Capítulo 1

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-Corre, sigue corriendo....

Tenía sudor en la frente y las piernas le fallaban, estuvo a punto de caer pero logró estabilizarse.

-VAMOS! Sigue corriendo, no te detengas.

Corría entre los árboles del bosque prohibido, su ropa estaba rasgada y tenía un poco de sangre, su sangre.

-Vamos Hermione, no puedes detenerte -Se decía así misma.

Los mortifagos la estaban siguiendo, le lanzaban hechizos a diestra y siniestra, Hermione con su varita logró protegerse de algunos mientras los otros los intentaba esquivar.

-Jaja ya casi la tenemos -dijo uno de ellos y los demás comenzaron a reír.

-Pobre sangre sucia, tus amigos te dejaron?

Hermione pensó -ellos no me dejaron yo les dije que se fueran, que les daría tiempo para huir y ponerse a salvo.

-Nos divetiremos mucho contigo -dijo alguien detrás de ella.

En ese momento se topo de frente a algunos mortifagos, la habían rodeado y cuando creyó que no podía empeorar la situación, los mortifagos comenzaron a lanzarle hechizos.... Todos al mismo tiempo.

-Avada kedavra! -grito uno de los mortifagos.

-Bombarda! -dijo un mortifago que hizo explotar un árbol que estaba detrás de ella.

-Desmaius! -éste mortifago al parecer era muy tonto pues logró darle a alguien de su mismo bando.

Hermione esquivaba y se protegía de los hechizos lanzados, logró noquear a tres mortifagos, pero al parecer no hizo mucha diferencia pues eran demasiados.

-Crucio! -grito un mortifago, el cual su voz le era muy familiar.

-Protego! -grito Hermione, pero para su desgracia la maldición le dio de lleno en la espalda haciendo que callera de rodillas al piso gritando de dolor.

-Confringo! -lanzó Hermione pero el mortifago que la hizo caer esquivo el hechizo y le quito su varita.

-Vaya que diste pelea sangre sucia! -dijo el dándole un puñetazo en el rostro, haciendo que Hermione dejara de estar de rodillas y todo su cuerpo cayera al pisó.

-Dolohov -dijo Hermione quién intentaba ponerse de pie.

-Ni lo intentes preciosa -dijo el pateandola para que siguiera en el piso -Ahora eres mía, nos vamos a divertir mucho.

Hermione no se rendiría tan fácil así que como pudo pateó a Dolohov y comenzó a correr.

-Petrificus totalus! -dijo un mortifago.

-Hija de.... Sectusempra! -Dolohov logró darle.

Hermione cayó al piso y comenzó a gritar, le dolía demasiado, había demasiada sangre.

-Oh pequeña te dije que no lo intentarás, no te preocupes me aseguraré de que no hagas más estupideces...

Eso fue lo último que escucho antes de desmayarse.

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