parte 3

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Mis padres habían depositado dinero a mi tarjeta por lo que aproveche para hacer despensa, al salir de la universidad fui directo hacia el centro comercial, ya en el súper mercado tome un carrito y comencé a explorar todas las áreas de dicho lugar, mi carrito se llenó de comida, carnes, verduras, sopas, fruta, leche, artículos de higiene básica, artículos de lavandería y algunas cosas extra, pague y metí todas mis cosas al carro para luego dirigirme a otra parte del centro donde había un área de comida; busqué algo que llamara mi atención o que se me antojaba, pedí mi orden y me dispuse a disfrutar de mi comida.

Miraba a todos a mi alrededor, hasta que lo vi ahí, mi corazón daba vuelcos, una sensación fría en el estómago se hacía presente
- ¿qué hace aquí? ¿Y quién es ella?- voltie la mirada para que no me llegara a notar. Pero fue en vano
- ¡Hey! (T/N)- su voz sonaba animada. Solo sonreí y esperé a que se acercara
- profesor. Que sorpresa-
- lo mismo digo. Mira te presento a Impel es mi hermana-
- ¿su hermana?- definitivamente había quedado en ridículo, sonreí y estire mi mano para saludar
- es un gusto, mi hermano me habló mucho de ti- dijo sacudiendo nuestras manos, lo mire suplicando que no le haya contado todo, lo que es todo
- y bueno ¿qué haces por aquí?-
- vine que hacer despensa y pase por algo de comer-
Después de mi accidental encuentro con mi profesor me dirigía hacia mi casa, una vez llegando me dispuse a guardar y a acomodar todo lo que había comprado. Aún seguía avergonzada por la escena de celos que había creado en mi cabeza; mire mi celular y luego fui a hacer mi tarea.

La noche pasó. Para cuando me di cuenta ya tenía que prepararme para ir a la universidad. Así que me levanté, tomé un baño y me vesti; aún llegaba a sentirme algo incómoda con la nueva ropa, pero le había prometido a Lexo que haría mi mayor esfuerzo, tome las llaves mi carro junto con mi mochila y tomé rumbo hacia la universidad, al llegar coincidentemente también había llegado el profesor, este me vio y me saludó a lo que yo respondí el saludo. Como nos dirigíamos al mismo lugar obviamente comenzamos a platicar en el camino - se que te pusiste celosa, conozco tu cara-
- hay lo lamento, es que al verla-
- mi hermana es una mujer muy hermosa. Pero aunque no fuera mi hermana, es más fácil que tú le gustes a que yo le guste-
- ¿cómo así?-
- es que bueno, ella es lesbiana-
Abri los ojos en par, sorprendida. Llegamos al salón de clases y cambiamos nuestra actitud de amigos con derechos al de una simple alumna con su profesor.
Odiaba que mis compañeras lo miraran de forma indiscreta, le coqueteaba con la mirada. Terminando su clase la directora hizo acto de presencia
- buenos días jóvenes. Vengo a presentarles a su nueva profesora de Ciencias sociales- me sorprendi al ver quien era - buenos días  mi nombre es Impel Mei y este año yo sere su profesora de ciencias sociales- al verme sonrió y luego miro a los alumnos para no despertar sospecha. Todos saludaron en unísono, dejo sus cosas sobre el escritorio y comenzó la clase, viendo bien, si tenía parecido con el, sus ojos y su cabello. Solo que Impel tenía marcas de que se pintaba el cabello.

Su clase fue igual de entretenida que la del profesor Lexo y agradecida que fuera la última clase antes de poder salir a desayunar.
Mientras desayunaba me veía rodeada por Hannia, Lucia, Vanessa y Anna - si no tienen nada mejor que hacer o que decir es mejor que me dejen comer en paz-
‐ el profesor Lexo me dijo que si quería mínimo llegar a siete, tengo que hablar contigo-
-¿para que?-
- para que me ayudes a estudiar-
Suspire, indirectamente me había pedido ayuda para que Hannia no tronara la materia. Aunque el sabe perfectamente como era ella no podía dejarla así y yo tampoco
- te espero en mi casa a las tres de la tarde, si faltas olvídate de pasar la materia- la hora libre termino y nuevamente nos dirigimos a los salones.

Saliendo de la escuela me dirigí rápidamente a mi casa. Mi celular sonó así que revise el registro de la llamada

- ¿bueno?-
- hola (T/N) lamento no consultarte lo antes pero Hannia me estaba rogando que le ayudara con su calificación. Pero como no aceptaba ese tipo de "favores" le dije que te pidiera ayuda-
- no te preocupes, se que aunque la conoces gracias a mi no podías dejarla sola y yo tampoco. Vendrá en un rato-
- te lo agradezco, te prometo que te lo compensare-
- no hay que agradecer. Tómalo como una gratitud,por ayudarme tanto-
- bueno pues yo me tengo que ir, por cierto Impel te manda saludos-
- dile que también le mando saludos-  colgué y escuché mi puerta ser tocada -voy- grite desde la cocina para luego ir a abrir la puerta, su cara detonaba poco interés y repudio -ver tu cara tampoco me alegra el día- dije haciéndome a un lado. Agradecia que siempre acostumbraba a ponerme la llave de mi cajón como collar, ya que ahí tenía cosas extremadamente privadas sin contar los dos regalos especiales que me dio Lexo, caminamos hacia mi habitación y deje que se acomodará - terminemos con esto de una vez para que pueda irme. No soporto ver tu cara-
- y yo tampoco te soporto así que estamos a mano. Pero tampoco puedo dejar que te reprueben-
La asesoría comenzó. Las horas con Hannia se hacían eternas, afortunadamente no llegó a insultarme, luego de pasarle algunos apuntes y ayudarle con una que otra cosa por fin fue momento de que se fuera. Luego de eso me dispuse a hacer mi tarea, la noche llegó y ya era tiempo de dormir.

A la mañana siguiente como siempre la misma rutina de siempre, llegue a la escuela encontrándome con Hannia, ella me saludo algo que me pareció extraño, llegué al salón de clases, la primera hora de clases empezó y luego siguió la clase del profesor Lexandre. Su clase como siempre fue muy entendida
- recuerden jóvenes que mañana es el último día para entregar tareas que tengan pendientes- mis compañeros fueron saliendo de a poco quedándome con el profesor. Lo mire mientras estaba recargada sobre mi pupitre
- ¿cómo te fue con Hannia?-
- bueno, agradezco que este tan preocupada por sus notas que me puso más atención y no me insultó en toda la asesoría, aunque su cara me decía más de lo que ella podía decir?-
- espero que no haya sido de tanta molestia-
- para nada-
- te prometí que te lo iba a compensar. Así que ven-
- no es nada malo verdad. Recuerda que estamos en la universidad-
- eso te lo daré en la tarde- dijo con una sonrisa provocativa. Me acerqué al escritorio del profesor. De su portafolios sacó una bolsita negra, me la entregó -usalo y te veo esta noche en mi casa-
-pero ¿tu hermana?-
- ella trabaja aquí pero no vive conmigo-  revisé el contenido de la bolsita, al ver que es me sonroje. La guarde rápidamente y espere a que el profesor se fuera.

Al llegar a mi casa, me dispuse a hacer rápido mi tarea, luego de eso fui a tomar un baño para relajar mis músculos. Aunque me haya bañado en la mañana necesitaba relajarme, me puse la lencería que me había regalado Lexo, me puse un vestido negro que me había regalado el, me arreglé como si fuera un día normal.

Maneje hacia la misma dirección, toque el timbre esperando unos minutos, el clima aquí era caluroso por lo que no me molestaba esperar un rato.
Lexo abrió la puerta, sonrió y me saludó -ese vestido te sienta muy bien-
- gracias, tienes muy buenos gusto- dije, esperando a que abriera la puerta para que pudiera meter mi carro. Una vez dentro cerro y nos dirigimos al interior del lugar.
- ¿te gustó el regalito que te di?-
Mi cara tomó un color rojizo, por lo que tuve que cubrirla con mis manos - eres de lo peor- dije avergonzada, el solo río un poco, me abrazo por detrás retirando mi cabello de mi oído -no sabes cuántas ganas tengo de arrancarte todo lo que traes puesto y hacerte gritar mi nombre- susurro a mi oído, mi cuerpo temblaba, una de sus manos subía la falda del vestido y con la otra me abrazaba mientras me besaba en el cuello - tuviste una buena idea en ponerte ese vestido - me recargo contra la pared, su mano viajo hasta mi intimidad y comenzó a estimularla, su otra mano sostenía mis dos manos y su lengua tan húmeda y tan caliente se paseaba por mi cuello, mis piernas flaqueaban. Senti como lentamente me baja las bragas hasta quedar en el suelo; eso le dio más libertad de mover mejor su mano - tenerte así me calienta- escuche la cremallera de su pantalón, seguía besando mi cuello, sus manos acariciaban mi cintura con sus manos.
Luego me llevo hasta su habitación, cuando vi que tomó unas cuerdas me sorprendí un poco -no te voy a secuestrar tranquila. Solo quiero jugar- me Quito el vestido quedando solo en sosten. Me amarró ambas manos sobre el la cabeza y luego me vendo los ojos - no sabes lo caliente que me pones cuando estas asi- su voz sonaba excitada. Sentia como su lengua recorría mis piernas temblorosas, sus uñas se enterraban suavemente en ellas, me sentía en el cielo, sentir la humedad de su lengua  era tan delicioso que no pude evitar gemir y eso le gustaba a él. Pues mientras más gemía aumentaba el ritmo - t-t-tu también..... me... ahhh..... pones..... caliente-
- ¿ah si? Déjame hacerte disfrutar más, preciosa. Te haré mojar la cama y gritar hasta que te quedes sin aliento- senti algo frío recorrer mi cuerpo y luego su lengua recorrió aquel mismo camino, se sentía tan malditamente bien, amaba esta sensación. Su miembro se restregaba en mi clitoris, ya deseosa de tenerlo dentro de mi. Me mordía el labio pensando en el placer que me proporcionaría. De una fue entrando en mi, llenandome por completo de el; al principio sus movimientos eran un poco suaves pero deliciosos
- gime para mí. Vamos nena dime que soy el único que te hará llegar al cielo- repetía su nombre una y otra vez, acompañado gemidos, fue acelerando sus movimientos.

Estaba tan excitada al escuchar como el lugar se llenaba de sonidos lascivos, nuestras pieles chocando, nuestras respiraciones agitadas acompañadas de nuestros gemidos. Al terminar Lexo me soltó de las manos, mis muñecas estaban un poco marcadas por las cuerdas
- perdón por ser tan salvaje-
- se quitarán- nos quedamos abrazados por un rato, recuperando el aliento - ¿dónde aprendiste esto?-
- le dije a mi hermana que estoy viendo a alguien. Obviamente no le dije que eras tu, pero le conté que habíamos tenido relaciones, le dije que quería volver a repetirlo y ella me enseñó un video-
- ¿tienes más juegos?-
- si, pero los jugaremos después-

Déjame ser tú profesor (Lexoforus y tu) +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora