El gran (y ligeramente aterrador) Renacimiento de Remus Lupin

El maravilloso espectáculo de magia del Sr. Prongs

ansiedad

...

"¡Moony! ¡Pensé que me habías dejado plantado!" dijo Sirius, de pie al final de la calle cuando llegó Remus. Era el 27 de marzo, el cumpleaños de James. Sirius y Remus habían decidido reunirse para poder entrar juntos.

"Lo siento, cerré un poco tarde", mintió Remus. De hecho, había cerrado alrededor de una hora antes para asegurarse de llegar a tiempo. Remus estaba nervioso, muy nervioso. Hoy se reuniría con todos los amigos de Sirius. ¡Incluso Peter salió volando! Remus quería causar una buena impresión. Llevaba su ropa más bonita y se había cepillado los dientes unas diez veces.

"Está bien. ¿Estás listo para entrar?" dijo Sirius, señalando la puerta principal de los Potter a unos metros de distancia. Remus asintió un poco vacilante, haciendo que Sirius tomara su mano. "No te preocupes. Te amarán."

"Eso espero," murmuró Remus, antes de tocar el timbre. Las manos de Sirius estaban ocupadas. Sostenía la mano de Remus con su mano derecha y sostenía su regalo con la izquierda. Pronto Lily apareció en la puerta. Ella se veía fantástica. Su cabello pelirrojo estaba rizado y lucía un vestido negro que acentuaba todas sus curvas.

"¡Hey, muchachos!" ella dijo con una sonrisa. "¡Adelante! Todos los demás ya están aquí."

Remus se congeló un poco ante eso, pero Sirius tiró de su mano, "Va a estar bien."

"Vamos, ¿eh?" dijo Remus, tratando de sonar y lucir más seguro de lo que realmente se sentía. Sirius sonrió con apoyo y caminaron hacia la sala de estar. Estaba decorado de la forma en que lo había sido para el cumpleaños de Remus. Incluso habían usado la misma guirnalda de cumpleaños. Solía ​​decir '¡ feliz cumpleaños, Remus! 'pero' Remus 'ahora fue tachado y reemplazado por' James '. Los ojos de Remus escanearon ansiosamente la habitación.

Había seis personas en total. Cuatro caras que no conocía.

"¡Canuto! ¡Lunático!" James se levantó de un salto y los abrazó. Sirius se rió y lo apartó.

"Ya estás borracho, Prongs. Son sólo las siete y media", dijo.

James negó con la cabeza, "¡No estoy borracho! Lily, ¿estoy borracho?"

"Cabreado tu cabeza", dijo Lily sarcásticamente desde el sofá, donde estaba sentada con una chica de piel oscura. Remus miró al otro por encima del hombro de James y un rubio le sonrió.

"¡Date prisa con todo el asunto de las felicitaciones! ¡Queremos conocer al novio de Sirius!" ella llamó. Las mejillas de Remus se pusieron de un rojo brillante y Sirius se apresuró a desviar la atención de él.

"Bueno, feliz cumpleaños y todo eso," empujó la caja envuelta en las manos de James. "Esto es de Remus y mio."

"¡Ooooh, regalos conjuntos!" dijo la misma chica rubia. Sirius le lanzó su dedo medio hacia arriba en el cabello y ella se rió. James rápidamente arrancó el papel de envolver y lo tiró al suelo detrás de él, haciendo que Lily le diese un golpecito con la cabeza mientras iba a recogerlo. Remus deseaba poder concentrarse en James, pero solo podía sentir todos los ojos en la habitación ardiendo en sí mismo. Fue tan estresante. Sintió que necesitaba pasar por algún tipo de prueba para asegurarse de que les agradaría.

"¡Este regalo es ridículo!" dijo James, riendo cuando vio el juego de trucos de magia. Originalmente, Sirius le había comprado nuevas botas de fútbol a James. Sirius le había dicho a Remus que James había estado jugando al fútbol durante mucho tiempo. Se había unido al equipo de fútbol de su escuela en segundo año (Sirius también había estado en él, durante uno o dos años) y James finalmente se convirtió en el capitán del equipo. Pero luego Sirius encontró este juego y estaba absolutamente decidido a comprarlo para James. James los atrajo a ambos en un abrazo rápido. "Voy a montar un espectáculo de magia más tarde. Conejo fuera del sombrero y todo. Lástima que Harry no esté aquí..."