Todo era terror.
Ana ya estaba desperada, ya no sabía que hacer ni como explicar lo que le estaba ha pasar. Los médicos desesperados ya no sabían lo qué le pasaba ni entendían a Ana.
Pero llegó un rayo de luz para Ana, después de unos infinitos ingresos, después de infinitas visitas de psicología de que le hablaran de una unidad especializada para ayudarla .
Llegó el día, llegó la llamada, la primeras vez en la UCI y todo diferente, era flipante, Ana no sé lo podía creer, esa tan esperada llamada hizo qué Ana cogiera esos últimos como un último empujen. Nadie sabía nada, Ana cambio la actitud a pesar de que se encontraba sola,pero esa llamada la llenó de ilusión,miedo y esperanza todo a la vez y sin Ana saberlo su vida cambió para siempre.
