Acababa de salir de la cafetería, seguía pensando en lo que había ocurrido dentro de esta...
Entonces, como una burra, salí disparada hacia la carretera.
-¡¡¡Geroncia!!!
En ese instante, me cogió de la cintura y me comenzó a mirar intensamente.
Yo me sentía como la típica adolescente enamorada de un chico llamado José, el atractivo de su clase. Quería hacerlo con él, nunca me había sentido tan caliente y fogosa.
Estaba abrazada contra su camiseta que ponía "LOSER".
En la parte de abajo llevaba un pantalón de chándal negro. Siempre llevaba ese pantalón de chándal o uno azul.
Esa camiseta que tenía me encantaba, aunque la suele poner bastantes veces. Mientras estaba abrazada a él aspiraba su seductor aroma de camionero.
-Geroncia, deberías alejarte de mi. No te convengo.
En ese momento deja de agarrarme y me hace desprenderme de sus brazos.
-Gracias.
-¿Por qué lo dices?
-Por salvarme.
-No es nada, ese ciclista era un burro e iba a mucha velocidad. Empecé a irme hacia casa, hasta que llegué a mi portal. Allí noté que alguien estaba detras de mi, y antes de abrir la puerta me giré. Era José. ¿Qué hacia alli? Le pregunté, aunque con asco, ya que estaba sudado como un burro despues de andar 5 minutos.
Me dijo:
-Oh, Gero, no podía alejarme ni 3' 14 minutos. Y eso que el número PI es mi favorito eh guapa?
-Vaya, José... Que cosas me dices... No decías que no me convienes?
-Si, lo decia pero... Siento que eso da igual. Puedo enseñarte todo lo que se. Bueno, todo no, porque yo sé todo y mas, soy una calculadora enciclopédica humana. Pero un 60% puedo enseñarte.
Vaya... No había entendido ni la mitad. Vocaliza tan mal... Le asentí haciendo que lo había pillado y le invité a entrar, sin darme cuenta de que Laura Costas estaba dentro viendo la televisión. Al subir, empezó a besarme, y Costas se quedó flipando al ver a José conmigo. José se sintió intimidado y decidió marcharse a su casa, diciéndome:
-Lo siento Geroncia, pero mejor me voy. Quedamos mañana a las 20:00 en mi casa, ¿vale?
-Como quieras. Adiós, Joselito.
-Adiós Geroncita.
Es un poco falso, me dejó caliente y fogosa sin poder hacer nada con él.
Me aburría, asique empecé a ver vídeos de Aarón, cuando me llega un mensaje de José al móvil diciéndome:
Gero, bonita, mañana vamos a probar algo nuevo. Te encantará. Es Pitágoras.
ESTÁS LEYENDO
50 sombras de Cores
RomanceCuando la estudiante de literatura, Geroncia Rodríguez, es citada para entrevistar al joven y famoso empresario, José Cores, queda impresionada al ver cuanto le atrae y al encontrarse con un hombre seductor y atractivo. La inocente Geroncia inten...