Capitulo 9

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Hola, déjenme contarles que paso después de que Izana le hablo a Mikey. Han pasado dos semanas de eso, nunca más me volví a encontrar con esos dos dioses griegos, conocí un poco más a Baji, debía admitir que me atraía, pero conociéndolo mejor sabía que no haríamos buena pareja, así que le propuse quedarnos de amigo, aún así a veces me besaba con él y salíamos, nos tratábamos como una pareja, y todo por nuestros sentimiento. Justo hoy estaba con el, sentada en la banca de un parque mientras el compraba unos helados para nosotros, nuestras salidas de "amigos" cada vez eran mas frecuentes, tanto que a veces llegabamos a reuniones juntos, haciendo que todos sospecharan  de que si nosotros realmente eramos amigos o algo mas.

Justo esperaba mi helado cuando senti que alguien me miraba a lo lejos, desde que Izana hablo con Mikey me he sentido asi. Alguien me sigue y observa, pero desde lo lejos, nunca se acerca. Hoy sera el dia que lo descubra. Me levante lentamente de la banca donde estaba y comence a acercarme lentamente, como si simplemente fuera a ver unas flores que estan cerca al sitio donde estoy, me acerque a ellas y las olfatee un poco, luego de eso con rapidez me escondi, subi a una rama bastante alta de un arbol, el chico claramente salio y yo me tir del arbol callendo detras de el

-¿Se te perdio alguien, rizitos de plata?- dije a su oido, cosa que claramente lo molesto y sorprendio

-¿Que hace jugando como una mocosa, mi reina?- aquella ultima palabra me dejo algo descolocada ¿como que "mi reina"? Yo solo soy la reina de mi papá.

-Alto, alto, ¿Como que “mi reina”- dije un poco confundida en la manera en que me llamo.

-Asi es, Mikey es mi rey, y usted es mi reina.- Sus palabras me confundían un poco, mas aun no decía nada.

-Ok... Entonces, ¿Para que me sigues?- pregunte ahora un poco molesta, la verdad era que si me molestaba que me estuviera siguiendo, pero joder... Que niño tan hermoso, esas pestañas albinas que se gasta y ese cabello albino que uff... Dios aprieta, pero tú ahorcame.

-Estoy protegiendola de cualquier integrante de pandillas ajenas que quieran venir a molestarla.- respondió en una manera sería, no le había prestado atención, estaba más atenta a su cubre bocas, ¿Porque lo usaba?

-Oye, ¿Porque el cubre bocas?- pregunte sin restarle importancia al resto, solo a su cubre bocas.

-No es algo que le incumba mi reina, tal vez más adelante le cuente, ahora, vaya a su cita con Baji.- dicho aquello se fue a esconder, yo fui a donde estaba sentada notando como Baji regresaba de comprar los helados.

-Lo siento preciosa, eso estaba a reventar, espero no te hallas aburrido sin mi presencia a tu lado.- dijo en tono coqueto brindándome mi helado mientras yo me sonrojaba.

Comencé a comer el helado totalmente callada, cosa que Baji noto, más no dijo nada por el también concentrarse en su helado, ambos comíamos en paz, claro, que con nuestros sentimiento de por medio de vez en cuando agarrabamos nuestras manos o hacíamos cualquier cosa para poder besarnos.

-Aveces deseara que fueras mi hermosa novia, así gritarles a todos que me perteneces.- aquello lo dijo en mi oído, mi piel se erizo ante la profunda voz del otro, mordí mi labio inferior sonrojándome hasta las orejas.

-N... No hacía falta que... Hicieras eso.- oh genial, ahora soy tartamuda, lleve mi mano libre a la oreja donde Baji había susurrado aquello, si bien le había enloqueciendo mucho.

-Oh nena, me encantas, tenerte nerviosa es aún mejor de lo que espere.- Nuevamente estaba poniéndome muy nerviosa, y si, estaba más roja que un tomate, y solo escuchaba al desgraciado reírse, lo odiaba con todo mi ser justo en ese momento.

Hola chicos, lamento está miserableza de capítulo, se que he tardado, pero algunas cosas de la universidad se me juntaron y pues... Ahora al parecer algunos de nosotros estamos positivos para covid y pues... Jajajaja matenme.

Sin más nos leemos a la próxima.

El Japones / Manjiro Sano y tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora