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Actualidad.
Marian

—¡Por último, guapuritas! Estoy tan feliz de que este canal haya superado los 23 millones de guapuritas

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—¡Por último, guapuritas! Estoy tan feliz de que este canal haya superado los 23 millones de guapuritas.  No sé en qué momento esta hermosa familia creció tanto. ¡Gracias por siempre apoyarme! Los quiero muchísimo... —sonrió, mirando a la cámara—. Y si me extrañan, ya saben que pueden enviarme un mensajito por Instagram, ¡les estaré contestando! ¡Besos!

—¿Ya terminaste, Marian? —cuestionó Beto, con una expresión cansada—. Ya esperé demasiado... Me voy a cenar. Tú decides si te quedas.

Me giré para mirarlo, confundida.

—¿Qué te pasa, Beto? —le pregunté, acercándome un poco. Sentía una inquietud creciente—. Últimamente has estado tan distante, tan raro conmigo.

Antes todo era diferente, él era más cariñoso, y ahora... ya no sé qué pensar.

Beto suspiró y se giró hacia mí, como si no pudiera encontrar las palabras correctas.

—Marian, eres la mejor mujer que he conocido en toda mi vida —dijo con un tono sincero, pero algo nervioso—. Pero a veces lo perfecta que eres, me asusta.

No entendía nada. Esas palabras me sonaban tan confusas, como si estuviera hablando en otro idioma.

—¿A qué te refieres con eso? —pregunté, tratando de mantener la calma.

—Nuestra relación no puede seguir —continuó, con la mirada en el suelo—. Estos dos años a tu lado han sido increíbles, pero creo que debemos cerrar este ciclo.

Mis pensamientos se cruzaron en mil direcciones, pero las palabras no salían.

—Yo no quiero compromisos... sabes cómo soy. —terminó, como si eso fuera suficiente para darme una explicación.

—Lo sé, pero... —suspiré, tratando de entender—. Mi forma de verte cambió, Beto. Mis sentimientos también han cambiado. Estoy buscando algo más serio, y sé que eso no es lo que tú quieres.

Él me miró con una expresión indefensa, como si estuviera buscando una salida fácil.

—¿Esto es un adiós? ¿Terminamos? —susurró, como si las palabras fueran un eco vacío entre nosotros.

—Creo que sí, será lo mejor para los dos. Te deseo lo mejor —respondí, tratando de sonreír, pero mi voz temblaba.

—Igualmente, Marian... te mereces lo mejor del mundo. Cuídate —dijo, tomando las llaves de su coche y saliendo por la puerta sin mirar atrás.

Fue como si el mundo se hubiera detenido por un momento.
Me quedé mirando el vacío, tratando de asimilar lo que acababa de suceder. Faltaba solo un mes para cumplir dos años juntos. Un mes que se esfumó en cuestión de segundos.

...

Instagram

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yuyacst Sonríe :)

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_santimunoz9: ¡Eres mi youtuber favorita! :)
yuyafanss: ¡HERMOSA!

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Carlos

El partido estaba en el minuto 90'. Pronto terminaría. El marcador estaba 2-3. Chivas perdía, mientras que nosotros, Santos, estábamos adelante por un solo gol.
En los minutos finales, el tiempo parecía correr en nuestra contra. Necesitábamos ganar para pasar a la final.

El silbato del árbitro ya estaba cerca, y yo... yo tenía que darlo todo.

Finalmente, un zurdazo de Alexis Vega se dirigió hacia la portería, pero logré atajarlo

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Finalmente, un zurdazo de Alexis Vega se dirigió hacia la portería, pero logré atajarlo. La cancha estalló en júbilo, y mis compañeros no dejaron de celebrar. ¡Lo habíamos logrado! Santos pasaba a la final.

...

—¡Necesitamos celebrar! —dijo Doria, mientras sonreía de oreja a oreja—.

—Te apoyo, Math. ¡Vamos al mejor restaurante de Guadalajara! —agregó Gorriaran, mirando al resto de los chicos.

...

En el restaurante, el ambiente era perfecto. La comida, exquisita.

—Esto está delicioso, el mejor corte de carne que he probado en mi vida —comentó Alan Cervantes, mientras los demás asentían, saboreando cada bocado.

De repente, Diego Valdez señaló hacia una mesa cercana.

—¿Ya vieron a toda esa gente alrededor de la chica? Es un montón. —comentó. —Parece que es bastante famosa.

—No distingo bien su cara, está de espaldas. —respondió Santiago, y después añadió—¡Espera! ¿Es quién creo que es?

Todos nos quedamos atentos a lo que iba a decir.

—Me parece que es... ¿Yuya? —dijo Doria, mientras Santiago abría y cerraba los ojos, intentando confirmar la identidad.

—¡Wey! ¡Es Yuya! —afirmó el brasileño, dándole un golpecito en el brazo a Santiago, ambos emocionados. —Tengo que pedirle un video para mi bebé, ella ama sus videos de YouTube... ¡Acompáñame, Santiago!

Santiago y Matheus se levantaron de la mesa y, con gran entusiasmo, se dirigieron hacia la famosa Youtuber.

Todos mirábamos, curiosos y algo sorprendidos por la reacción de nuestros compañeros. Gente se acercaba para tomarse fotos y videos con ella. Yo seguía sin saber quién era, pues nunca fui muy fan de las redes sociales. Vivía bajo una piedra.

...

—Ella es tan... —decía Santiago, aún temblando de emoción.

—¿Tan? —pregunté, divertido por lo nervioso que se veía.

—Tan hermosa y perfecta. Es aún más bella en persona, y es muy, muy amable con todos. La amo, soy su fan... —agregó, casi sin poder contener la emoción.

Quería carcajearme al ver a Santiago en ese estado. No lo había visto tan emocionado en mucho tiempo.

—Ya veo... Mira cómo estás, tan emocionado —reí—. ¿Y tú, Doria? ¿Cómo te fue?

—¡Ella es divina! Es tan amable, tan sencilla. ¡Por un momento pensé que no alcanzaría a grabar el video! —dijo Doria, con una sonrisa aún brillante en su rostro. —¿Quieren verlo?

Todos asentimos, ansiosos por ver el video. Doria acercó su teléfono a la mesa, listo para mostrarlo. Pero justo cuando iba a reproducirlo, el teléfono de Doria se apagó.
Se agotó la batería.

—No puede ser... —dijo Doria, frustrado—.

Nos reímos un poco, pero estaba claro que, aunque no habíamos podido ver el video, la emoción de Doria era más que evidente.
El resto de la noche transcurrió entre risas y charlas amenas. La felicidad de la victoria nos acompañaba, y cada uno se retiró a su habitación a descansar.

Creo en ti - Carlos AcevedoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora