A Little Peace Of Heaven

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Esta era Mélanie, risueña, trabajadora y exentrica como solo ella podía ser; era una combinación extraña entre la madurez y la inocencia, madura en aquello relacionado con trabajo y responsabilidades, inocente en los demás ámbitos de la vida. Nunca llevó una buena relación con sus padres, no era que no los quisiera o que ellos no la quisieran a ella, simplemente era que pensaban de manera muy diferente, tan diferente que un momento dado aquella familia se rompió; sin embargo ella no era irresponsable ni nada por el estilo, a sus 20 años ya tenía un lugar propio para vivir y un trabajo que le daba el sustento necesario, podría decirse que su vida transcurría sin mayores incidentes
Aquella tarde la chica de cabellos rosados volvía de su empleo, al pasar bajo un puente pudo ver a un grupo de chicos (al parecer mendigos) que estaban ahí, cualquier otra persona se habría alejado por temor o incluso asco pero la inocente y compasiva Mélanie se acercó un poco mas, el grupo estaba compuesto por tres chicos y una chica, aquella muchacha parecía estar ebria y a la vez estaba rapeando como toda una experta
-Denme platita para un Pisco
Pedía la joven castaña, Mélanie se acercó hasta ella y le dio algo de dinero
-Toma, nunca dejes de rapear, tienes talento
La pelirosa sonrió
-Grax cabrita
Contestó la castaña alejandose, Mélanie enfocó su vista en uno de aquellos chicos, su cabello era de un verde ya algo desteñido lo mismo que su barba, usaba ropa vieja y a su lado había un fursuit de León, ella lo miro por unos segundos sin atreverse a acercarse, tímida como ella era se quito su cadena de plata y la puso lo más cerca que pudo de aquel extraño muchacho
-Quizá esto te ayude en algo
Pensó para si misma y se retiró, llevaba mucho tiempo pasando por aquel lugar y sin embargo nunca se atrevió a acercarse a aquel chico
Su rutina después del trabajo solía ser casi siempre la misma, ella no tenía amigos con los cuales salir, se sentó en su cama mientras tomaba una de sus muchas muñecas, ellas eran sus únicas amigas, las únicas que siempre estaban ahí para escucharla aunque no pudieran responderle, siempre estaban ahí como mudos testigos de su vida, acarició el cabello rosado de aquella muñeca, esa era su favorita y la que había bautizado con su mismo nombre
-Hola pequeña Mélanie, ¿Quieres ver una película?
Mélanie sonrió y sentó a la muñeca junto a ella mientras buscaba alguna película que ver en su computadora portátil, depronto sintió que alguien la miraba, se giro y vio una sombra escabullirse rápidamente por fuera de su ventana, revisó pero no vio nada, no le dio importancia y volvió a sentarse en busca de entretenimiento. Al día siguiente su rutina fue la misma
-Hola
-Um, ¡A Hola Issac!
-¿Sabes mi nombre?
Pregunto un chico pelirrojo emocionado
-Claro somos compañeros de trabajo así que porque no habría de saberlo
Mélanie sonrió
-Oye ¿Tienes planes para hoy por la tarde? Esque pensé que quizá podríamos ir a tomar un café o algo
El muchacho sonrió
-No no tengo planes, puedes venir a mi casa si quieres y te preparare algo de comer
La chica sonrió de manera inocente y algo emocionada bajo la espectativa de tener un amigo
-¡Si! ¡Me parece bien! Podríamos irnos juntos después del trabajo
Respondió el con una enorme sonrisa
-Si esta bien
Dijo ella y se marchó a continuar sus deberes
De regreso a casa y acompañada por Issac paso por aquel puente otra vez como todos los días, miro de nuevo al grupo de chicos que vivían ahí, tenía la intención de acercarse para darle algo de dinero a la castaña como hacia de manera frecuente pero el pelirrojo la tomó fuerte del brazo y la jalo lejos de ahí
-¿Porque hiciste eso?
Pregunto ella confundida
-No quiero que estés cerca de esa gente, son vagabundos marihuanos, podrían hacerte daño así que no te acerques, además son furrys y todos saben que esa gente es zoofilica
Mélanie fue presa de indignación y exclamó
-¡Eso es mentira! Yo también soy medio furry y no por eso soy zoofilica, además no creo que esos chicos sean malos, e pasado todos los días por aquí desde hace dos años y nunca me han hecho daño
Issac suspiro
-Esta bien, lo siento es solo que eres importante para mi y no quiero que te pase nada
El volvió a sonreír, la pelirosa lo miro ya algo confundida
-Ah pues gracias
Ambos reanudaron el camino a casa de la chica
-Pasa estas en tu casa
-Gracias
El chico se topo con un pequeño departamento bien limpio y ordenado, parecía ser de una niña puesto que las paredes tenían colores claros y pastel tales como blanco, Rosa, amarillo y lila; sobre una de las dos sillas que poseía la mesa estaba sentada una pequeña muñeca con ojos de botón y cabello rosado
-Vaya esa muñeca se parece mucho a ti
-Si je je de hecho se llama Mélanie también
La chica tomó a la muñeca y la puso sobre una pequeña mesa aparte junto a su celular. La tarde fue agradable, ambos comieron y hablaron de cosas triviales sin embargo las cosas dieron un giro radical en cuestión de segundos; Issac se inclino en el suelo y saco una pequeña caja con un anillo dentro de la misma
-Mélanie estoy seguro de que eres el amor de mi vida ¿Te quieres casar conmigo?
La chica se quedó sin palabras, su rostro denotaba una inmensa confusión
-Eh bueno, ¿No crees que esto es un poco rápido? Apenas hablamos hoy
-Creeme te conozco más que nadie, se a que hora te levantas, a que hora llegas al trabajo, a que hora sales, el camino que tomas a casa y lo que haces después del trabajo
Mélanie se puso nerviosa, ahora todo tomaba sentido, Issac era la sombra que ella había visto de reojo tantas veces
-Issac yo... No puedo ser tu esposa, apenas hemos cruzado un par de palabras y yo no estoy enamorada de ti, pero si quieres podemos ser amigos
La cara de Issac se torno furiosa
-¡Tu me diste señales de amor! ¡¿Si no porque fuiste tan atenta conmigo hoy e?!
Mélanie se asustó y trato de tomar su celular para llamar a la policía sin embargo Issac la tiro al suelo haciendo caer también la mesita donde estaba el celular y la muñeca; el pelirrojo enloquecido tomó un cuchillo y comenzó a apuñalar a Mélanie mientras le cubría la boca para que no gritara, ella comenzo a llorar de dolor y a la vez de tristeza por saber que su vida terminaría dentro de poco
-Si tu corazón no es mío no será de nadie
El tipo corto el pecho de Mélanie y metió su mano dentro, el dolor era horrendo y ella no podía hacer nada para evitarlo, Issac saco su corazón aún latiendo y se lo mostro, ella lo miro con sus ojos empapados en lágrimas; dos minutos, dos agónicos minutos fue el tiempo que le tomó a la vida escapar del cuerpo de Mélanie, el pelirrojo la miro sin arrepentimiento alguno, al lado de ella yacía tirada aquella muñeca ahora salpicada por la sangre de Mélanie
-¿Siempre quisiste ser una muñeca verdad querida? Ahora lo serás
El pelirrojo arrastró el cadáver hasta la regadera, una vez ahí la desvistio y ducho hasta dejarla limpia de sangre, seco su cuerpo y su cabello para después coser la herida en el pecho de la chica y también remendo la herida que causó al apuñalarla; tomó un cuchillo y le saco los ojos para después lavar su cara de nuevo y esta vez coser en las cuencas vacías un par de botones negros, sonrió al ver su macabra creación, ella ahora era más hermosa a su parecer; el la cargo y la llevó a la habitación; decenas de pequeños ojos de plástico observaban mudos y fijos la violación de la que en vida fuera su única amiga. Después de profanar su cuerpo Issac la vistió con un vestido idéntico al de la muñeca que compartía nombre con la ahora difunta, el la dejó sobre la cama y se fue a mirar la televisión un rato
¿Porque? ¿Porque murió? ¿Porque volvió? Estas eran las preguntas que aquella alma confundida se hizo al volver a su propio cadáver, Mélanie giro su vista para toparse consigo misma o al menos lo que quedaba de ella, ahora parecía una macabra muñeca con botones en lugar de ojos y dos trozos de tela rosados cosidos a sus mejillas, las lágrimas escurrieron aún atravez de sus ojos de botón, la inocente Mélanie ahora se había tornado en un alma furiosa decidida a cobrar venganza por su cuerpo profanado
Issac miraba tranquilamente la televisión ya satisfecho con su frío crimen
-Issac
Aquella voz llamándolo por su nombre lo hizo caer contra el suelo mientras giraba su cabeza para toparse de frente con la chica a la que asesino
-No... No tu estas muerta
Exclamó presa del pánico más absoluto
-Lo estaba.... Pero volví y pagarás por lo que me hiciste
Issac quedó paralizado mientras sintió un insoportable dolor el el pecho, la mano de Mélanie saco el corazón del pelirrojo aún latiendo, el lo miro presa del dolor y la tristeza, ella lo miro agonizar hasta que finalmente murió, Mélanie se puso de pie y tomó su muñeca; camino sin rumbo y por casualidad paso por aquel puente que se había vuelto parte de su vida, esta vez el grupo de chicos había desaparecido, ella sintió un hondo pesar por no haberse atrevido a hablar con aquel chico de cabello verde ..... Ahora nunca podría hacerlo, fue entonces cuando aquella muñeca humana se dirigió hacia el bosque desapareciendo en la obscuridad para siempre

Los Creepypastas De Purple Woman Donde viven las historias. Descúbrelo ahora