🌺ྲཱྀMy Little Bunny 🌺ྲཱྀ JIKOOK 「Adaptación」

⸙͎ᵕ̈Capítulo 8ᵕ̈⸙͎

Eran las nueve y media de la mañana, Jungkook miraba de vez en cuando el reloj que había en el quirófano. Estaba terminando la cirugía de un paciente, y por algunas complicaciones se alargó más de la cuenta.

Cuando terminó la cirugía, terminó de firmar algunos papeles. Revisó nuevamente el reloj, esta vez el de su celular, el cual marcaban las nueve con cincuenta minutos. Lo tenía seguro; iba a llegar tarde a la obra que presentaría el jardín.

—Taehyung, debo irme ya. Si pasa algo me llamas, ¿vale? —El mencionado asintió. Jungkook se fue al vestidor, sacándose su uniforme y poniéndose rápidamente su ropa que consistía en una polera y buzo negro junto con unas zapatillas blancas. Tomó su bolso negro, colgándolo en su hombro.

Entró al ascensor, apoyándose en la pared mientras esperaba llegar hasta el estacionamiento. Movía su pie golpeando el suelo, y los dedos de sus manos se movían ansiosos golpeando su bolso. Elevó su mirada cuando sonó el típico sonido del ascensor al llegar a un piso, indicando que había llegado al estacionamiento.

Sacó las llaves de su auto, desbloqueándolo para poder subir al vehículo. Dejó su bolso en el asiento del copiloto, prendió el auto y empezó a manejar a su destino.

Pero a veces la suerte no esta de nuestro lado. Ya eran las diez con diez minutos, y el tráfico solo empeoraba.

Jungkook hizo una mueca. Golpeó el volante, inconscientemente empezó a morder su labio inferior, estaba llegando tarde, y le aterraba el hecho de que se iba a perder la obra de su hijo.

Las bocinas no se hicieron esperar, y frustrado apretó la bocina del volante con fuerza.

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Jimin miró a sus alumnos, cada uno disfrazado con su traje correspondiente. Observó como un niño vestido de tigre se asomaba cuidadosamente por medio de las grandes cortinas, mirando a los padres que iban llegando sentándose en los lugares que salían con sus nombres.

Se acercó sigilosamente, pudo presenciar como el menor hacía un mohín al no ver a su padre entre los demás adultos.

—¿Todo bien, Soobin? —El mencionado volteó viendo a su profesor. Quitó su mohín de inmediato, e hizo una leve sonrisa apenada, asintiendo.

—Sí, todo bien... —Dijo en un tono bajo y triste. Jimin se agachó y ladeó un poco su cabeza, dándole el pase a empezar a desahogarse. —Es solo que mi papá aún no llega, ¡pero lo entiendo! Quizás un niño lo necesita más que yo. —Volteó mirando por la leve separación entre las cortinas el asiento donde su padre debería estar sentado. —Me hubiera gustado que alguien me estuviera viendo solo a mí, como los papás de mis compañeros. —Hizo una mueca, suspirando.

Una idea se le vino a la mente. — ¿Y si yo me voy a sentar a ese lugar? —Los ojitos del menor se iluminaron.

—¿Me va a ver solo a mí? —Jimin asintió. Sonrió enternecido al ver la cara de emoción del pequeño de seis años.

Se anunció que empezarían las obras, dando inicio con la obra de "El secreto", seguido por la obra de "Los pequeños osos".

El profesor se sentó en el asiento donde debería estar Jungkook, el cual aún no llegaba. Sacó su celular, teniéndolo a mano para cuando empezara la obra que le correspondía a su grupo.

La obra de "Los pequeños osos" había acabado, y los niños de la obra "Juntos podemos" subían al escenario. Los niños se pusieron en sus lugares, listos para empezar.

El escenario había cambiado, siendo decorado ahora con cosas para ambientar el lugar como si estuvieran en la selva junto con algunas rocas.

—¡Hagamos una competencia a ver quién llega primero al estanque! —Habló fuerte Soobin. Jimin sonrió orgulloso, se preguntó si así era como se sentían los padres al estar orgullosos de sus hijos.

—Ay no, eso me aburre. Mejor vamos a saltar por las piedras. —Rose empezó a saltar por las piedras que había en el escenario.

Hoseok bostezó, siguiendo lo que se había aprendido.—Qué flojera, no, mejor nos quedamos aquí y contamos historias misteriosas.

Sacaba fotos en cada momento, guardando el recuerdo. Se distrajo al escuchar la puerta principal del teatro siendo abierta. Era Jungkook, el cual recién llegaba con sus mejillas rojas y claramente agotado, podía asegurar que había corrido hasta el teatro desde una gran distancia.

El padre miró al escenario, viendo a su hijo que justo iba a hablar, pero antes de que el menor hablara, este lo miró desde su lugar asombrado y emocionado a la vez, su padre había llegado. Soobin le sonrió, y con más ánimos habló siguiendo su línea.

—Los leones son flojos, las leonas tienen que salir a cazar para alimentarlos. —Habló, burlándose como decía el libreto. Jungkook negó sonriendo, su hijo era un gran actor.

Pasó su mirada por los demás asientos, conectando miradas con Jimin, el cual se levantó y le indicó con su mano el asiento. El mayor asintió caminando hacia él, agradeciéndole en un susurro.

La obra siguió perfectamente, sin alguna equivocación. Sonriendo miró todo atento Jungkook, disfrutando del espectáculo. Todo terminó cuando todos los niños caminaron detrás de la pequeña JiHyo, la cual interpretaba a la señora osa.

Los padres empezaron a aplaudir a los niños con una sonrisa radiante.

Todo acabó con la obra "Julieta y su nuevo regalo". Todo el público, tanto como padres y profesores, se levantaron y aplaudieron. Los niños se tomaron de las manos haciendo una reverencia, el telón se apagó y las luces se prendieron.

Soobin corrió emocionado hacia su padre cuando lo tuvo al frente suyo. Lo abrazó por el cuello, siendo alzado por el mayor quien lo había tomado en brazos.— ¡Llegaste!

—Por supuesto, no me iba a perder tu actuación, conejito. —Besó la mejilla del niño, el cual solo pudo esconder su cara en el cuello del mayor.

—¿Actué bien? —Preguntó aún escondido.

—Fuiste el mejor actor de todos. —Halagó. Miró al profesor pelirubio que estaba hablando con unos apoderados, y apenas terminó la conversación se acercó a Jimin.—Jimin, muchas gracias por lo de antes.

Jimin negó, sonriendo tímido.— No es nada, fue un gusto. —Una idea se le ocurrió al menor, así que salió de su escondite.

—Papá, ¿El profesor Jimin puede venir con nosotros a comer pizza? —Para disfrutar la tarde, Jungkook le prometió a su hijo que irían a comer pizza, o lo que él quisiera.

Ambos adultos abrieron sus ojos como platos en forma de sorpresa, se miraron dudosos. —Uh... Bueno, si él quiere, claro. —Dijo Jungkook mirando expectante al profesor.

—Me encantaría, claro si no es molestia. —Jimin y Jungkook se miraron con leves sonrisas tímidas. El menor miró a ambos adultos, pasando su mirada de uno al otro.

—¡Entonces vamos! —Gritó emocionado. Los mayores salieron de su burbuja y miraron al menor, divertidos por la emoción y energía que de repente había tenido el niño. Una linda tarde se venía. 

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✩Graciaa por leer...

✩Moonmxsun