Buenas noches
Exclamó el algo confundido
-Bueno decidimos traer a su hermana y a su prima a casa, la hora del toque de queda esta cerca y bueno ya ve lo peligroso que es andar solo a estas horas
Exclamó el hombre con naturalidad, antes de que Crismónd pudiera hablar Phoenix le dio las gracias a la pareja y entró en la casa al lado de Karma cerrando la puerta tras ella, finalmente Crismónd recuperó palabra
-Phoenix..... ¡¿Me puedes explicar que esta pasando aquí?!
-Crismónd necesito que me escuches con calma por favor
Ella giro su vista hacia Karma
-Karma puedes subir a mi habitación, bañarte y cambiarte de ropa si quieres
-Gracias
Exclamó la ojimiel mientras subía las escaleras
-Mi puerta tiene un leopardo pegado en ella
Crismónd solo observo a la chica subir las escaleras para retomar la mirada hacia su hermana
-¿Ahora si me puedes explicar todo esto?
-Si ven siéntate
Phoenix le contó a su hermano la historia con lujo de detalles, el la escucho con atención
-¿Hermana estas consiente del lío en que nos podemos meter? Ella aún es menor de edad al igual que tu y si se queda aquí nos pueden acusar de secuestro, además no podemos meter a cualquier persona a nuestra casa... No considerando la situación de la ciudad
-Yo confío en ella hermano, por favor deja que se quede
Crismónd suspiro
-Esta bien, solo lo haré por ti
-¡Gracias!
Exclamó ella mientras abrazaba a su hermano, al subir a su cuarto Phoenix encontró a Karma metida en el baño
-¿Oye estas bien?
Pregunto ella desde el otro lado de la puerta
-Si... Es solo que no se con que toalla sacarme o que ropa ponerme
Respondio Karma algo apenada, Phoenix río por lo bajo
-Tranquila te daré una toalla y ropa
Y así lo hizo, esa noche ambas durmieron en la misma cama, al estar cerca de Karma Phoenix sintió algo extraño, una nueva sensación que no sabía explicar, decidió no darle más importancia y cerro sus ojos más no se dio cuenta de que estos por primera vez habían tomado un tono morado claro. Cierta noche después de eso el sueño de Phoenix huyó de ella, se levantó de su cama y miro hacia los cielos nocturnos, se preguntaba cual era el sentido de la vida... Se preguntaba porque la muerte escogía personas de todas las edades
- ¿No puedes dormir?
Phoenix giro su vista hacia la ojimiel sobñolienta detrás de ella
- No, lo siento si te desperté
-Descuida..... Aveces tampoco puedo dormir
Karma se sentó junto a la castaña, estuvieron un rato en silencio simplemente mirando hacia el cielo, finalmente Phoenix se decidió a hablar
-Perdi a mis padres en un accidente de auto, tenía seis años cuando paso, mi hermano tenía 15, el llegó grave al hospital pero increíblemente yo apenas y tenía unos rasguños
-¿Eso es lo que no te deja dormir?
- Si.... Aveces aún tengo pesadillas con ellos, con sus cuerpos destrozados, con la mano muerta de mi madre sujetando la mia
- Yo también tengo pesadillas con mi padre
- ¿Que le ocurrió?
- El murió cuando yo tenía 10 años, se suicidó...... Lo hizo porque quedó en la ruina y ya no tenía con que mantenernos, quede sola con mi madrastra, siempre me hecho la culpa por la muerte de mi padre, constantemente me decía que de no ser por mi el estaría vivo y a su lado
-¡Eso es ridículo!
-Lo se.... Pero ella nunca lo vio así
-¿Por eso escapaste?
-Si
Karma comenzo a llorar debido a sus difíciles recuerdos, Phoenix la abrazo sintiendo el mismo dolor que ella
-Lo siento Phoenix, se que ahora tu también estas sufriendo y lo que menos necesitas es que te este molestando
-No es molestia, al contrario me gusta estar para ti
Karma se sonrojo un poco mientras que Phoenix sonrió sintiéndose feliz de tener a la ojimiel entre sus brazos. Crismónd logró conseguir los documentos necesarios para que Karma pudiera entrar a la escuela; el primer día de clase no fue fácil para ella puesto que le daba miedo separarse de Phoenix, en el tiempo que habían pasado juntas se habían vuelto muy cercanas, sin embargo había una mirada maliciosa que no les quitaba la vista de encima, la mirada de David. Cierta tarde Phoenix y Karma estaban haciendo tarea en aquel campo donde se conocieron, aquel lugar aún hacia que un escalofrío recorriera la espalda se la chica de ojos color miel sin embargo aquel era el lugar favorito de Phoenix por lo que se sentía segura al lado de la castaña, la lluvia comenzo a caer a cántaros sin previó aviso empapando a las chicas, ambas comenzaron a reír y bailar bajo la lluvia, de un momento a otro ambas se miraron a los ojos, Phoenix tomó suavemente la cara de Karma entre sus manos para despues besarla, David las miro con sumo asco
-Así que por eso me rechazabas, debi suponer que solo eras una asquerosa lesbiana, pero te dije que me las pagarias y me has dado una idea
El se fue sin que ninguna de las chicas se percatara de su presencia. Phoenix se separo de Karma mientras que las mejillas de la ojimiel tomaban un color rojo
-Yo lo siento, me deje llevar
Exclamó Phoenix algo apenada, Karma centro su mirada en los ojos de la castaña
-Tus ojos.... Ahora son morados
Phoenix puso una cara confundida mientras que Karma soltó una risita
-Mis ojos... Nunca habían sido morados
-Y que significa entonces ese color?
Pregunto Karma con la curiosidad propia de ella, Phoenix bajo la mirada, se notaba que algo la asustaba
-Sabes que puedes confiar en mi
La castaña suspiro
-Significa amor.... Estoy enamorada de ti Karma
La chica de ojos miel sonrió y la abrazo tomándola por sorpresa
-Yo también te amo Phoenix
Al decir aquellas palabras Karma se sonrojo de nuevo mientras que Phoenix soltó un grito de alegría, tomó a Karma en sus brazos haciéndola reír mientras que la lluvia caía sobre ellas...... Pero la felicidad no es eterna y las desgracias azotan cuando menos lo esperamos
Aquel día parecía como cualquier otro, un día de tantos aunque más frío de lo normal, Phoenix estaba sentada en la Biblioteca cuando un grupo de chicas se le acercaron
-Hola
Ella levanto la vista del libro que tenía entre sus manos, reconoció a las chicas, eran muchachas de otros salones, no las conocía muy bien pero parecían ser buenas personas
-Hola ¿Que tal les va?
-Bien gracias ¿Y a ti?
Pregunto una de ellas
-Me va de maravilla
Exclamó Phoenix con una sonrisa al recordar a Karma
-Bueno mis amigas y yo vinimos para invitarte a pasar un día en mi casa este fin de semana
Phoenix se extraño puesto que las personas no solían acercarse a ella aún así no sospecho nada malo
-Esta bien pero puedo invitar a.... A mi prima
Las chicas se miraron por unos segundos
-Si claro
-Esta bien entonces cuenten conmigo
Exclamó la castaña
Al llegar a casa Phoenix le platicó a Karma sobre la invitación que le habían hecho sin embargo la ojimiel no quiso ir
-¿Pero porque no?
-No lo se... Esas chicas me dan mala espina....
El día llegó y Phoenix llegó a aquella casa, era una casa un tanto más grande que la suya, tocó la puerta; una de aquellas que la habían invitado salió a recibirla
-Pasa te estábamos esperando
Sin previó aviso una sensación de malestar inundó cada fibra del cuerpo de Phoenix, comenzó a sentir que debía irse, que algo saldría mal, sin embargo decidió ignorar ese sentimiento y entro a la casa, lamentaría aquella decisión por el resto de su vida; sintió como la golpeaban en la cabeza con algo y luego se desmayo. Despertó amarrada de pies y manos en lo que parecía ser un sotano, una mirada burlona de ojos azules fue lo primero que vio al despertar
-¿Porque? ¡¿Porque hacen esto?! ¡Déjenme ir!
-Vaya vaya pobrecita lesbianita
Se burló la chica mientras reía, Phoenix sintió como la bilis subía por su garganta, sintió temor y rabia a la vez
-¿Como sabes eso?
Pregunto con nervios
-Para estas alturas toda la escuela sabe que eres lesbiana, David te vio besarte con tu "prima" en el campo
Phoenix sintió derrepente un pánico inmenso
-¡¿Donde está David?!
-Ahora mismo el y sus amigos deben estar con tu novia
Aquel pánico irracional se intensificó, pensó en Crismond y en Karma mientras que las lágrimas brotaban de sus ojos y escurrian de sus mejillas, cerro los ojos sintiendose derrotada, depronto miro con sorpresa como la chica caía inconsciente al suelo
-¡Aliastar!
Su mejor amigo corrió a desatarla
-¿Como supiste que estaba aquí?
-No me quedé tranquilo de que te reunieras con esas chicas así que decidí seguirte
-Gracias amigo muchas gracias
-Anda vamos
-¡David tiene a mi familia!
Aliastar y Phoenix salieron corriendo hacia la casa de la castaña, al llegar encontraron la vivienda hecha un desastre
-¡Crismond! ¡Crismond! ¡Karma!
-Yo subiré, tu buscalos abajo
Exclamó Alistar mientras subía las escaleras, Phoenix buscó a Karma y a su hermano pero no los encontró, miro su diario tirado sobre el suelo con algunas páginas arrancadas, otras donde sobre su letra habían escrito ofensas y finalmente una página quemada parcialmente y otra donde dejaban una nota para ella
Brujas y lesbianas son lo mismo! A la hoguera con Karma!
Phoenix sintió un miedo y rabia intensos sin embargo un grito de su amigo la hizo subir las escaleras de su casa a tropezones, al llegar miro a su hermano completamente golpeado en los brazos de su amigo
-¡Crismond! ¡¿Que sucedió?!
-Un grupo de chicos... Se llevaron a Karma... Eran muchos y no pude hacer nada
-No te preocupes hermanito, vas a estar bien, llevalo al hospital Aliastar
-Eso haré
-¡Phoenix!
-¿Si hermano?
-Ten cuidado
-Eso haré
Phoenix salió corriendo hacia el campo, ya era de noche por lo que alcanzó a ver un resplandor que venía del campo, llegó para toparse con una escena horrible, Karma tenía varias heridas abiertas y sangrantes en su cuerpo, varios golpes y estaba amarrada, había una gran fogata prendida mientras que David y el resto de sus amigos estaban por arrojar a Karma al fuego, los ojos rojos de Phoenix parecían brillar como aquellas llamas, corrió con ira hacia el grupo mientras que los comenzaba a golpear en un intento desesperado por salvar a Karma, de un momento a otro miro a David, este le sonrió de manera maliciosa mientras sacaba una pistola
-¡No!
David disparo directo a la cabeza de la ojimiel, el cuerpo de Karma se desplomó sobre el suelo; David y su grupo comenzaron a correr, Phoenix tomó el cuerpo de Karma entre sus brazos, su cabello castaño estaba lleno de lodo, su hermosa ropa que era una camisa azul un chaleco y falda negros estaban llenos de sangre y sus medias estaban algo rotas, Phoenix lloraba, gritaba, y le suplicaba a su chica que no la abandonara; pero era tarde, la ojimiel se había ido, abrazo el cuerpo sin vida de Karma sintiendo la tristeza y rabia a la vez, de pronto sintio una presencia detrás suyo se giro para ver a David frente suyo y después escuchar un ruido, sintió un dolor punzante y una tibieza que recorría su cuerpo.
Aquel lugar era negro como la noche y sin embargo no había obscuridad, se sentía como estar en el infinito mismo, Phoenix se sentía confundida, miro detrás suyo y vio a un hombre, era un hombre pálido y muy delgado, vestido con una túnica negra que parecía más obscura que aún el negro más profundo que la mirada que Phoenix había visto jamas, sintió inexplicablemente mucho miedo
-No temas hija mía
Aquella voz parecía no ser humana y sin embargo le transmitió mucha calma
-¿Quien eres?
-Me llaman de muchas formas pero casi todos me dicen la muerte
-¿Porque me dijiste hija?
-Porque eso eres para mi... Aunque no lo creas la muerte también muere
-¡Eso no es posible!
-Si lo es
Ella se quedó pensando
-¿Porque te llevas a las personas? ¡¿Porque te llevaste a mis padres?! ¡Te llevaste a Karma!
-Creeme no soy yo quien decide, un ser superior lo hace, un ser o una fuerza más allá de lo que tu y yo podemos comprender
-¿Porque? ¿Porque sigo viva? ¿O acaso ya estoy muerta?
-No lo estas, no estás ni viva ni muerta, tu eres especial Phoenix, yo te escogi, a la muerte le es permitido escoger a su sucesor
-¿Porque yo?
-Porque eres más fuerte de lo que pareces, porque tus emociones son capaces de hacer grandes cosas, e ahí tu habilidad de cambiar de color tus ojos, tu eres mi hija, te e cuidado desde tu nacimiento, te salve de morir ese día, es la única vez que se me permite decidir si morirá un humano o no; parezco un ser terrible pero no lo soy, la muerte siempre está condenada a estar sola
-Yo siempre e Estado sola
-No, has tenido a tu hermano, a tu chica, a tu mejor amigo y a mi
-Karma ya no está.... No puedo seguir así
-Seguirás Phoenix, tu lo harás
La muerte le dio entonces su propia hoz, Phoenix sintió que se desvanecia
-Yo siempre estaré contigo, Ave Fénix, renace de las cenizas
Phoenix despertó mirando su sudadera gris completamente limpia, no sentía dolor, no había sangre, ni siquiera había tierra en su pantalón color negro, miro el cuerpo de Karma bajo ella, abrazo su cuerpo por última vez y tomó su hoz. Phoenix camino hasta el hospital donde estaba su hermano, logró escabullirse hasta su habitación, Crismond estaba dormido, su rostro reflejaba una paz inmensa, la castaña acarició en cabello de su hermano mientras una lágrima cayó sobre la cara del mismo, Crismond despertó y se sobresalto un poco al ver a su hermana
-¡¿Phoenix?! ¿Que te paso?
-¿A que te refieres?
-Bueno la mitad de tu cara esta pálida
-Crismond..... Yo ví a la muerte
-¿A la muerte?
-Si hermano, y ahora tengo una misión, seré su sucesora
Crismond le sonrió
-Sabía que este día llegaría
-¿Que?
-Hay algo que debo contarte; después del accidente ví a la muerte en un sueño, me dijo que solamente yo debi sobrevivir al accidente pero que te había salvado para darte una misión, pero hasta ese entonces te dejaría quedarte conmigo, desde ese día te cuide y disfrute cada minuto a tu lado porque sabía que te irías algún día
Phoenix sonrió y acarició la mejilla de su hermano
-A donde quiera que valla estarás en mi corazón, adiós hermano
-Adiós..... Ave Fénix
David dormía plácidamente sin sentir ningún remordimiento por los asesinatos cometidos, un frío intenso le despertó para encontrarse de frente con unos ojos rojos como rubíes y brillantes como luz de fuego, la mitad de su cara era blanca y más delgada que la otra mitad, uno de sus ojos estaba bordeado de negro y una línea negra con pequeñas rayas surcaba su mejilla, David quería gritar, quería moverse y salir corriendo pero no se podía mover, Phoenix se acercó a su oído
-Todos nacimos para morir...
Entonces la hoz corto su cuello desprendiendo la cabeza de su cuerpo, Phoenix salto por la ventana, ahora ya no pertenecía a ninguno de los dos mundos, ni viva ni muerta; una mano tocó su hombro, ella se giro encontrándose con unos ojos verdes como Esmeraldas, un cabello morado y una cara pálida parecida a la de un mimo tétrico, apesar de esto ella pudo ver a quien amaba en ese espiritu
-¡¿Karma?!
-Hola Phoenix
Ambas sonrieron y se tomaron de la mano, desde ese entonces están juntas vagando por el vasto mundo pero no te equivoques no porque estén enamoradas te tendrán compasión, ellas ya no son lo que solían ser, una es vengativa y la otra es la sucesora de la mismísima muerte, después de todo ¿Que podrías esperar de dos seres que ya no son del todo humanas?

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