N/A: Con este nos ponemos al día con el Omegacember, espero terminar de escribirlo esta misma semana y solo tener listas las actualizaciones diarias o morir en el intento.
---
Cuello & Autocontrol
-No puedo creer que no supiera mi nombre -dijo Alberto fingiendo molestia.
-Es un tonto -contestó Luca-, lanzarte un arpón cuando sabemos que está prohibido lastimarnos entre nosotros.
-Pero no pasó nada.
-No, ¿pero y si te lastimaba Alberto? -lo miró preocupado- Me asusté mucho.
-Lo tenía bajo control -dijo deslizando su mano por los mechones de Luca-, tenía esa increíble lanza, lo hubiera lastimado pero por suerte pudimos salir de ahí.
Luca asintió mirándolo desde su pecho, notando cómo la mullet ahora estaba atada en una coleta baja y su copete seguía pronunciado pero, además, su cuello estaba tan cerca de sus ojos que podía ver claramente los poros de su piel.
Mordió sus labios porque de verdad quería, deseaba, anhelada enterar sus caninos en ese cuello.
-¿Luca?
Se rindió lentamente al comenzar a abrir su boca, acercándose como Machiavelli a su filete de pescado.
-¿A-amigo? ¿Estás bien? -Alberto se cubrió el cuello rompiendo el contacto intenso que Luca estaba teniendo- Tal vez debería de tomar aire.
Se rió nervioso a la vez que se ponía de pie yendo al otro extremo de la torre, frotándose la piel porque eso había sido... extraño.
Tenía entendido que el Alfa era él ¿pero por qué Luca había hecho eso? ¿Querer morderlo?
Le dio la espalda a su compañero para tocar sus propios caninos, ¿no eran tan grandes? Los de Luca parecían más truncos que puntiagudos. Si lo muerde con eso seguro dolería.
-¿Berto? -el nombrado tembló de sorpresa pero terminó girándose nervioso- Deberíamos regresar a la casa del Sr. Marcovaldo antes de que se haga más tarde. No sabemos si Cirripede nos siguió y siento que estaremos más seguros con él.
-Claro -contestó afinando su garganta- apaguemos esto y vayamos.
Sólo por las dudas, se llevaron el tridente en caso de ser emboscados, pero llegaron sanos y salvos a Portorosso, yendo directo a casa para la cena.
-¿Fue un largo día? -preguntó el Sr. Marcovaldo sirviendo los platos.
-Estuve haciendo entregas todo el día, estoy registrando cuánto tiempo tardo para hacerlo cada vez más rápido -dijo Giulia.
-Nosotros estuvimos bajo mar, nada especial -contestó Alberto-, encontramos objetos humanos y los llevamos a la torre.
-Me preguntaba Sr. Marcovaldo, si mañana Alberto y yo podemos ir con mis padres.
-Por supuesto ragazzi -contestó- no tienen qué pedirme permiso para eso, saben que somos una familia.
-Se lo agradezco.
Luego de la cena pasaron un rato con Giulia antes de irse a la casa del árbol, donde apenas Alberto tocó la almohada se quedó profundamente dormido ya que por el día estuvo trabajando en la pesquería y la aventura de la tarde le robó toda la energía.
Sin embargo, Luca aun miraba las estrellas pensando en lo que ese Sea Monster le había insinuado.
Alberto suspiró, liberando un poco de su aroma que llegó hasta las fosas nasales de Luca, ganándose una mirada.
Lucía tan calmado, tan lleno de paz.
Y su cuello estaba a la vista de la luna.
Luca pasó saliva ansioso mientras se acercaba gateando a su compañero, sus colmillos brillaban más con las luces del sitio pero justo antes de inclinarse vio el semblante de Alberto haciendo que sus caninos se retrajeran.
No le haría eso.
Apretó sus puños frustrado y terminó acostándose a su lado pero dándole la espalda.
Se reprendió por lo que estaba pensando en hacerle recordando lo asustado que estaba en la torre ese mismo día. Es más, ni cuando estuvieron en el barco hundido pareció tan asustado como en la fogata.
Presionó sus ojos prometiéndose luchar mejor contra el sentimiento de querer marcarlo, sobre todo, porque Alberto todavía no lo hacía con él.
ESTÁS LEYENDO
Side to Side
Fanfiction#Omegacembre de la página de Fb: #EsdeFanfics Luca va de un lado a otro entre comportarse como un aromático Omega a un furioso Alfa, llevando a Alberto a preguntarse si realmente ellos están destinados a formar una relación. Shipp: Alberca Shonen...