Capítulo 1: La miseria de Every

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La miseria de Every

Every nunca conoció a sus padres.

Hannah era su única familia, y tal vez podríamos considerar al señor el señor Weasley, él panadero de la calle abandonada de Sanlex, quien de vez en cuando solía darle algunos panes que sobraban del día a día.

Every no recordaba mucho además de ser abandonada por su madre cuyo rostro lucía borroso en su memoria, tampoco recordaba con exactitud a que edad sucedió solo sabía que para ese exacto día ella acababa de cumplir los doce años, mientras que Hannah tenía nueve años.

Every no tienen ningún recuerdo maternal. No sabía con exactitud el sentimiento de ser abrazada por una madre, o sentirse protegida por una. Desde le momento que ambas quedaron abandonadas en la calle, Every tendría que susbtituir a su madre, convirtiendose en una para Hannah.

Era extraño ver como el sol se ocultaba a cada día, Every no entendía como eso sucedía o porqué el sol decidía esconderse durante la noche, era un acto tan curioso y hermoso para ambas hermanas, pero al mismo tiempo significada la llegada del peligro.

- Encontré algunas cosas en el basurero del restaurante "Caroline's" - Every se acercaba a su hermana, quien estaba sentada en la vereda, con una bolsa blanca en la mano.

- Algunas personas me dieron dinero en el semaforo, ten - Hannah le entregó la bolsa blanca, que contenía algunas monedas para poder pagar algo barato para el día siguiente.

- Bien hecho rubia - felicitó Every, dandole un beso en la cabeza.

Every había juntado lo que encontró en varios potes de marmita del restaurante, todo lucía asqueroso y desagradable pero trataba de separar lo que lucía mejor para darselo a Hannah.

- No te vieron hoy? - preguntó Hannah - A mí casí me atropelló un auto.

Every supiró.

- Debes tener más cuidado en la calle, y debes recordar que no todas las personas son buenas, a algunas no les importa que nos atropellen... capaz pasen caminando por encima de nuestro cadaver sin resentimiento.

- Es dificil identificar cuando alguien es malo.

- Solo debes seguir tu instinto. Es lo único que te ayudará - finalizó Every. Ambas comieron los restos en silencio.

La noche era espesa, siempre lo era.

Ambas rápidamente se dirigieron a ún callejón estrecho, dónde allí mantenían sus cosas. Every había montado una pequeña casa con matas que el señor Weasley les había regalado. No era mucho, pero era lo suficiente según creía Every.

En noches como esas Every se desvelaba, pensaba en como sería su madre, trataba de recordar detalles de su rostro, también pensaba en su padre, pensaba en lo malos que eran, por dejarlas así en la calle.

Every sonreía al pensar en una vida mejor.

Pero esa sonrisa desapareció instantaneamente.

Por las mantas, Every vió una sombra peculiar pasar.

Los matones no.... pensó.

Fue todo repentino. La manta que las protegía fue desechada rápidamente, dejandolas al desnudo.

Hannah gritó del susto, Every rápidamente se paró frente a ella para protegerla.

Pero en vez de ver a hombres borrachos, u otros niños que quisieran robar sus monedas. Vieron a una mujer. Era bastante alta, y era una de las mujeres más hermosas que Every ya vió.

Su cabello rubio estaba perfectamente peinado, sus ropas eran hermosas y tenía un maquillaje que la dejaba adorable.

Esa mujer les sonreía.

- Hola niñas, como se llaman? - preguntó, su voz era dulce y encantadora. Pero de igual manera no respondieron. Hannah tamblaba detrás de Every - Lamento tanto haberlas asustado de esa manera, quiero que sepan que esa no fue mi intención en ningún momento.

- Que quieres? - preguntó Every, tratando de lucir ruda.

- Saber sus nombres.

- Largo - pronunció Every.

La mujer suspiró, y miró hacía sus espaldas, allí había un hombre luciendo un traje gris con un sombrero. Ella hizo una señal y este comenzó a acercarse.

- Lo siento niñas, nunca me gusta llegar a estos limites pero a veces... hay que tomar acciones bruscas para una buena decisión.

- Que significa eso? - volvió a declarar Every.

- Significa que irán a un lugar mejor.

El hombre agarró el brazo de Every, y con un solo empujón la arrojó al suelo. Every trató de luchar, pero el hombre era veinte veces más fuerte, mientras que Every era una niña desnutrida.

Hannah gritaba desesperada, Every trataba de zafarse.

Pero todo pareció perder el sentido.

Los gritos de Hannah cesaron.

Y la vista de Every se tornó borrosa. Ella pudo observar un charco de sangre alrededor de Hannah, y por último. La sonrisa encantadora de mujer.

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Nota de la autora: Omg!

Que les pareció el cap??

Sé que el comienzo no tiene tanto sentindo, los demás capitulos serán más intensos y desde aquí los vuelvo a advertir que las cenas serán fuertes. Y nunca se dejen llevar por las cosas, en este libro nunca nada es lo que parece.

De igual manera quieron agradecerles a los que están dando una oportunidad de leer "Every" juro que será una historia confunsa y loca, si tienen alguna teoría soy abierta a oírla.

Un gran abrazo a todosss.

Emma.

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