𝐌𝐈𝐊𝐀 || 𝐒𝐚𝐧𝐨 𝐌𝐚𝐧𝐣𝐢𝐫𝐨.

03. "¿Hanagaki Takemichi?"

2005

Habían pasado muchas cosas en estos últimos dos años, la amistad de Mikey y Mika se había vuelto más estrecha e íntima con el pasar del tiempo. La ToMan había crecido como pandilla, ganando mucha más fama, aunque perdieron a un miembro... fueron ganando más con el paso del tiempo. La reputación de muchos se había visto cambiada, entre ellos la de Mikaela.

Tanto Manjiro como Mikaela habían crecido y cambiado de aspecto, las alturas se habían intercambiado siendo esta vez el rubio de cabello largo el más alto de los dos, también seguía siendo el más infantil, importandole poco la vergüenza que pasaba Mika cuando le daba cariño en público.

Manjiro sabía que con el paso del tiempo algo en él lo hacía ver a Mika de distinta manera, antes la veía como una buena amiga, una niña comprensiva que lo apoyaba sin importar las locas ideas que tenga. Ahora es diferente, la sigue viendo como alguien muy importante para ella, solo que ya no la ve como una niña, y claro, el aspecto cambiado de su amiga influyó en su forma de verla.

Ahora tiene el cuerpo de una adolescente de quince años, y hay veces que el mismo cruza los límites de espacio personal.

Había veces en las que no podía despegar sus ojos de ella, como justo ahora.

Ambos estaban sentados en una banca del parque, con dos bicicletas apoyadas atrás en el respaldo de la banca. Sus ojos negros no se despegaban de su silueta, algo que le gustaba de ella eran los largos cabellos azabaches siendo sujetados en tres trenzas.

Sus dedos se enredaron en una de las trenzas, con una sonrisa traviesa en sus labios empezó a tirar levemente de los cabellos.

━ Deja de hacer eso ━ pidió, al ver como su contrario no hacía caso, sacó de su mochila unos Dorayakis, captando la atención de Mikey ━ Si te comportas bien te los daré.

Y como si se tratará de un perrito, Manjiro captó la orden, sentándose correctamente a su lado mientras mecía sus pies.

Mika abrió la envoltura de dicho dulce, había comprado Dorayakis en forma de peces, tomó uno de los dulces al ver como Mikey abría la boca.

Antes de que pudiera hacer otro movimiento, Mikey se acercó a los dedos que tenían el Dorayaki, engullendo el dulce y mordiendo levemente la piel de la fémina.

━ ¡Mikey! ━ chilló, vió en sus dedos las leves marcas de los dientes, frunció el ceño mientras lanzaba los Dorayakis que para suerte de los mismos pudieron ser atrapados en el aire por el rubio.

A unos metros de ellos estaba Draken hablando por teléfono, confirmando en donde estaba el lugar en que se daban las peleas clandestinas que involucraban al nombre de la ToMan, su deber como el subcomandante de la Tokyo Manji era ponerle fin a dichas peleas. Una vez la llamada acabo se dirigió hacía ellos.