6. ᴘʟᴀʏᴀ

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Jake no le había dicho a que hora pasaría por Park pero por si las dudas, el menor se levantó a las cinco de la mañana para evitar que el mayor lo tomara desprevenido.

Creo que fue una mala idea ya que Sim había hecho su presencia hasta las doce del día.

Ambos jóvenes partían hacia el lugar en donde serían las fotos, la incomodidad se podía sentir a kilómetros ante el acontecimiento del día anterior, esto solo complicaría las cosas.

El auto portaba dos cuerpos totalmente tiesos que no hacían ni decían nada, podían jurar que cada una de sus articulaciones permanecían rígidas.
El único ruido presente, eran las melodías que emitían en la radio para "tratar" de levantar el ánimo y hacer más grato el ambiente desde cualquier lugar en el que estés.

- Hoon...

Llamo el castaño, tragando duro a causa del nerviosismo.

- Mmm

- Con lo de ayer...

- Tranquilo... ayer no paso nada.

- ¿Y el beso?

- ¿Beso? ¿cuál beso? yo no recuerdo ningún beso -de sus labios salió una risilla nerviosa, y a la vez, un poco forzada.

Jaeyoon rió por la nariz y siguió conduciendo.

¡Bravo! lo primero que te dijo Nishimura
"no actúes desesperado"
y fue lo primero que hiciste.

Sunghoon salto un poco sobre su asiento al ver que habían llegado a un lugar bastante lindo -para ser exactos la playa- el día estaba resplandeciendo a más no poder, desde el carro se podía observar el hermoso mar color celeste que tanto le gustaba a Hoon.

Era su lugar favorito por distintas razones, unas de ellas era porque amaba el olor que se podía apreciar. El aroma a veces era suave, agradable y muy sutil; como el maíz, que tenía un olor muy ligero.
Su parte favorita eran las olas, sobre todo cuando el mar estaba tranquilo, sin alteraciones más que algunas leves ondulaciones, mugía sordamente en el horizonte, formando una línea de espuma.
También le gustaba que si buscabas e ibas con suerte, podrías encontrar algunas conchitas para poder conservarlas y tenerlas como recuerdo.

Jake estacionó el carro en la arena y sin dudarlo, Sunghoon bajo corriendo; como si a un niño le hubieran dicho que en el fondo del mar encontraría una montaña de dulces.

El australiano únicamente se le quedó observando con suma ternura, los ojos ajenos mostraban un brillo indescriptible mientras que en su rostro se marcaba una sonrisa afable. Sim sabía a la perfección cuanto le gustaba la playa.

El pelinegro lentamente se fue acercando al mar, su rostro era acariciado por la leve brisa, refrescando su rostro.
Jake lo fue siguiendo cargando unas cuantas bolsas que traían algunos artefactos; cámara, rebotadores, lentes, etc.

- Bien Hoon, la sesión la haremos cerca del mar, no es necesario que te metas.

- Entiendo pero... -se quedó analizando unos cuantos segundos- yo no se posar.

- No te preocupes, de eso yo me encargo -menciono regalándole una sonrisa ladina.

Su deber como fotógrafo era lograr que todos sus modelos tuvieran confianza y para ser sinceros, es difícil, muy difícil, ya que hay personas tímidas o que no les gusta ser fotografiados, sin embargo, tenía que ganarse la confianza de cada uno de ellos, contando a Sunghoon.

Solo bastaron unos minutos para que Sim pudiera poner todo en orden y así iniciar con la sesión.

Jaeyoon iba de un lado a otro fotografiando cada ángulo que le pareciera el ideal para un buen retrato, trataba de combinar ángulos y planos para sacarle provecho a los atributos del coreano, pero no podía lograrlo del todo ya que Park únicamente se quedó tieso en su lugar, observando fijamente la cámara, como si un fan lo estuviese acosando.

𝗘𝗹 𝗛𝗲𝗿𝗺𝗮𝗻𝗼 𝗗𝗲 𝗠𝗶 𝗔𝗺𝗶𝗴𝗮 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora