Creo en ti - Carlos Acevedo

Prólogo

Diariamente sentía la mirada de aquel chico callado y reservado, la mirada de un chico que se apasiona por el deporte, lo disfruta y lo ama con el alma.
A ese chico todos lo menosprecian, diciéndole que jamás logrará sus metas. Un chico como él, reservado, "sin talento", jamás brillaría.

Pero yo creo en él.

...

—Me fascina cómo defiendes la pelota. Y por favor, no te dejes pisotear por esos envidiosos —le dije, con una sonrisa sincera.

—Gracias —respondió él, con una corta sonrisa ladeada, mientras sus ojos brillaban con un atisbo de gratitud.

Me despedí de él y regresé a las gradas, mi corazón palpitando más rápido de lo normal.

...

—¿En serio te pondrás en contra de los demás solo por defender a ese chico? Es guapo, pero solo es un iluso más, creyendo que será el mejor arquero. ¡Eso ni en sus sueños, Marian!

—Eres mi amigo, pero no dejaré que te expreses así de un chico que solo quiere lograr sus metas —respondí, tratando de calmar la rabia que me empezaba a invadir.—Yo creo en él, será exitoso.

—Apenas tiene 17 años... Ni siquiera sabes su nombre —agregó, burlesco—. ¿Por qué crees tanto en él?

—Por sus ganas de darlo todo, por lanzarse a salvar cada balón... siempre lleno de energía al estar en la portería. Eso y mucho más, Ángel.

...

Al salir de la preparatoria, aquel chico de estatura mediana y cabello corto me detuvo con una sonrisa tímida en su rostro.

—¡Hola! Soy Carlos.

—Hola, Carlos, un gusto. Soy Marian... mis amigos me dicen Mar, así que puedes llamarme así, o como gustes —dije, sintiendo una calidez al escuchar su voz.—

—Mar... me gusta —rió, algo nervioso, pero sincero—. Gracias por creer en mí y defenderme de los demás. Es difícil seguir escuchando ese tipo de comentarios. Tú más que nadie lo sabe.

—Claro, constantemente se burlan de mí por crear videos para YouTube —dije, sonriendo con una mezcla de desdén y determinación—. Es algo descabellado, tal vez, pero sé que lo lograré.

...

Así comenzó esta amistad real y bonita.