EXTRA

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Extracto de: grande, fuerte y dulce.



En el pasado volver a casa era deprimente. Estando en su horrible manada anterior KyungSoo sentía que los días pasaban sin sentido y oscuros, pero ahora su vida tenía motivación y alegría. Volver del trabajo significa reencontrarse todas las noches con su pareja.

En su pequeña, pero alegre casa.

—¡Maldición!

KyungSoo parpadeó aturdido al cruzar la entrada y ser recibido de tal manera. Avanzó un poco en su búsqueda por la razón de ese grito y se encontró con su pareja sentado en el sillón y BaekHyun a su lado, viendo ambos a un arreglo de flores que descansaba sobre la mesa de la sala principal. Se veían casi paralizados.

—¿Qué pasa?

JongIn saltó en su lugar asustado por la repentina voz de su omega. Usualmente estaba muy al pendiente de la hora y puerta, esperando por su pequeño trozo de felicidad, pero ese día había pasado a traer a BaekHyun a su trabajo y cuando llegaron al edificio se toparon con que habían dejado un regalo para su amigo en la recepción.

Para cualquier otra persona las rosas eran un bonito detalle, pero para el omega no era lo mismo.

—¿Quién las envió? —preguntó curioso.

Rodeó el sofá y tras darle un corto beso a su alfa se sentó a su lado, siendo recibido por los brazos abiertos contrarios.

—Aún no lo sé —confesó BaekHyun nervioso.

—¿Son de MinHo?

BaekHyun no estaba seguro. No sabía sí sería un alivio que ese fuera el caso o si sería una noticia devastadora para su vida. El alfa y él se llevaban bien, eran buenos amigos y no lo podía negar, desde que el hombre entró a su vida gracias a la clínica sus celos estaban bien cuidados, pero eso no significaba que él considerara su acuerdo como algo más.

—Tiene una nota —señaló KyungSoo.

Ambos lo sabían. Su nombre resaltaba en la parte del frente, pero no sabía si quería leer el contenido.

—¿Sería tan malo que fuera de MinHo? —preguntó el omega.

BaekHyun se encogió de hombros sin querer responder.

—Bueno, alguien tiene que leerla —dijo JongIn.

Los tres estuvieron de acuerdo.

—Léela tú. —Pidió BaekHyun.

El alfa rodó los ojos ante el pedido, pero cedió. Tan sólo le tomó unos segundos leer la pequeña nota y su expresión no les dijo mucho, al menos no hasta que apartó el papelito y los enfrentó.

—La buena noticia es que no es de MinHo.

—¿La mala?

—Es de tus padres.

—o—

—JongIn no tienes que hacer esto.

BaekHyun había insistido por al menos veinte veces, KyungSoo no estaba muy seguro pues dejó de contar luego de la quinta vez que se lo pidió. El omega tenía que hacer un horrible viaje a la casa de sus padres y necesitaba que alguien lo llevara en la madrugada a tomar el tren correspondiente para eso, y su pareja no sólo como el buen hombre que era, sino también como el mejor amigo de BaekHyun se había ofrecido para hacerlo.

Pero si había una cosa en la que estaban de acuerdo ambos omegas era que JongIn no podía hacerlo.

El alfa estaba literalmente acabado. Tanto trabajo y desvelo lo tenía al borde del colapso constantemente, llegaba a casa entrada la madrugada, caía dormido, se levantaba y pocas veces comía antes de marcharse y repetir el ciclo. Su pobre alfa no tenía tiempo para nada, ni siquiera para él.

#1 Derretir al lobo - KaiSooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora