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Jackson y JinYoung estaban durmiendo plácidamente cuando el monitor de bebés comenzó a sonar. JinYoung se sentía como el peor padre del mundo, pero por un segundo, se preguntó si estaría bien si lo ignoraba. Por supuesto, eso no era una opción viable. Los pulmones de su hijo eran de cantante de ópera y Park JinSung no estaba dispuesto a dejarlos dormir esta noche tampoco.

JinYoung se desperezó antes de tocar el hombro de Jackson, sus ojos ardiendo del sueño.

—Te toca levantarte —logró gruñir.

Jackson bostezó, estirando sus brazos y atrapandolo en ellos. JinYoung sonrió a duras penas y cuando iba a darle un beso, un nuevo chillido lo hizo desistir.

—¿No me tocó ayer? —murmuró Jackson, aunque ya se estaba levantando para ir por el bebé.

—No, ve.

Ambos sabían que no era cierto.

—Dictador —dijo Jackson, besando sus labios antes de desaparecer de la habitación.

Aunque JinYoung podía seguir durmiendo, en realidad no lo hizo. Siempre que despertaba le costaba conciliar el sueño, era difícil sentir la cama vacía. El cuerpo fibroso y cálido al que estaba acostumbrado había desaparecido. Así que hizo lo que hacía algunas veces, seguir a Jackson; se puso de pie y caminó de puntillas hasta la habitación de su bebé para ver al hombre cantando en voz baja y ronca una canción de cuna. En realidad no entendía mucho, ya que la canción no estaba en coreano ni inglés, pero la sonrisa de Jackson era tan hermosa, que el corazón de JinYoung saltó un latido antes de llenarse con una ola de amor tan grande, que por un segundo se sintió como si estuviera ahogándose en el sentimiento. Ya no lloraba, pero las primeras veces que vio esa escena, era difícil no sobrecogerse por el sentimiento. Era una mezcla de muchas cosas: terror, nervios... Esperanza.

JinYoung se devolvió a su habitación y se acurrucó, esperando a Jackson con la luz de la lámpara encendida.

Ser padre es difícil. JinYoung siempre tuvo ese conocimiento, pero vivirlo en carne propia es una experiencia completamente diferente a imaginarlo o tener el entendimiento básico.

El saber que otro ser humano depende de ti emocional y financieramente es aterrador en tantos niveles, que muchas de sus noches las pasó en vela preguntándose si podría hacerlo; y con el tiempo, esos temores no se han ido, muchos días ha pensado que es horrible siendo un padre.

Es difícil trabajar y criar un niño solo. Es difícil haber perdido a alguien que era tu todo y tener que convivir con eso en silencio mientras procuras que alguien viva su vida lo mejor que puedes otorgarle, porque depende de ti. JinYoung a veces siente que se ahoga en el terror. De estar haciéndolo mal, de no ser nunca suficiente para JinSung.

No hay una guía para padres que realmente te enseñe todo lo que necesitas. JinYoung lo sabe, las leyó todas. Pero ninguna te prepara lo suficiente para el miedo que sientes cuando tu bebé tiene 39 grados a las tres de la mañana, o cuando estás tan cansado que sientes el cansancio hasta en el pelo.

JinYoung se consuela muchos días diciendo que está intentando hacer lo mejor que puede, pero a veces, eso no es suficiente. Es en esos momentos, en los que agradece tener a Jackson en su vida.

Jackson Wang llegó a su vida como la primavera después de un largo y crudo invierno.

Claro que cuando lo conoció, no lo pensó así. Demasiado perdido en su pozo de tristeza y miedo, era irritante ver a ese hombre lleno de vida y despreocupación. JinYoung a menudo vivía preguntándose: ¿Por qué yo? ¿Qué hice para merecer esto? Y Jackson parecía sacar a relucir siempre lo peor de él en ese entonces. Jackson llegó a su vida a revolucionarla, y para alguien que vivía muy cómodo en las rutinas, fue difícil adaptarse a él de buenas a primeras.

SIN SUERTE | jinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora