06.

294 55 4
                                    

Una vez terminó de ver las pinturas colgadas en las paredes, se sentó en el sillón individual, frente al muñeco

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Una vez terminó de ver las pinturas colgadas en las paredes, se sentó en el sillón individual, frente al muñeco. De verdad admiraba al talento de su Hyung, pero le incomodaba que lo rodeara el rostro proveniente de la imaginación.

Siente que es observado, pero sería ridículo decir que aquél muñeco lo hacía y seguramente solo era su imaginación con una mala jugada, debía concentrarse e intentar deshacerse de el objeto causante del delirio de Soobin.

Fijando sus ojos en él, habla con veneno ―... Soobin no merece estar atado a un pedazo de plástico como tú, ¿Tan satisfecho está de ti como para hacer una figura?, admito que eres bastante atractivo, casi real, pero no es suficiente, oh dios, me veo ridículo hablando con una figura ― Sin esperar, comenzó a reír por lo absurdo de la situación.

―Soobin me ama.

Calla al escuchar una suave voz, claramente suave, como un susurro en su oído, pasando como una brisa breve ―Uhg, incluso estoy alucinando, debería empezar a romperte antes de que lleguen

―Soobib no te ama ― Un pequeño parpadeo, junto a unos cuadernos cayendo y otros materiales, hicieron que se sobresaltara del sillón. Qué. Mierda. Pasa.

―Alejense de mí Soobin ― La puerta principal fue abierta, dejando ver a Yeonjun sonriendo y al peliazul detrás de él con pena.

―Olvidó su billetera y... ¿Beomgyu estás bien? ― El mencionado corrió hacía él, abrazandolo de inmediato debido a que sentía sus piernas flaquear.

―Vá-Vámonos de aquí, p-por favor...

―Pero.. Gyunnie

―Mierda... ¡Vámonos! ― Jalando al contrario hacia la puerta, se topó al peliazul viéndole con curiosidad. Quizá fue una mala decisión voltear para ver a esa cosa sonreír en grande mientras movía su mano. No pasó demasiado cuándo había salido corriendo con un pelirrosa detrás de él exigiendo respuestas. ¿Cómo explicarle el miedo que creció en su pecho y el fallo en su respiración? No le creería.

Soobin hizo una mueca.

―Kai, ¿Le hiciste algo, verdad? ― Suspira cerrando la puerta detrás de él ―Bien, ahora me tienes de nuevo sólo para ti, bebé.

―Kai, ¿Le hiciste algo, verdad? ― Suspira cerrando la puerta detrás de él ―Bien, ahora me tienes de nuevo sólo para ti, bebé

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
深 𝗽𝗲𝗿𝗳𝗲𝗰𝘁 𝗱𝗼𝗹𝗹  ─  sookaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora