¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Yeo lo sabía, sabía que el menor había estado coqueteando con él desde hacía varios meses atrás.
Se habían conocido hace casi un año y, a pesar de todo el tiempo que pasaba, Son jamás dejó de ser atento con él, quizá con el paso de los días su lado burlesco había florecido, pero no eran burlas hirientes, era tiernas.
Recordaba que, la primer vez que DongJu le besó la frente, fue en una enorme nevada que los dejó por fuera del edificio. La nieve se había acumulado hasta imposibilitar la apertura de la puerta. Nadie entraba y nadie salía.
Era de esos primeros días de invierno, en donde el frío agarraba de repente.
HwanWoong no tenía más que el delgado saco rosa que su madre le había regalado en su último cumpleaños, si bien le cubría, no era suficiente.
A los pocos minutos de aquello, DongJu había arribado al edificio, al parecer salía de trabajo completamente cubierto por una enorme chaqueta blanca y entre sus manos mantenía mal doblada su infaltable manta azul.
Se acercó hasta Yeo e inmediatamente lo envolvió con la manta para luego abrazarlo. Era de noche y la puerta aún no podía ser abierta.
El menor se había recostado en la pared, manteniendo abrazado al más bajito. Le sonrió dulcemente y le dejó un pequeño piquito en la frente, embelesado.
Regresando al presente, HwanWoong sacude su cabeza y se da un par de palmaditas en sus mejillas, necesitaba reaccionar si no quería que DongJu le lanzara un balde de agua por no bañarse rápido.
Ya le había sucedido una vez.
·
·
·
Luego de la rápida ducha, ingresa a la cocina, donde el menor ya tenía preparado un tazón de fruta picada y un batido de avena, junto a un caliente sándwich de jamón y queso.
La pancita del más bajito gruñó en cuanto el apreciado olor a comida llegó a su nariz.
Se sentó y se dispuso a comer, bajo la atenta y enternecida mirada del menor.
—¿Dormiste bien? —inquirió, sentándose frente a él.
El aludido asintió, con sus mejillitas llenas de comida. Tragó antes de contestar.
—Sí —afirmó, con un poco de alegría—. Quizá suene raro, pero tu voz es bastante relajante.
El menor se sonroja ante el halago. Normalmente solía subir un tono de su voz para que no sonase tan profunda como en realidad era.
—G-gracias —se puso de pie antes de disponerse a lavar los trastes, intentando pensar en otra cosa que no fuese la bonita sonrisa que el mayor le había dado luego de hablar.
Sí, cada vez caía más y más profundo a ese eterno pozo de amor que tenía dedicado única y exclusivamente a un hombre bajito y de gran corazón, a Yeo HwanWoong.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
como que la traga de dongju es de bastante tiempito xd
mentiras, bueno sí, en realidad es como de once meses el tiempo que lleva enamorao'🤭
si llegasen a estar juntitos ¿quién creen que sería el que le pediría salir al otro?
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.