Desde que Zayn se convirtió en un adulto, acostumbraba a seguir ciertas rutinas que ayudaban a qué su vida mantuviera el orden que necesitaba para tener un poco de paz y tranquilidad cada cierto tiempo.
Por supuesto, había una que era simplemente su favorita.
Consistía en algo básico,salir a comprar todos los domingos.
Nada fuera de lo común si lo mencionaba de esa forma. Lo que le daba ese toque especial, era que no iba a comprar a un supermercado como cualquier adulto, si no, que iba a comprar caramelos y 'chucherias' a una dulcería cercana a su apartamento.
Había adquirido esa rutina después de unas semanas de haberse mudado, por lo que ya conocía a todos los empleados de aquel establecimiento.
Fue por eso, que se extraño al ver a un chico nuevo ese domingo. El chico era atractivo, de buen físico. Sus ojos, color cafés chocolate, su piel, blanquecina un poco rosada. Pero lo que más cautivo su atención, fue su sonrisa; Las arrugas que se formaban en sus ojos cuando sonreía, demostrando felicidad genuina al hablar con la gente.
Luciendo tan amable y tratando con niños como si estuviera destinado a ello.
Le encantó.
Y no se pudo resistir a acercarse a el para hablarle.
- Disculpa. - Saludó el moreno con un toque de amabilidad una vez que estuvo a su lado.
- Buenos días - Sonrió el castaño. - ¿Puedo ayudarle en algo?.
Esa voz. Los pensamientos de Zayn se habían nublado al escucharlo hablar, la voz del chico fue exactamente como la había imaginado, amable, dulce y sexy.
- Si, ¿Podría decirme dónde se encuentran las paletas de fresa en este lugar?.
El lo sabía, solo buscaba una excusa para poder hablar con el de alguna forma.
- Si, claro. Deben estar en el pasillo 2, ¿Gusta que lo acompañe?.
Zayn asintió, quería saber su nombre, y cada dato que el castaño pudiera otorgarle.
Ambos caminaron juntos en un extraño silencio cómodo, dirigiéndose a dónde el castaño había indicado.
- Perdón que lo moleste, pero ¿Es nuevo por aquí? - Cuestionó Zayn de forma amable.
- No molesta. - Respondió el castaño otorgándole una tímida sonrisa. - Si lo soy, de hecho ayer fue mi primer día trabajando aquí.
- Oh. - Sonrío el moreno para continuar hablando. - Puedo saber ¿Cuál es tu nombre?
El chico rió, y Zayn, se sintió morir.
- Liam, Liam Payne. ¿Y el suyo? - Era increíble como el chico no paraba de sonreír en ningún momento.
- Soy Zayn Malik, un gusto conocerte Liam.
- Lo mismo digo Zayn.
Corto,lo se,pero me gustó y alargarlo sería innecesario y puro rellenó jsjsjs
