La Fea Más Bella/Relato: Lo dejaría todo.

RELATO 3.

Ciudad de México.

Agosto del 2006.

La ví salir de presidencia, seguí sin reacción, cómo puedo asimilar todo el infierno que estoy viviendo en estos momentos, desesperado tomé la carta entre mis manos, y la apreté con fuerza, cómo fui capaz de hacerle ver a alguien más que estos sentimientos eran míos, cuánta falsedad hay en mi vida, cuánta mentira construí solo para seguir en un lugar que ni siquiera me hace bien, pero que estúpido eres Fernando Mendiola, perdiste lo que más has llegado a amar en la vida.

Puede alguien perdonar después de ver la decepción en su rostro, como se vuelve a armar un corazón después de haberse quebrantado, las heridas del cuerpo sanan, pero dejan cicatrices que te muestran las experiencias que viviste, será igual con las heridas del alma, sanarán con besos y abrazos, dejando huellas de amor y dolor que al fundirse, te hacen continuar, para volver a empezar, y ser más fuerte, en la destrucción de una ilusión el mundo se derrumba, como edificar nuevamente lo que fue tan endeble, y se construyó a base de mentiras que fueron, y son tu mejor verdad.

Mis lágrimas no paraban de salir, inundaban mi rostro, cuando mi corazón ya estaba ahogado de dolor, por primera vez sentí como se pierde lo más valioso que tienes, como se te va de las manos lo que más deseas en la vida, por primera vez comprendí que lo que tengo era suficiente si estaba ella a mi lado, pero no es nada cuando la piedra angular se ha ido.

No hay justificación para todo lo que hice, me porte como una basura, fui un canalla con mi ángel que me cuidaba, y protegía hasta de mis propios demonios. Solamente queda una alternativa juntar los pedazos rotos, y armarlos aunque queden cuarteados, porque entonces ahí puedo demostrar la importancia de mi existir, debo elegir por lo que me hace feliz.

Y hoy se que no tiene que ver con un espacio físico, con un puesto honorable, mi felicidad está al lado de la mujer que perdí por ingenuo y orgulloso, pero por esa misma mujer tengo que enfrentar las consecuencias de mis actos, y quizá así pueda ser digno de su amor.

Tratar de hablar y explicar sin fundamento es poco, pues esas palabras se las lleva el viento, sin sustento de justificación, porque no la hay, no existe, pues cada uno de los actos y errores que enmarque los hice con la conciencia de que al final todo esto me merecía, me lo merezco, y no hay más que hablar.

Una semana sin mirarla, sin saber si está bien o mal, los días pasan y lo único que me queda claro es que no soy feliz, pero espero al menos el día de hoy empezar a limpiar mis culpas, es la única forma que existe para continuar.

Abatido con mis emociones, y sentimientos a tope realice lo que debía haber hecho desde un inicio.

Tomé los documentos que estaban en mi escritorio, respire profundo y me encamine al matadero, una junta extraordinaria que debía haber hecho desde hace meses, hasta hoy después de llevar mi vida al inframundo soy capaz de tener el valor para decir la verdad. Tragué en seco al ver a cada uno de los accionistas de Conceptos, por primera vez enfrentaría a Humberto Mendiola con la verdad, por esta ocasión Teresita Sáenz de Mendiola sabría quién realmente es su hijo.

A pasos lentos me acerqué hasta mi lugar, y sentí como mi corazón se apretaba con fuerza, porque me hacía falta alguien en esta mesa, para ser honesto me hacía falta en mi vida, su lugar a mi lado yacía vacío, y eso era lo más doloroso.

"Hasta que por fin apareces Fernandito." Rodó los ojos. "Para que está junta con tanta urgencia." Aventó el lápiz con el que minutos antes jugaba. "Que no pudiste esperar a la dichosa junta de comité."

En todos los años de mi vida hubiera debatido, peleado por tener la razón en lugar de que la tuviera Ariel Villarroel, pero hoy no, dejaría que él ganará, porque al final siempre tuvo la razón en algo, yo llevaría esta empresa a la ruina, no es algo de lo que me enorgullezca pero me doy cuenta que Conceptos sin mi se puede levantar, yo con o sin esta empresa seguiré en el infierno que vivo sin su amor.